Mitos aparte: serpientes, ¿amenaza o esperanza? | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Domingo, 28 de Agosto de 2016
Alvaro Sánchez

No soy amante de las culebras, de hecho creo que muy pocas personas las quieren. Y no me estoy refiriendo a las enviadas por las entidades bancarias y las compañías de servicios, sino a las que se arrastran por los campos y selvas y tienen, así mismo, una pésima fama como símbolo de la maldad del demonio y portadoras de la mala suerte y de las desgracias, incluida la muerte.

Las serpientes, en general animales misteriosos para el ser humano y que suelen causar profundo temor, son parte de una fauna silenciosa que se ha convertido desde tiempos inmemoriales en víctima de mitos y leyendas que la estigmatizan y la convierten en despreciable, temida y odiada por el hombre.

Es importante saber que estos animales, a pesar de su aspecto insólito, aunque no siempre repugnante, y de su movimiento estrafalario y los característicos sonidos, no siempre son peligrosos para el ser humano. Entre todas las variedades de ofidios que existen en nuestro planeta, no llegan a 580 los tipos de serpientes venenosas. La mayoría de ellas viven en zonas tropicales de clima cálido pues son buscadoras naturales de calor. Pueden estar sometidas a condiciones extremas de aridez o de calor pero también pueden soportar grandes cantidades de humedad. Muy pocas sobreviven a los climas extremadamente fríos aunque existen variedades que lo hacen en países con estaciones e incluso en el círculo polar ártico.

Los lugares de habitación preferidos por las serpientes son las areniscas y los matorrales, sin embargo, no todas habitan en tierra firme. Algunas de ellas permanecen en los árboles y otras en zonas pantanosas e incluso en el agua. Su manera de cazar o defenderse también varía. Por ejemplo, algunas muerden a sus presas inyectándoles poderosos venenos, otras aplican presión hasta lograr asfixiar a su presa y otras emiten somníferos que adormecen a su presa.

Los colores de las serpientes son variados y diferentes en cada una de ellas. En algunas ocasiones parecen lujosos adornos. Sus tamaños también son diversos y poco o nada tienen que ver con su peligrosidad. Incluso, las más pequeñas pueden llegar a ser las más mortíferas. Aunque no es lo más normal, ciertas especies varían de color para camuflarse a la manera de los camaleones, lo que ocurre principalmente en zonas áridas o desérticas.

Otra característica de estos animales que causa admiración es su gran capacidad para desplazarse por terrenos ásperos y pedregosos, o por la vegetación espinosa sin herirse. Ello se debe a la solidez de su piel, la elasticidad de la misma y la capacidad de regeneración de sus tejidos en muy cortos tiempos. Pueden, además de arrastrarse, trepar, esconderse en agujeros o nadar con suma facilidad.

¿Para qué sirven?

Para nuestra sorpresa las serpientes son útiles de muy diversas maneras al ser humano. Veamos algunas de ellas:

Dado que la mayoría de las serpientes tienen su principal fuente de alimentación en mamíferos de pequeño tamaño tales como ratones, murciélagos y otros muchos, ayudan a mantener controladas las plagas que, de otra manera, acabarían por hacer daño a las cosechas y llegarían a amenazar seriamente la posibilidad de alimentarse de la población en general. De otra parte, evitan la proliferación de estos transmisores de enfermedades que ponen en riesgo la salud de esas mismas poblaciones.

Las serpientes son base alimentaria de varias especies y suplemento de otras muchas. Entre ellas están las aves rapaces, los erizos, los jabalíes, varios felinos y otros reptiles. De esta manera, se convierten las culebras en controladores de diversos ecosistemas que dependen de ellas para su mantenimiento.

No en balde la serpiente está en el símbolo de la medicina y en el de las farmacias. Esto tiene una importante base fundamentada en el hecho de que los venenos de estos animales llevan muchos años siendo usados para la creación de fármacos y de herramientas de contraste y diagnóstico. Estas sustancias se han visto implicadas, y se ven actualmente, en el tratamiento de enfermedades como la epilepsia, la poliomielitis, la demencia senil, la degeneración muscular, problemas de transmisión neuromuscular, las infecciones víricas, la osteoporosis, la rinitis vasomotora y algunos tipos de cáncer. Tenemos, además, noticia de muchos experimentos de los que podrían derivar otros varios usos medicinales.

Cabeza fría

Cuando se revelan cifras de accidentes con ofidios, existe la tendencia a buscar una solución radical y la que normalmente salta a la palestra es el exterminio total de estos animales.

Lo que se debe razonar al respecto es que las consecuencias de esta acción podrían llegar a ser desastrosa en términos de la supervivencia del ser humano en el planeta. Hoy por hoy ya existen antecedentes sobre locaciones que han visto disminuir sus recursos debido a la extinción de estos reptiles.

También es cierto que muchos de los agricultores del planeta han comprendido la importancia del cuidado de esta especie. En algunos casos las incentivan como solución a otras plagas que sí serían perjudiciales para el ser humano. Pese a ello se puede aseverar que hoy por hoy este es el mayor depredador de las serpientes, no solo por eliminación directa sino a través de la contaminación introducida por el uso de químicos en pesticidas y plaguicidas utilizados en las cosechas, Esto ha modificado el hábitat de los ofidios, que no han logrado adaptarse debidamente. Capítulo aparte merece el daño que las carreteras y autopistas generan causando millares de animales atropellados en el mundo entero.

Solo queda reflexionar sobre nuestra actitud, no solo con las serpientes sino, en general, con el planeta y comenzar a preocuparnos por la comprensión y el cuidado del mismo. Quizá un buen principio sería dejar de considerar a las serpientes como mascotas exóticas y dejar de coadyuvar en la destrucción de estos animales, con lo cual estamos aumentando la población de otras especies más dañinas para nuestra supervivencia y quizá eliminando la posibilidad de desarrollos médicos que beneficien a nuestras futuras generaciones. Que cada uno decida si persigue o protege a las serpientes.

* alsanchez2006@yahoo.es @alvaro080255