El papa Francisco y la diplomacia pontificia | El Nuevo Siglo
Domingo, 27 de Agosto de 2017
Hernán Olano
León XII designaría hacia 1826 los primeros obispos para Colombia, que fueron los mismos presentados por la naciente república en una lista encabezada por monseñor Fernando Caicedo y Flórez, quien asumió como arzobispo de Bogotá.

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La Santa Sede, al gozar de subjetividad jurídica internacional, ejerce el derecho de legación y posee una actividad diplomática semejante a la de los Estados, aunque con una serie de modalidades que al efecto indica el propio Código de Derecho Canónico al tenor del canon 363. Su actividad diplomática se sirve de los mismos instrumentos que usan los Estados, pero con finalidades específicas, no siempre identificadas con las que éstos persiguen.

El inicio de nuestras relaciones con la Santa Sede fue largo y lleno de dificultades; sin embargo, en 1826 el Nuncio en Madrid informó que había obtenido el beneplácito español para que la Santa Sede pudiese recibir a los diplomáticos americanos en calidad de agentes privados con fines eclesiásticos y además, España solicitó que a ninguna de sus colonias se le reconociere independencia alguna.

León XII, por esa época, designaría los primeros obispos para Colombia, que fueron los mismos presentados por la naciente república en una lista encabezada por Monseñor Fernando Caicedo y Flórez, quien asumió como arzobispo de Bogotá.

Gregorio XVI, quien sucedió a León XII, ni siquiera comunicó a Sánchez de Tejada la Bula Sollicitudo Ecclesiarum, en la que se disponía tratar con “los gobiernos de hecho”, aunque finalmente, el 27 de septiembre de 1833, se reconoció a Sánchez el título de “Encargado” de negocios y se dio a la Nueva Granada en tratamiento de nación soberana, lo cual se concretó el 26 de noviembre de 1835. El 14 de diciembre de ese año, el Embajador Granadino presentó sus credenciales y la Sede Apostólica designó como Internuncio a Monseñor Gaetano Baluffi, quien presentó credenciales el 22 de enero de 1837 en Bogotá y estuvo en Colombia hasta 1842, cuando fue designado Arzobispo de Camerino.

Le sucedió años más tarde Monseñor Serafino Vannutelli, quien ocupó la Nunciatura desde el 23 de julio de 1869, hasta que el 10 de septiembre de 1875 fue designado Nuncio en Bélgica. Luego, sólo hasta 1877, el 14 de agosto, fue designado Nuncio Monseñor Mario Mocceni, quien ocupó el cargo hasta el 28 de marzo de 1882 al ser designado Internuncio para Brasil.

El siguiente Nuncio designado hasta el 24 de noviembre de 1897 fue Monseñor Antonio Vico, designado el 4 de febrero de 1904 Nuncio en Bélgica; le sucedió Monseñor Francesco Ragonesi, designado el 14 de septiembre de 1904 y ocupando la Silla Diplomática hasta el 9 de febrero de 1913, cuando fue trasladado como Nuncio a España; después fue Nuncio Monseñor Alberto Vassallo-Torregrossa, designado el 25 de noviembre de 1913 y permaneciendo en Bogotá hasta su partida a la Nunciatura Argentina el 2 de mayo de 1916; después fue Nuncio Monseñor Enrico Gasparri desde el 9 de diciembre de 1915, hasta el 1 de septiembre de 1920 cuando pasó a Brasil como Nuncio.

Después de un lustro de vacancia, el Santo Padre designó el 30 de marzo de 1925 como Nuncio a Monseñor Paolo Giobbe, quien permaneció en Colombia diez años, para luego ser el Internuncio en Holanda; le sucedería Monseñor Giuseppe Beltrami el 15 de noviembre de 1945, hasta que cinco años después se le trasladó como Nuncio al Líbano; El 30 de junio de 1950 fue nombrado Nuncio Monseñor Antonio Samoré, hasta que en 1953 fue llamado a un cargo en la Santa Sede, siendo sucedido por Monseñor Paolo Bertoli, quien permaneció en Colombia hasta 1959, cuando fue nombrado Nuncio en el Líbano.

Francisco reasignó a Monseñor Aldo Cavalli antes de su posesión en Malta, como Nuncio Apostólico en Libia, por rescripto del sábado 13 de abril de 2013 y posteriormente en los Países Bajos

Los siguientes tres Nuncios serían Monseñor Giuseppe Paupini, entre 1959 y 1969 cuando pasó a la Santa Sede; Monseñor Ángelo Palmas, quien fue Nuncio desde el 19 de abril de 1969, hasta el 2 de septiembre de 1975, pasando a ser Pro Nuncio en Canadá y, finalmente en este grupo, Monseñor Eduardo Martínez Somalo, designado Nuncio el 12 de noviembre de 1975 y hasta el 5 de mayo de 1979, cuando se le nombró en la Secretaría de Estado de la Santa Sede.

De ahí en adelante, Colombia ha tenido otros tres varios Nuncios también destacadísimos, siendo importante señalar a los tres últimos, Monseñor Ángelo Acerbi, Monseñor Paolo Romeo; Monseñor Beniamino Estella; Monseñor Aldo Cavalli y Monseñor Ettore Balestrero.

Monseñor Acerbi nació en Sesto Godano, en la Diócesis de La Spezia, el 23 de septiembre de 1925 y fue ordenado sacerdote el 27 de marzo de 1948.  Graduado en Derecho Canónico y licenciado en Teología, fue llamado al servicio de la Santa Sede en 1954. Después de prestar servicio en las nunciaturas en Colombia, Brasil, Japón y Francia, y en la Secretaría de Estado del Vaticano en la Sección de Relaciones con los Estados, en 1974 fue nombrado Arzobispo de Zella y Nuncio Apostólico en Nueva Zelanda y el Pacífico. Posteriormente fue nombrado Nuncio en Colombia, Hungría y en Holanda. Siendo Nuncio en Colombia, desde 1979 hasta 1990, en su primera aparición pública, fue secuestrado por el grupo M-19, junto a un numeroso grupo de diplomáticos en la sede de la Embajada de la República Dominicana en Bogotá.  El día 6 de agosto de 2001 fue designado Capellán Gran Cruz Conventual “ad honorem” de la Soberana Orden de Malta.

Monseñor Paolo Romeo nació el 20 de febrero de 1938 en Acireale, Italia, y fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1961. Fue designado Obispo Titular de Vulturia el 17 de diciembre de 1983. Fue Nuncio en Haití, Colombia, Canadá, Italia y San Marino. Desde febrero de 2007 es el Arzobispo de Palermo, Italia.

Monseñor Beniamino Estella, nacido en Pieve di Soligo, Italy, el 18 de agosto de 1941; ordenado sacerdote de Vittorio Venetto el 19 de marzo de 1966; en 1987 fue designado Arzobispo Titular de Midila y Oficial de la Curia Romana, pasando el 14 de noviembre de ese año a ejercer el cargo de Pro Nuncio en la República del Congo; el 15 de diciembre de 1992 fue nombrado Nuncio en Cuba y el 11 de febrero de 1999, fue designado Nuncio en Colombia, cargo que ocupó hasta octubre de 2007.

El siguiente Nuncio fue Monseñor Aldo Cavalli, nacido el 18 de octubre de 1946 en Maggianico di Lecho, Italia; el 18 de marzo de 1971 fue ordenado sacerdote; en 1996 se le designó Delegado Apostólico en Angola, luego se le designó Arzobispo Titular de Vibo, antes de pasar el 2 de julio de 1996 a ser Nuncio en Santo Tomé y Príncipe, luego Nuncio en Angola desde 1997 y posteriormente desde el 28 de julio de 2001, Nuncio en Chile. Hasta el 16 de febrero de 2013 ocupó la nunciatura en Colombia, habiendo sido ese día designado Nuncio en la República de Malta. El papa Francisco lo reasignó antes de su posesión en Malta, como Nuncio Apostólico en Libia, por rescripto del sábado 13 de abril de 2013 y posteriormente en los Países Bajos.

Fue sucedido por Monseñor Ettore Balestrero, nacido en Génova el 21 de diciembre de 1966. Ordenado sacerdote en Roma el 18 de septiembre de 1993. Designado el 22 de febrero de 2013 por el papa Benedicto XVI como Nuncio Apostólico en Colombia, y elevado a la dignidad de Arzobispo Titular de Victoriana, siendo consagrado episcopalmente el 27 de abril de 2013 por el cuestionado Cardenal Tarcisio Bertone.

El siguiente Nuncio fue Monseñor Aldo Cavalli, nacido el 18 de octubre de 1946 en Maggianico di Lecho, Italia; el 18 de marzo de 1971 fue ordenado sacerdote; en 1996 se le designó Delegado Apostólico en Angola, luego se le designó Arzobispo Titular de Vibo, antes de pasar el 2 de julio de 1996 a ser Nuncio en Santo Tomé y Príncipe, luego Nuncio en Angola desde 1997 y posteriormente desde el 28 de julio de 2001, Nuncio en Chile. Hasta el 16 de febrero de 2013 ocupó la nunciatura en Colombia, habiendo sido ese día designado Nuncio en la República de Malta.

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