Fernando Gaviria no logró medalla en el ómnium | El Nuevo Siglo
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Lunes, 15 de Agosto de 2016
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El italiano Elia Viviani se coronó este lunes rey del ómnium en los Juegos Olímpicos de Rio-2016, donde el colombiano Fernando Gaviria, bicampeón del mundo, no pudo ni entrar en la corte del podio al finalizar cuarto y anunció su retirada de las pistas.

"Tengo que esperar y tomarlo con tranquilidad porque hoy diría que no continúo. Este es el retiro de la pista. Fallé yo, todo el fallo es mío porque yo soy el que corro y yo soy el que debo responder, y ayer y hoy no respondí", comentó el cafetero a los medios, frustrado.

Viviani, de 27 años, arrancó la última prueba de seis como líder de la carrera y, a pesar de sufrir una fuerte caída que provocó el británico Mark Cavendish, acabó colgándose la medalla de oro con 207 puntos.

"Es increíble. Aún no entiendo lo que estoy viviendo. Creo que hasta que no me meta en la cama esta noche no me daré cuenta", afirmó Viviani, exultante.

Cavendish fue segundo, con 194, y el danés Lasse Norman Hansen, ganador en Londres-2012, bronce (192). El surcoreano Sanghoon Park, en el choque con Viviani, tuvo que ser retirado en camilla después de varios minutos inmóvil.

"Fue mi culpa", reconoció Cavendish tras la prueba. "Está claro que cuando buscas el oro y te llevas la plata es una decepción, pero estoy contento porque he dado todo lo que tenía", añadió.

Fernando Gaviria comenzó la prueba por puntos en séptima posición, a 38 unidades de la cabeza y, aunque lo intentó todo, acabó sucumbiendo al empuje de los líderes.

El italiano, especialista del sprint y cuyo mayor logro hasta la fecha habían sido dos campeonatos de Europa en el ómnium en 2014 y 2015, y una etapa del Giro de Italia, también en 2015, puso el broche de oro a una carrera antológica que controló casi en su totalidad.

Por su parte, Cavendish logra su primera medalla después de añorarla desde Pekín-2008. A pesar de tener en su bicicleta el título mundial en ruta en 2011, así como 30 etapas de la Grande Boucle, el británico soñaba con un metal olímpico y por fin lo ha conseguido.

  • Un 'Misil' de fogueo

A Gaviria no se le vio cómodo en casi ningún momento en Río de Janeiro. Tras sus triunfos en los campeonatos del mundo de 2015 y de 2016, se esperaba una versión superior del colombiano, pero ésta nunca llegó.

El domingo arrancó tranquilo, sabiendo que el ómnium es una prueba de fondo. Con seis disciplinas a disputar en dos días, uno no puede dejarlo todo en los primeros metros.

Y con esa mentalidad, Fernando Gaviria finalizó quinto el scratch. El problema llegó justo después, en la persecución individual. Emparejado con Mark Cavendish, se le vieron las costuras. No era su día. Salió como un doble campeón del mundo pero acabó siendo doblado, cediendo cerca de 10 segundos con el británico. Un abismo.

El cafetero consiguió enmendarlo en la eliminación, donde fue tercero, y acabó la jornada en el quinto puesto aunque con muchas dudas.

"No se encontró, como todos los seres humanos, a veces tenemos buenos y malos días y yo creo que hoy no fue su mejor día", dijo tras finalizar el día a la prensa su entrenador José Julián Velásquez.

El lunes todo pareció cambiar durante unas horas. Por la mañana comenzó el día cuarto en la contrarreloj, superando a Hansen, Cavendish y el alemán Roger Kluge. Estaba de nuevo en la pelea.

Pero por la tarde regresó la irregularidad que le había perseguido durante toda la competencia al terminar décimo en la vuelta lanzada.

"La idea es intentar llegar entre los cinco primeros con menos de 20 puntos de diferencia en la última prueba", había dicho Velásquez en la previa pero sus pronósticos no se cumplieron.

'El Misil' encaraba la carrera por puntos séptimo, a 38 de la cabeza. Ciento sesenta vueltas por delante, un sprint cada diez vueltas que otorgaba puntos. Y el primero lo ganó. Despegó con rabia y superó fácilmente a sus rivales. Pero la distancia era demasiado amplia.

Viviani sufrió una aparatosa caída con poco más de 100 vueltas en juego pero se levantó y siguió pedaleando. Como un héroe. Hasta el oro. Sin rendirse, ganó varios puntos intermedios, no cediendo a los empujes de Cavendish, Hansen o el propio Gaviria.

Aún así, el colombiano no se rindió. Dobló a sus contrincantes y se acercó al podio, que volvió a alejársele poco después. Tan cerca, tan lejos.

A falta de 10 vueltas tiró de coraje y se quedó cerca de pasar de nuevo por delante del pelotón pero, exhausto, no pudo materializar su esfuerzo.

El brasileño Gideoni Monteiro acabó decimotercero (94) y el mexicano Ignacio Prado, decimoquinto (73).