Sistema de control fiscal está en crisis: Auditor | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 17 de Julio de 2019
Redacción Política
A pocos meses de dejar el cargo, Carlos Hernán Rodríguez, Auditor General de la República, urgió la reforma que tramita el Congreso y lamentó que exista un exceso de contralorías en el país

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EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles considera que han sido las principales fortalezas y debilidades de la gestión de la Auditoría General?

CARLOS HERNÁN RODRÍGUEZ: Considero que una de las principales debilidades es el periodo del Auditor General. En un periodo de dos años en la administración pública es prácticamente imposible consolidar algunos de los aspectos de gestión.

En materia de fortalezas considero importante que el actual Contralor General de la República hubiese estado en la Auditoría y de igual manera yo hubiese estado en una contraloría territorial. Eso permitió lograr una articulación para poder lograr propósitos. En el momento en el que me posesioné como Auditor General asumí en primera instancia el compromiso de impulsar una reforma al sistema de control fiscal en el país. De la mano del Contralor General se ha impulsado esa iniciativa; se logró culminar con éxito la primera ronda del trámite del acto legislativo.

En segundo lugar, nos comprometimos a impulsar el Sinacop, un sistema de control fiscal que permitiera una adecuada coordinación entre la Contraloría General, las contralorías territoriales y la Auditoría General. Considero que en esto hemos adelantado bastante y que va a ser un elemento importante a futuro. De igual manera, el uso de los sistemas de información, la plataforma Océano, que ha venido adelantando el Contralor General. Gracias a esto se podrán mostrar resultados más efectivos y contundentes en materia de control fiscal en el país.

ENS: ¿Es una necesidad que el periodo del Auditor pase a ser de cuatro años?

CHR: Tanto el Procurador como el Contralor, el Fiscal, el Defensor, los alcaldes, los gobernadores, los contralores territoriales, los personeros tienen periodos de cuatro años; los magistrados tienen periodos de ocho años.

En una figura de rango constitucional, como lo es la del Auditor General, no tiene ninguna explicación que sea un periodo de solo dos años. Esto se convierte en una talanquera bastante fuerte para la solidez desde el punto de vista institucional y para poder mostrar unos resultados más contundentes.

Nosotros hemos podido durante estos dos años mostrar algunos resultados importantes, pero, repito nuevamente, ha sido producto de la labor coordinada que se ha tenido con la Contraloría General de la República. Debo admitir que muchos de los proyectos que veníamos trabajando van a quedar en el camino y dependerá de la voluntad política del nuevo auditor o auditora que termine de consolidar lo que se ha venido trabajando en este periodo.

Pocas y robustecidas

ENS: ¿Considera que hay un exceso de contralorías territoriales?

CHR: Sí. Considero que hay un exceso de contralorías. Precisamente en la reforma se ha mencionado el tema de que la Contraloría general, la Auditoría, el Departamento Administrativo de la Función Pública realicen un estudio serio sobre cuál es la cantidad de contralorías que requiere el país. Hay unas que a mi juicio -esta es una opinión profundamente personal- no tienen razón de ser.

Me parece que deben existir unas contralorías territoriales robustecidas y fortalecidas, con un método de elección totalmente diferente al que existe hoy, que los contralores no sean elegidos mediante una convocatoria pública sino mediante un concurso público de méritos.

De igual manera, que no coincidan los periodos del Alcalde y del Gobernador con el del Contralor. Que sean unas contralorías dotadas de personal que les permita fenecer las cuentas como es debido. Hoy en día se están feneciendo las cuentas de una manera que no es debida. No se está realizando un adecuado control fiscal en el país. Yo lo he venido manifestando, es imposible que contralorías con cuatro, cinco o siete funcionarios pretendan realizar unas auditorías integrales y de calidad. Hoy en día hay una gran crisis en el sistema por la incapacidad que desde el punto de vista logístico y desde el punto de vista de la solidez institucional tienen esas contralorías territoriales.

ENS: ¿Cómo ve la reforma al control fiscal?

CHR: Yo quiero reconocer desde todo punto de vista la iniciativa del Contralor, lo amplio que ha sido en esta circunstancia. El hecho de haber acogido el llamado de la Auditoría General. La Auditoría ha estado presente en todos y cada uno de los puntos, también los sindicatos, los funcionarios.

Respaldo todos los puntos. Quiero citarle a manera de ejemplo uno: el control preventivo, el cual ha generado polémica. Este es muy diferente del control previo, considerado en la Constitución del 86. El control previo consagrado en esa Constitución tenía un carácter universal. Este control preventivo que está proponiendo la Contraloría General es cuando se evidencie verdaderamente que se va a causar un perjuicio que termine siendo irremediable. Entonces hay que hacerse la pregunta: ¿Para qué está el control fiscal? ¿El control fiscal debe tener un carácter eminentemente resarcitorio? La verdad es que yo pienso que no. La Contraloría no puede estar circunscrita únicamente a recuperar una cantidad de plata. Cuando a partir de las triquiñuelas que hacen los bandidos estos han logrado colocar los bienes a nombre de otras personas, es muy difícil recuperar ese dinero. Aquí lo que hay que hacer es prevenir que ese daño no se cause.

Delicadas inconsistencias

ENS: Hace unos meses usted señaló que informes de algunas controlarías mostraban inconsistencias…

CHR: Los contralores deben rendirnos a nosotros cuentas y nosotros hemos detectado gran cantidad de inconsistencias en la información. Inconsistencias en el presupuesto que ellos nos hacen llegar, en la misma planta de personal que ellos tienen, datos que hemos tenido que corroborarlos en varias oportunidades.

La verdad es que es muy delicado que existan problemas en la información que ellos están suministrando porque esos mismos organismos son los que a su vez tienen que responder en cada territorialidad por el control fiscal. Ellos deben dar ejemplo en la información que suministren, que sea totalmente confiable.

ENS: ¿Es necesario que las contralorías tengan un mayor presupuesto?

CHR: Desde luego. Si usted compara lo que se está asignando a la Procuraduría, a la Fiscalía frente a lo que se le asigna a las contralorías usted observa la magnitud de la diferencia que ahí existe.

ENS: ¿Qué opina de la figura del tribunal de cuentas?

CHR: No soy partidario de esa figura. Eso ha quedado desechado en el tema de la reforma. Yo pienso que lo mejor es darle solidez a una auditoría que tenga mayor credibilidad como dijimos. Así mismo, la eliminación de la Auditoría de Bogotá se tiene que dar. La Auditoría General de la República tiene que ser una sola: la encargada de evaluar las cuentas generales de las contralorías a nivel territorial y de la Contraloría General.

ENS: El año pasado la Auditoría dio un informe sobre el bajo porcentaje de ejecución de las entidades, ¿cómo va ese proceso este año?

CHR: Estamos terminando de consolidar un informe para mirar cuál ha sido el porcentaje de los recursos que quedaron de ejecutar.

La ley de garantías ha hecho daño. Ha perjudicado la ejecución y la planificación. Nosotros fuimos la primera entidad que llamó a la derogatoria de esa ley porque terminaba siendo en últimas más gravosa la cura que la enfermedad que se está viviendo. Esta ley ha llevado a que lo que se tiene que contratar en varios meses se tenga que contratar en 15 o en 20 días, son astronómicas las cifras. No se trata de ejecutar por ejecutar, lo que se trata es de responder a unos tiempos de planificación.