Cuando conducía un taxi por las calles de Ibagué fue interceptado Yéimer Andrés Durán Espinosa, quien era señalado por las autoridades de ser uno de los jefes (sayayines) más agresivos y peligrosos de las bandas criminales que controlaban la temida olla del Bronx, en Bogotá, desarticulada el pasado 28 de mayo.

En medio de los operativos este delincuente logró huir del lugar y se refugió en la capital del Tolima, donde las autoridades le estaban siguiendo la pista.

Durán Espinosa era uno de los sayayines más buscados por las autoridades. Tiene una orden de captura vigente por el secuestro de dos investigadores del CTI, los cuales fueron retenidos y torturados en el Bronx cuando llevaban  a cabo una acción encubierta.

Según el teniente coronel Douglas Restrepo, Jefe de la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, este delincuente también tiene cargos por porte ilegal de armas, tortura y homicidio.

“Pese a su edad, 22 años, era uno de los jefes más temidos del Bronx donde era reconocido por su desmedida agresividad. Logró escapar el día que se llevaron a cabo los operativos, pero gracias a esta investigación fue expedida una orden de captura”, señaló el oficial.

Durán estaba viviendo en Ibagué hace cerca de cuatro meses junto a su compañera sentimental. Y hace pocos días empezó a conducir un taxi en el que fue caprurado.

Una vez fue intervenido el Bronx, por orden del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, se empezaron a conocer desgarradoras historias que protagonizaron los sayayaines y que tienen que ver con el abuso y la prostitución de menores, la tortura, desaparición y descuartizamientos de decenas de personas, entre otros crímenes.