El PT de Lula y Rousseff, caída brutal | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 24 de Agosto de 2016
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Noqueado por escándalos de corrupción, el Partido de los Trabajadores (PT), la agrupación de Lula y de Dilma Rousseff, está a punto de caer de forma traumática después de trece años en el poder de Brasil.

Un inesperado fin de gobierno para un partido que nació de la mano del carismático dirigente sindical Luiz Inacio Lula da Silva en las huelgas de las fábricas en Sao Paulo a fines de los 80 y se convirtió poco después en la promesa de cambio.

Ahora, este partido de izquierda deberá trazar una clara estrategia si quiere volver al ruedo en 2018.

El PT "ha perdido el apoyo de la prensa, de la opinión pública, de la clase media ilustrada", destacó Adriano Codato, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Paraná.

Rousseff se convirtió en la primera mujer presidenta de Brasil con un legado bendito de Lula: un respaldo popular de más del 80% y una economía pujante, que sacó a 40 millones de brasileños de la miseria.

Pero este jueves, el Senado brasileño inicia el voto para decidir si la presidenta, suspendida del poder, es destituida por acusaciones de haber maquillado las cuentas públicas, una práctica bastante frecuente de los gobiernos brasileños.

Y nadie duda de que el "Fora Dilma" que sonó tanto en las calles brasileñas será pronto una realidad.

Entre 58 y 61 senadores están dispuestos a votar contra la presidenta, según los sondeos. Bastante más del mínimo de dos tercios requerido.

El "boom" económico de Brasil, que fue motor de crecimiento para la región, comenzó a desmoronarse durante el primer gobierno de Rousseff. Ahora el país está sumido en una profunda recesión, un desempleo que afecta a más de 11 millones de personas, una inflación disparada y un escándalo de corrupción que sacude a toda la clase política.

Muchos critican que Dilma, de 68 años, no supo hacer ni autocrítica ni las reformas necesarias para salir de la crisis y que hace tiempo perdió contacto con sus bases y la sociedad brasileña.

Sin embargo, para muchos emblemáticos seguidores del PT todo esto fue una estrategia para sacar del poder a este partido de referencia de la izquierda.

Jose Eduardo Cardozo, exministro de Justicia de Rousseff, cree hay un claro "intento de demonizar al PT".

Estrategia para volver

Rousseff, quien padeció las peores torturas bajo la dictadura brasileña (1964-85), insiste en que es "inocente" y que es víctima de "un golpe de Estado", orquestado por su exvice de centroderecha, Michel Temer, su compañero de fórmula en las dos elecciones presidenciales que ganó.

El propio Temer, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), la poderosa fuerza que ha tenido la llave de la presidencia del país, es quien pasará ahora a conducir el gigante sudamericano hasta 2018.

Convertido en partido de oposición, el PT deberá diseñar una estrategia si quiere volver al poder en las elecciones generales de 2018.

"El futuro del PT dependerá de lo que hará tras las elecciones municipales de octubre", declaró a la AFP Tarso Genro, exministro de Lula y figura política emblemática del Estado Rio Grande do sul (sur).

Genro es de los pocos miembros del PT que quiere impulsar una "refundación del partido". Es que su formación "quedó devastada por el pragmatismo y las alianzas", critica.

Pero Codato advierte que las elecciones municipales probablemente reflejarán un resurgimiento de una ola conservadora, en reacción al desencanto con el PT.

Veremos un "fuerte crecimiento de los pequeños partidos evangélicos de derecha", pronosticó.

Las clases populares, grandes beneficiarias de los programas sociales del PT como Bolsa Familia, "probablemente votarán en favor del PT".

De todas maneras, "los escándalos de corrupción y la recesión económica dan una imagen negativa del PT", señala Mauricio Santoro, profesor de la Universidad de Rio.

Y puede sonar contradictorio que el partido se alíe con sus archienemigos en las municipales.

"El PT dice que el impeachment es un golpe de Estado pero en 1.000 (de más de 5.000 municipios) se va a aliar con partidos que apoyan la destitución (de Dilma). Eso les va a costar caro", añade.