Segundo editorial. El oscuro panorama petrolero | El Nuevo Siglo
Lunes, 21 de Agosto de 2017
  • Producción sigue bajando
  • Poco optimismo para 2017

 

Mientras el sector minero-energético no reaccione, será lejana la posibilidad real de que la economía colombiana evolucione de forma más sostenida en el corto plazo y pueda superar el magro crecimiento del 1,2% que se registró en el primer semestre.

La semana pasada el DANE informó que entre abril y junio el PIB sectorial del sector de minas e hidrocarburos tuvo un comportamiento marcadamente negativo de -6 por ciento.

Es claro, como se indicó en su momento, que este resultado tan crítico se dio no sólo porque los precios del crudo no reaccionan y la actividad de exploración y explotación sigue resentida por esa causa, sino porque el terrorismo continúa golpeando los flujos de producción. Por ejemplo, a finales de julio se informó que el oleoducto Caño Limón-Coveñas ya sumaba casi 60 días de parálisis en todo el año debido a 38 atentados terroristas.

Y parece que la situación en el segundo semestre no apunta a mejorar. Por ejemplo, el Ministerio de Minas y Energía informó el viernes que la producción promedio de crudo durante julio fue de 856.377 barriles por día, presentando una disminución de 0,06% respecto a junio. La principal razón de esa baja fue la restricción en el bombeo en el oleoducto Bicentenario.

Es evidente que la reactivación petrolera no se determina por factores internos sino especialmente externos. En estos últimos, los analistas afirman que el panorama a corto plazo no es el más positivo, ya que las cotizaciones no han logrado superar y estabilizarse definitivamente por encima de los 50 dólares por barril. Aunque al comienzo del año el horizonte de los 60 dólares se veía posible, es claro que los incumplimientos en el plan de limitación de la oferta y la una inestable geopolítica del crudo no han permitido una hoja de ruta más segura en materia de precios.

Mientras ello no ocurra, la posibilidad de que Colombia se acerque, de nuevo, a la meta de un millón de barriles producidos al día será cada vez más lejana, así las actividades de sísmica y exploración de pozos en el primer semestre hayan registrado una leve recuperación.