Los ‘cortocircuitos’ para el plebiscito | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo - Juan Sebastián Cuéllar
Miércoles, 24 de Agosto de 2016
Unidad de análisis

Una reforma tributaria a la que se le acaba el tiempo, el proyecto de referendo contra la adopción gay que se discute en el Congreso, el que se anuncia para un Ministerio de la Familia y la negativa a las peticiones de congresistas en la discusión del presupuesto 2017, los principales. Informe EL NUEVO SIGLO

  1. CUENTA REGRESIVA TRIBUTARIA: Con un hueco de 30 billones de pesos y problemas de financiación para el cierre de este año, el margen de acción del Gobierno para conseguir nuevos recursos que ayuden a solventar el creciente déficit fiscal, es cada día más estrecho. Tanto el Banco de la República como distintos gremios, analistas y las firmas calificadoras de riesgo han urgido al Ejecutivo  que radique ya el proyecto de reforma tributaria estructural. Sin embargo el Gobierno ha dado largas a esta urgencia, siendo absolutamente claro que no quiere que el drástico apretón tributario que asoma afecte la votación del plebiscito refrendatorio de paz. Ello porque es evidente que este voto se contagia cada vez más de las muy bajas calificaciones de la opinión pública sobre la imagen del Presidente y la gestión gubernamental. Advertido de esa circunstancia, el Gobierno prefiere arriesgarse a presentar el proyecto de reforma tributaria solo después de que se vote el plebiscito pero este, a hoy, no tiene fecha definida y, en el mejor de los casos, solo se estaría citando para mediados de octubre. Tanto el presidente Santos como el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, han dicho que el proyecto se presentara el 10 de octubre, lo que implica que una iniciativa tan compleja en materia de reingeniería a la estructura de impuestos solo tendría escasos dos meses para debate y aprobación en un Congreso en el que, además, la mayoría de las bancadas  no quieren pagar el alto costo político que implica aprobar un aumento drástico del IVA, que es la columna vertebral de la reforma. 
  2. EL REFERENDO SOBRE ADOPCIÓN: Si el Gobierno mantiene la postura que el ministro de Salud sostuvo ante la Corte Constitucional, cuando se estaba discutiendo si se autorizaba la adopción por parte de parejas homosexuales, entonces tendrá que ir a la Comisión Primera del Senado a reiterar que está de acuerdo con esta circunstancia y, por ende, debe sentar posición negativa frente al proyecto de ley que pide convocar un referendo para que sean los colombianos los que definan en las urnas si se continúa permitiendo que parejas del mismo sexo puedan adoptar. Este proyecto de iniciativa popular, respaldado por más de 2,3 millones de firmas, es impulsado por la senadora liberal Viviane Morales y tiene el apoyo de la Iglesia Católica, parte del Partido Conservador y muchas otras confesiones religiosas cristianas. Pero el Gobierno sabe que oponerse a la convocatoria de este referendo impactará el apoyo que muchas de estas iglesias cristinas han ofrecido al proceso de paz y al “Sí” en el plebiscito. Una prueba de esta coyuntura se dio hace dos semanas cuando la Iglesia Católica y otras congregaciones cristianas, así como múltiples sectores de la sociedad protestaron por las reformas impulsadas por la ministra de Educación Gina Parody a los manuales de convivencia escolar. Santos tuvo que reunirse de urgencia con al Iglesia Católica y otras organizaciones religiosas para aclarar que su Gobierno no estaba impulsando “la ideología de género”, pero la propia Parody advirtió que en todo este debate el tema del plebiscito terminó siendo involucrado por sus críticos.
  3. MINISTERIO DE LA FAMILIA:  El ex congresista y expresidente del Fondo Nacional del Ahorro, Ricardo Arias Mora, que es además pastor y líder de una organización cristiana, anunció que va a impulsar un proyecto de referendo para que se cree en Colombia un Ministerio de la Familia. Con ese fin dijo inscribió ya un comité promotor ante la Registraduría para empezar a recoger más de dos millones de firmas de ciudadanos que respalden la iniciativa, ello con el fin de que la organización Electoral, avale el proceso y luego el respectivo proyecto sea enviado al Congreso para que allí se analice y se determine si se da vía libre a la convocatoria a las urnas. Es claro que instaurar un Ministerio de la Familia en Colombia, más aun cuando es promovido por un sector cristiano, lo que busca es defender el concepto tradicional de la familia y de la identidad sexual, teniendo como base un núcleo básico heterosexual ¿Respaldará el Gobierno esta iniciativa de las iglesias cristianas? ¿Qué impacto tendría en estas organizaciones religiosas, que días atrás estuvieron en la Casa de Nariño respaldando el proceso de paz, una negativa del Ejecutivo a instaurar un Ministerio de la Familia en los términos y objetivos que se están planteando? Incluso, varias versiones de prensa han indicado que algunas de esas iglesias estarían repensando su apoyo al “Sí” en el  plebiscito refrendatorio, no sólo por la forma en que Santos respaldó a la ministra Parody en la polémica sobre las cartillas de manuales de convivencia escolar, sino porque en los acuerdos de La Habana también se estaría colando la ‘ideología de género’.
  4. APRETÓN EN PRESUPUESTO PARA 2017:Aunque el Gobierno ha reiterado que el monto del proyecto de presupuesto general para 2017, que está siendo estudiado por el Congreso, no tiene margen de acción para colgarle partidas adicionales sobre las obras y proyectos que siempre suelen pedir los congresistas cuando discuten esta iniciativa, lo cierto es que muchos senadores y representantes estarían empezando a condicionar, directa o indirectamente, su apoyo a la campaña del “Sí” en el plebiscito a que se les autoricen estos recursos adicionales para sus respectivas regiones y nichos electorales. Es vox populi en el Congreso que los parlamentarios han advertido que les queda muy difícil ir a sus regiones a pedir apoyo para el plebiscito, llegando con las ‘manos vacías’ en materia de inversión y recursos. Incluso voces del uribismo y de no pocos analistas han advertido sobre este condicionamiento político y electoral al Gobierno que, como se dijo, simple y llanamente no puede ceder a esas peticiones porque no tiene plata y la situación fiscal es cada día más crítica.Es más, ya el monto del presupuesto para 2017 tiene aplicado un apretón de seis billones de pesos, en especial para sectores muy sensibles como el del agro, que sufre un recorte de inversión superior al 40%. A ello se suma que la oposición insiste en que el Gobierno que pide un apretón a las regiones y ministerios,es paralelamente “derrochón” en materia de burocracia y gasto publicitario desbordado a favor del proceso de paz.