10 claves sobre anuncio del acuerdo final | El Nuevo Siglo
Foto Alto Comisionado de Paz
Miércoles, 24 de Agosto de 2016

Como no se reveló el texto del pacto definitivo, quedaron sobre la mesa varios interrogantes y algunas certezas. Habrá 10 curules para Farc, como mínimo, pero se desconoce si adicionales a los 268 escaños de hoy. Plebiscito será el 2 de octubre pero no se sabe si hoy se conocerá la pregunta. Tampoco quedó claro cuándo será el “Día D”, la concentración de tropas guerrilleras y el trámite de la amnistía. ¿Vamos para ‘plebiscito armado’? Se inscribirá acuerdo final en Ginebra sin haber votado plebiscito, pese a acto legislativo de paz sólo se activará tras las urnas

NEGOCIACIÓN CERRÓ, TEXTO INMODIFICABLE: Tanto el Gobierno como las Farc fueron claros en que la agenda ya fue totalmente pactada y que el acuerdo final de paz es inmodificable, es decir que no se le podrá cambiar ni una sola coma ni aplicarle el más mínimo ajuste. Así las cosas, todos los asuntos pendientes fueron acordados puntualmente o su reglamentación quedó para ser tramitada por el procedimiento legislativo especial en el Congreso o mediante decretos presidenciales. Solo hasta hoy se publicará todo el texto integral del acuerdo final, que tendría no menos de 200 páginas más anexos. Será entonces cuando se conozca en concreto qué se pactó y qué no de los últimos asuntos pendientes. La publicación del acuerdo, según la ley estatutaria que convoca este plebiscito especial (que fue sancionada ayer mismo por el Presidente de la República), es requisito obligatorio para que el presidente Santos pueda informar al Congreso su intención de convocar el plebiscito para el 2 de octubre. El texto del acuerdo debe ser revelado en todas las páginas web del Estado y por todos los medios de comunicación posibles.

 

¿HOY SE CONOCERÁ PREGUNTA DEL PLEBISCITO?: El presidente Santos anunció anoche que hoy mismo enviará al Congreso el texto del acuerdo final de paz y le informará de la intención de su gobierno de citar el plebiscito refrendatorio para el 2 de octubre. Para ello no sólo tiene que adjuntar el texto definitivo de lo pactado con la guerrilla, sino que debería indicar de manera puntual cuál será la pregunta que someterá a consideración de la ciudadanía. Sin embargo EL NUEVO SIGLO consultó anoche a dos magistrados de la Corte Constitucional: uno dijo que la pregunta debía conocerse hoy y otro que sólo cuando expida el decreto fijando la fecha de la cita en las urnas. Aunque el Congreso tiene un mes de plazo para pronunciarse, es claro que si las mayorías de las bancadas parlamentarias están apoyando el proceso de paz, la respuesta a la solicitud presidencial será casi inmediata. Tras ello, el Jefe de Estado debe emitir un decreto en el que oficializa la convocatoria del plebiscito y la fecha. La idea del Gobierno es que dicha fecha sea el domingo 2 de octubre, precisamente antes de que inicie la semana de receso escolar. Debe tenerse en cuenta, además, que la campaña de pedagogía imparcial que el Gobierno debe emprender para publicar y divulgar por todos los medios posibles el contenido íntegro del “acuerdo final” debe durar mínimo treinta días antes de la fecha de votación del plebiscito.

10 CURULES PARA LAS FARC: Aunque no habrá asignación de curules a dedo para la guerrilla desmovilizada en el actual Congreso, sí tendrán tres voceros con voz (pero no voto) en Senado y Cámara para los proyectos que tengan que ver con la implementación del acuerdo de paz por la vía del procedimiento legislativo especial. También se determinó que el partido que surja de las Farc deberá participar en los comicios parlamentarios de 2018 y 2022 para asegurar una representación mínima de 5 senadores y 5 Representantes a la Cámara durante ambos períodos. Si no logran la votación para acreditar esas cinco curules en cada cámara, igual se les asignarán. El presidente Santos dijo anoche que para el caso del Senado, el movimiento político debía pasar el umbral electoral mínimo (para las elecciones de 2014 este estuvo por encima de los 350 mil votos), pero si no alcanzaban ese potencial de votos, entonces se le asignarían las cinco curules de todas maneras. Ahora, si tienen más votación, tendrán tantas curules como lo determine la cifra repartidora normal. Lo que no se sabe aún es si esas cinco curules en Senado y las cinco en Cámara serían adicionales a las 102 que hoy hay en la cámara alta y las 166 de la cámara baja.

 

REINCORPORACIÓN DE DESMOVILIZADOS SIN DEFINIRSE: Uno de los temas pendientes en la última semana era cómo se garantizaría la reincorporación a la vida política, económica y social de los desmovilizados de la guerrilla una vez terminarán los 180 días de la etapa de cese el fuego y desarme. Sobre este asunto no se dieron ayer mayores detalles y solo hoy, cuando se conozca el acuerdo, se sabrá exactamente qué se acordó. Lo único que se informó es que habrá atención a los derechos de cada excombatiente en salud, acompañamiento psicosocial, educación y reunificación de núcleos familiares, entre otros. Igual apoyos económicos excepcionales y transitorios para la estabilización económica de estas personas una vez hayan hecho la dejación de armas y el tránsito a la legalidad. También incentivos “excepcionales, transitorios y diferenciados” para la construcción de iniciativas de carácter individual y asociativo como la organización de Economías Sociales del Común (Ecomún). Se creará, igualmente, un Consejo Nacional de Reincorporación que será una instancia conjunta entre el Gobierno y las Farc que tiene como objetivo realizar el seguimiento al proceso de reincorporación de los guerrilleros.

ACUERDO SERÁ INSCRITO EN GINEBRA ANTES DE PLEBISCITO: Llamó la atención que en el comunicado del Gobierno y las Farc suscrito ayer se dijera que el acuerdo final de paz suscrito por las partes “se depositará inmediatamente tras su firma, ante el Consejo Federal Suizo en Berna o ante el organismo que lo sustituya en el futuro como depositario de las Convenciones de Ginebra”. Sin embargo, el acto legislativo especial de paz que fue aprobado en junio pasado por el Congreso y que establece los mecanismos de implementación y garantía de cumplimiento del acuerdo final de paz, contempla efectivamente que el texto del pacto definitivo sería elevado a la categoría de acuerdo especial “en los términos del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949”, sin embargo el artículo 5 de esa reforma constitucional, relativo a la vigencia de todo lo mandado en ese acto legislativo, dejó en claro que sólo podría aplicarse después de que se hubiera refrendado en las urnas el “acuerdo final” de paz. Es decir, que el acto legislativo establece que la radicación del acuerdo final en Ginebra sólo debería hacerse después de votado positivamente el plebiscito y no antes.

¿CUÁNDO SERÁ EL DÍA D?: De lo anunciado ayer por el Gobierno y las Farc, aun no queda claro cuándo será el “Día D”. Es decir, la fecha a partir de la cual empezarán a correr los 180 días en que las Farc deben concentrar sus tropas en las 23 zonas veredales y las 8 campamentarias que se crearán para arrancar el cese el fuego y de hostilidades así como el desarme subversivo. Ese “Día D”, según el Gobierno, es la fecha en que se suscriba formal y solemnemente el acuerdo por parte, ya no de los plenipotenciarios y jefes negociadores (lo que se concretó ayer), sino del propio presidente Santos y ‘Timochenko’, máximo comandante de las Farc. Esta firma sólo sería posible después de que la guerrilla realice su “conferencia nacional guerrillera”, que será en Colombia y tardaría no menos de 15 días. Según trascendió ayer, la ceremonia solemne sería, entonces, el 23 de septiembre, aunque no se sabe si en Cuba o en algún lugar de Colombia, como el Meta o Caquetá. Es decir, entonces, que el “Día D” sería apenas nueve días antes de que se vote el plebiscito, el 2 de octubre.

¿CAMPAÑA DE PLEBISCITO CON FARC ARMADAS?: En la sentencia que dio vía libre a la ley estatutaria del plebiscito especial de paz, la Corte Constitucional fue clara en advertir que como condición necesaria para la protección de la libertad del elector se debía evitar que este sea coaccionado para optar por una u otra alternativa. “Esto supone, como es apenas natural, que el grupo armado ilegal con quien se negoció el contenido del Acuerdo deponga el uso de las armas y de la violencia como paso previo y obligatorio a la refrendación popular”, señaló el alto tribunal. El problema aquí es que ayer no se aclaró cómo se garantizará que las Farc depongan el uso de las armas y garanticen que renuncian a la violencia armada antes de la cita en las urnas. Algunos analistas dicen que con la firma del acuerdo final ayer, en donde las partes dicen que se protocolizó el “fin de la guerra”, ese requerimiento de la Corte quedó resuelto. Sin embargo, otros consideran que ello sólo es posible si la guerrilla se concentra en las 22 zonas veredales y 8 campamentarias. El problema es que las Farc han advertido que sólo se concentrarán tras la votación del plebiscito. Por ello la oposición ha advertido que los colombianos van rumbo a la votación de un “plebiscito armado”.

X CONFERENCIA DE FARC EN COLOMBIA: A lo largo de más de 52 años de lucha armada, las Farc sólo han realizado nueve “conferencias”. Esto indica la profunda significación que tiene esta instancia dentro de la estructura de definición de los lineamientos estratégicos de esa facción insurgente, sobre todo ahora que se anuncia que la “décima” versión se realizará en los próximos días y allí se espera que el pleno del mando subversivo respalde el “acuerdo final” de paz a que se llegó luego de cuatro años de negociación en La Habana con el gobierno Santos y se dé la orden a toda la organización de abandonar la lucha armada para reincorporarse, como partido político, a la vida civil y legal. La décima conferencia será llevada a cabo en Colombia en las próximas semanas. Para ello el Gobierno, la ONU y delegados de los países garantes activarían un mecanismo para trasladar a un determinado lugar, posiblemente en Caquetá, Meta o Cauca, a la mayoría de los comandantes de las Farc desde distintos lugares del país. Es claro que será todo un proceso logístico y de seguridad bastante complicado, ya que serían no menos de 200 o 300 mandos, lugartenientes y hasta ideólogos que han permanecido en las sombra por años o décadas.

¿AL FIN CUÁNDO SERÁ LA AMNISTÍA?: Otro de los temas que quedó sin resolverse puntualmente ayer es cuándo se tramitará efectivamente la ley de amnistía que se pactó en el acuerdo sobre justicia especial de paz para los guerrilleros que no están acusados de delitos graves ni atroces, y que, por lo tanto, no tendrían que ser juzgados por el Tribunal Especial de Paz. Como se sabe, en los últimos días hubo incertidumbre al respecto, ya que mientras el Gobierno insistió en que el trámite de esta ley sólo se haría después de la votación del plebiscito, las Farc habían advertido que sólo se concentrarían en las 23 zonas veredales y las 8 campamentarias después de la refrendación popular de los acuerdos y de que se estuviera listo lo relativo a la amnistía. Como aún no se conoce el texto del acuerdo, no se sabe cómo se solventó este tema, aunque ayer trascendió que se habría pactado que la ley de amnistía sólo se tramitaría después del plebiscito, mediante procedimiento legislativo especial, y en el entretanto se aplicarían para la excarcelación de guerrilleros y la movilización de subversivos a las zonas de concentración artículos de la ley 418 o de Orden Público, por la vía de los subrogados políticos.

ACUERDO POLÍTICO POS-PLEBISCITO: Una de las novedades en el comunicado ayer expedido por las partes fue la relativa a que el Gobierno y las Farc, “con el ánimo de consolidar aún más las bases sobre las que edificará la paz y la reconciliación nacional, una vez realizado el plebiscito, convocarán a todos los partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran ACUERDO POLÍTICO NACIONAL encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social”. No deja de acaparar la atención este llamado porque una de las mayores críticas que se han hecho al proceso de paz de La Habana es, precisamente, que no se basó en un acuerdo político nacional ampliado, que incluyera voces críticas como las del uribismo. Todo lo contrario, lo que hay es una polarización política bastante amplia que tiene empatadas en las encuestas las opciones del “Sí” y el “No”. También llama la atención que dicho “acuerdo político nacional” solo se plantee para después de la votación del plebiscito y no antes, cuando lo lógico sería buscar esos consensos previo a que se acuda a las urnas para asegurar la aprobación del acuerdo.