Segundo editorial. Norcorea desafía la seguridad global | El Nuevo Siglo
Miércoles, 30 de Agosto de 2017

El margen de tolerancia de la comunidad internacional a las actitudes militares desafiantes del régimen de Corea del Norte se acorta cada día más. La alerta global por el misil lanzado el lunes pasado por Pyongyang y que alcanzó a sobrevolar mar y hasta territorio japonés, llevando incluso a que se activaran las armas entre la población nipona, pone de presente que la situación en esa península asiática ya está arribando a niveles críticos.

El régimen norcoreano va cada vez más lejos en sus pruebas de misiles y ya hay una amplia certeza de la comunidad internacional en torno a que estos pueden portar dispositivos nucleares.

La advertencia de Estados Unidos en torno a que ante la negativa de Corea de Norte a frenar sus ensayos con misiles y los programas de enriquecimiento de uranio “todas las opciones” de reacción continúan abiertas, no hacen más que confirmar que los niveles de la crisis no apuntan a desactivarse como ha ocurrido en el pasado.

Aunque el misil del pasado lunes cayó en el Pacífico, al este de Japón, y no representó ningún peligro para el territorio continental de Estados Unidos en la isla de Guam, es claro que la Casa Blanca ya no parece dispuesta a seguir soportando los desafíos continuos del líder norcoreano, Kim Jong-Un.

Aunque, por el momento, sigue estando descartada una acción militar unilateral de Estados Unidos o alguno de sus aliados en la península, ya sea Corea del Sur o Japón, es claro que el efecto de las sanciones económicas que recurrentemente se imponen a Pyongyang ya perdieron el efecto disuasivo que tenían años atrás. Además, es evidente que los más afectados por esos castigos no es tanto el régimen, sino los millones de norcoreanos que sobreviven en medio de las más difíciles circunstancias.

El Consejo de Seguridad de la ONU vuelve a tener la palabra en este nuevo pico de la crisis. Todo depende, claro está, de la actitud que asuman Rusia y China frente a Corea del Norte y hasta qué punto sus intereses geopolíticos continúen bloqueando la adopción de medidas más contundentes contra el gobierno de Kim Jong-Un.