Cuentos de un ciempiés, teatro y música para niños en el Mayor | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Martes, 7 de Agosto de 2018

La compañía española Pasadas las 4 regresa al Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo para sorprender a grandes y chicos con sus mágicas historias. En esta ocasión presentan Cuentos de un ciempiés, unos van de canto y otros del revés, un espectáculo familiar que combina teatro, música y literatura.

La obra cuenta la historia de dos amigas que salen de excursión al bosque y se sumergen en una maravillosa aventura.  En mitad del invierno y del frío, Luisa y Marisa hacen una excursión al bosque. Allí encuentran una caja de regalo y como el dueño no aparece deciden tomarla prestada, pero solo por un rato. Dentro de la caja encuentran una carta y un montón de calcetines que la Tramontana Rosana, un viento con muchos aires, quiere regalar a su amigo el ciempiés. Al sacar los calcetines, comprueban que de algunos de ellos salen historias mágicas y de otros melodías y canciones maravillosas. 

Este espectáculo, que se presentará el domingo, a las 3 p.m.,  cuenta con música en vivo y a ritmo de acordeón, trombón y percusión, se interpretarán obras como Arabesque nº 1 de Claude Debussy, Pedro y el lobo (melodía de Pedro) de Sergei Prokofiev, La pantera rosa de Henry Mancini, El vals del calcetín de Paco Iglesias, La canción del zapatero (canción popular), La retahíla de Camila de Gorka Pastor y Mi canción de los Trilocos.
Liderada por
Belén Otxotorena e Inma Gurrea, Pasadas las 4 tiene gran interés por los cuentos, lo que se refleja en sus espectáculos, ya que aparte de la belleza literaria, el goce, el desarrollo de la imaginación, la sensibilidad y muchas cosas más, la compañía considera que el cuento es primordial en el proceso de aprendizaje de la infancia. 

Pasadas las 4 se creó en 1994 y desde entonces ha trabajado tanto en el teatro de adultos como en el teatro infantil. Las sesiones de cuenta-cuentos son el espacio en el que últimamente las protagonistas se sienten más cómodas.

Si alguien se asoma a la ventana de sus casas cuando se encierran para preparar las sesiones de cuenta-cuentos, podrá escuchar el ojear de los libros de mapas y diccionarios, versos, el sonido de las teclas de un computador que no controlan muy bien, el crujir de las galletas que acompañan el café... pero sobre todo escuchará muchas, muchas, muchísimas carcajadas.