España en alto riesgo de nuevas elecciones | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Miércoles, 31 de Agosto de 2016
Agence France Presse

El conservador Mariano Rajoy fracasó en su intento por obtener un voto de confianza del Parlamento español para formar un nuevo gobierno, disparando la cuenta atrás hacia las terceras elecciones legislativas en un año.

El jefe del gobierno saliente recibió 170 votos en la Cámara de 350 diputados (137 de su Partido Popular, 32 de los liberales de Ciudadanos y uno de un pequeño partido regional canario). Pero necesitaba una mayoría absoluta de 176 para ser investido para un segundo mandato.

Tendrá otra oportunidad el viernes, cuando en una segunda vuelta le basta tener más "síes" que "noes", aunque previsiblemente volverá a ser derrotado si ningún partido de oposición cambia para entonces de postura y se abstiene.

En todo caso, la votación fallida de este miércoles inició un periodo de dos meses para que los partidos formen un ejecutivo, a cuyo término se disuelven automáticamente las cámaras y se convocan nuevas legislativas.

Por los plazos establecidos, las elecciones caerían el 25 de diciembre, día de Navidad.

La falta de un acuerdo en el Parlamento prolonga la parálisis institucional de más de ocho meses, durante los cuales España ha sido dirigida por un gobierno en funciones muy limitado en sus capacidades.

 ¿Elecciones en Navidad?

La derrota de Rajoy era esperada, con la negativa a mantenerlo en el poder de los socialistas del PSOE, la segunda fuerza en el Parlamento que con 85 escaños era determinante en la votación.

"Su comportamiento reciente y lejano" y "sus mentiras de ayer y hoy" avalan "nuestra absoluta desconfianza hacia usted", justificó el jefe socialista Pedro Sánchez ante Rajoy durante el debate del miércoles.

Rajoy replicó a Sánchez que "pasará a la historia porque va a provocar que por tercera vez en un año vayamos a elecciones", algo inédito en España.

Para evitarlas, el dirigente del partido antiausteridad Podemos, Pablo Iglesias, instó a Sánchez a intentar formar un gobierno encabezado por la izquierda, algo ya descartado por los socialistas.

"¡Imposible! Cero. No se va a intentar", había adelantado un consejero de Pedro Sánchez. "La desconfianza hacia Podemos es absoluta", según él.

Una iniciativa legal del PSOE, apoyada por Podemos y Ciudadanos, para recortar la campaña electoral y permitir que las nuevas legislativas se adelanten al 18 de diciembre, es una señal de que los partidos empiezan a resignarse a volver a las urnas, señaló esa fuente.

"En vista de las obcecadas posiciones de los partidos, unas terceras elecciones son probables", estimó Antonio Barroso, analista político español del gabinete estratégico Teneo Intelligence con sede en Londres.

Rajoy podría en teoría sumar más votos tras las elecciones regionales del País Vasco el 25 de septiembre. Si el Partido Nacionalista Vasco (PNV) necesita el apoyo del PP para seguir allí en el poder, Rajoy podría pedir a cambio el respaldo de sus cinco diputados en el Parlamento.

El jefe del grupo parlamentario del PNV, Aitor Esteban, echó por tierra esa posibilidad: Rajoy "no ha hecho el mínimo esfuerzo para atraer nuestro voto" y "nosotros tampoco queremos votarle".

Hartazgo

Mientras, en las calles los españoles miran entre el hartazgo y la exasperación la incapacidad de diálogo de sus representantes políticos y la posibilidad cada vez más real de tener que ir nuevamente a las urnas, tras haberlo hecho en diciembre de 2015 y en junio pasado.

"Yo quisiera que se pusieran de acuerdo. Queremos un diálogo entre partidos", dijo Patricia Palomo, una profesora de 41 años que apoya a los socialistas. "Pero estoy harta", advirtió.

Tanto el PP como el PSOE se muestran "muy soberbios", opinó Juan Antonio Jareño, empleado de la Compañía Española de Petróleos (Cepsa) de 47 años y votante de derechas.

La parálisis política en España arrancó en diciembre, cuando en las urnas los españoles acabaron con el bipartidismo del PP y PSOE imperante durante décadas, pero eligieron un Parlamento muy fragmentado, entre esos dos partidos tradicionales y los noveles Podemos y Ciudadanos.