Segundo editorial. Estado se juega mucho en paro minero | El Nuevo Siglo
Miércoles, 23 de Agosto de 2017

Tras un mes de protestas en los municipios antioqueños de Segovia y Remedios por parte de mineros artesanales e incluso de quienes trabajan para empresas legales, hay tres circunstancias evidentes.

En primer lugar, que bandas criminales y Eln se han infiltrado en las violentas protestas. Infiltración que no sólo busca evitar la persecución legítima a la minería ilegal, sino que, según versiones que circulan en esa región, también trataría de ganar tiempo para poder sacar de la zona cargamentos de droga. El propio gobernador de Antioquia, Luis Pérez, hizo graves denuncias este fin de semana sobre el alcance de esa infiltración.

En segundo lugar es claro que, como lo habíamos advertido en estas páginas semanas atrás, las negociaciones con los mineros iban a ser muy complicadas porque tanto en Segovia como en Remedios las actividades extractivas, sobre todo de oro, son ancestrales por décadas e incluso siglos. Pero hoy por hoy en esa región confluyen los tres tipos de minería existentes en Colombia: legal y a gran escala, artesanal y de mediana escala así como la ilegal. 

Es imposible, por tanto, una solución que satisfaga a los tres actores, porque una cosa es el pulso laboral entre mineros y la multinacional que tiene la operación más grande, y otra muy distinta que el Estado haga cesiones exageradas a quienes explotan los recursos naturales no renovables sin los permisos correspondientes y mucho menos que pueda pactar con los actores criminales que manejan la minería ilegal.

Y, en tercer lugar, el hecho de que lo que inicialmente se había anunciado como “paro cívico y minero” haya desembocado en un “paro armado” que lleva más de cuatro semanas  pone de presente el riesgo de lo que podría ocurrir en muchas otras poblaciones en donde las autoridades estatales vienen avanzando en la represión a la minería ilegal así como contra la artesanal que rehúsa a formalizarse.

Como lo dijimos en su momento, el Gobierno nacional y el Estado en su conjunto se están jugando mucho en la forma en que se resuelva la crisis en Segovia y Remedios. Lo que aquí se acuerde marcará un antecedente para todo el país, por lo que cada compromiso tendrá que ser analizado ampliamente antes de que algún responsable oficial lo avale.

 

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