Divergencias en medios de EU sobre acuerdo de paz | El Nuevo Siglo
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Martes, 30 de Agosto de 2016
Redacción internacional

El proceso de paz cuenta con un enorme respaldo internacional. Desde el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, hasta diferentes mandatarios europeos y latinoamericanos como François Hollande o Mauricio Macri han apoyado los diálogos en La Habana. En la prensa, sin embargo, en especial la norteamericana, las opiniones están divididas entre aquellos que están a favor y los escépticos que tienen más dudas que certezas sobre lo firmado el miércoles 24 agosto.

El Wall Street Journal (WSJ), diario de amplia influencia con sede en Nueva York, dijo en un editorial tan pronto conoció el acuerdo que “nosotros quisiéramos creer en la paz, también. Pero alrededor del acuerdo existe un escepticismo al interior de Colombia y los pequeños detalles dejan claro que mantener la paz no va ser tan fácil como lo anunciaron”.

El diario pone en entredicho el número de curules que va recibir las Farc y crítica, como el punto más complejo del acuerdo, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). “Los líderes de la guerra no van estar en la cárcel, permitiéndoles testificar sobre sus crímenes en una especial de tribunal de verdad y reconciliación”, espeta el WSJ, demostrando sus diferencias con el acápite de justicia.

También se pregunta sobre las facciones disidentes de las Farc que han anunciado que no van a dejar las armas. Dice que esto se da más que por razones ideológicas, por intereses económicos. “Reconocidos asesinos no son propensos a negociar su porcentaje en el tráfico de cocaína para los planes de desarrollo patrocinados por el gobierno en las provincias andinas”, añade el diario, en una visión bastante crítica del proceso.

¿Qué tan válido es el acuerdo en material jurídico institucional? Esa es otra preocupación del Wall Street Journal. El diario privilegia la fortaleza de las instituciones del Estado y sus actores por encima de las posibles concesiones que se dan en la negociación. En ese marco,  señala que “la amenaza es que la guerrilla va explotar las concesiones políticas para socavar la democracia. Ellos usarán los tribunales para acusar a los policías y militares de los abusos, no importa cuán falsa”, en una visión bastante negativa del acuerdo.

Al momento de comparar el acuerdo con otras experiencias latinoamericanas, el WSJ cita el caso de Salvador, con base en el estudio de la profesora Mary Anastasia O´Grady, cuyo argumento es que las amnistías y concesiones políticas fueron un fracaso y al paso de los años hicieron que el pueblo, como hoy está pasando, pidiera la modificación de los acuerdos.  

La otra mirada

No todos son críticas. Al revés, el proceso cuenta con un gran respaldo de medios internacionales como The New York Times, que desde el primer momento sentó su posición a favor del acuerdo y así lo manifestó en un editorial un día después del cierre de las negociaciones en La Habana. Menos a favor, demostrando una posición neutra, The Washington Post (TWP) también se sumó a la discusión y presentó su opinión detalladamente, sin mostrar su beneplácito o molestia.

El diario de la capital de Estados Unidos analizó el componente justicia del acuerdo y sin caer en emotivos argumentos, dijo: “la experiencia de muchos países que salen de largos conflictos sugiere que a menudo es muy difícil de satisfacer las demandas de justicia y de reconciliación. La paz no puede ignorar las atrocidades del pasado”.

Pero ante el  momento “histórico” en que está el país tras más de 50 años de guerra, The Washington Post recalcó el plebiscito como un importante mecanismo de refrendación popular y un proceso democrático que implica una inmensa responsabilidad en los ciudadanos. “Para muchos no será un voto fácil, pero un acuerdo imperfecto y arriesgado puede considerarse preferible que la guerra sucia”, añade el diario.

En una línea más favorable y convirtiéndose en el principal defensor del proceso de paz en el exterior, junto a El País de España, The New York Times en su editorial definió el acuerdo como una “una excelente oportunidad para desarrollar el potencial de una nación que ha sufrido décadas de violencia, desigualdad arraigada e instituciones débiles”.

“El pacto llama a profundas reformas estructurales e inversiones sociales que tienen el potencial de transformar el país en una sociedad más próspera y equitativa. Ellas incluyen la reforma agraria integral, que reduciría la brecha entre los centros urbanos en pleno auge y el campo históricamente empobrecida y olvidada”, indica demostrando su optimismo por los acuerdos pactados en materia agraria y rural.

The New York Times no analizó a fondo la Jurisdicción Especial para la Paz, aunque se refiere en una parte a que “no es lo ideal ya que, inevitablemente, muchos crímenes quedan sin castigo, incluyendo a los miembros de las fuerzas armadas,  responsables en cierta medida de las peores atrocidades de la guerra”.

Finalmente lanzó un argumento a favor de las 10 curules que tendrán las Farc en el Congreso argumentando que “la construcción de un sistema político más incluyente reduciría el riesgo de que surjan comunidades marginadas en el futuro que consideren la violencia como el medio más eficaz para lograr un cambio”.