Yuan bajo merma efecto de guerra comercial | El Nuevo Siglo
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Viernes, 20 de Julio de 2018
Agence France Presse

 

El valor de la moneda china se desploma alcanzando su nivel más bajo durante el último año, esto marcado por una mejora de las exportaciones en China a pesar de la guerra comercial con Estados Unidos incentivada por las medidas proteccionistas de Donald Trump.

El yuan se devaluó un 10% respecto al dólar desde el pasado mes de abril. Esta caída beneficia las exportaciones de productos chinos en el mercado estadounidense, aunque se produce en el mismo momento en que Washington ha impuesto unos aranceles del 7% en las importaciones procedentes de China.

El retroceso del valor del yuan permitirá "compensar a los exportadores chinos la pérdida de competitividad experimentada por el incremento de los aranceles estadounidenses", asegura Rajiv Biswas, economista del gabinete IHS Markit.

Estados Unidos fijó el pasado el 6 de julio tasas del 25% a productos importados de China, valorados en 34.000 millones de dólares. El gobierno chino reaccionó incrementando sus aranceles respecto a las importaciones estadounidenses.

Sin embargo, Washington amenaza ahora con tasar todas las importaciones chinas, valoradas en 505.000 millones.

"Estoy dispuesto a llegar hasta los 500", declaró este viernes Trump durante una entrevista en la cadena estadounidense CNBC. "No lo hago por motivos partidistas, sino para hacer lo que es positivo para nuestro país", añadió.

El inquilino de la Casa Blanca reitera sus acusaciones a China de competencia desleal y denuncia el déficit comercial de 375.000 millones de dólares que Estados Unidos experimentó el año pasado respecto al gigante asiático.

Vulnerando la independencia de la Reserva Federal, Trump también criticó este jueves su política monetaria, que favorece un aumento excesivo del valor del dólar respecto al yuan, "en caída libre", según el Presidente estadounidense. Esto perjudicaría las exportaciones de las empresas estadounidenses.

Trump acusó a China y la Unión Europea de manipular sus monedas para obtener beneficios en el intercambio comercial. "China, la Unión Europea y otros han estado manipulando sus monedas y tasas de interés", afirmó el mandatario en la red social Twitter.

En un segundo mensaje añadió que en cambio Estados Unidos "aumenta sus tasas mientras el dólar se torna cada día más fuerte". Esta situación, "elimina nuestra ventaja competitiva", apuntó el mandatario.

En su opinión, el actual proceso de endurecimiento de las condiciones monetarias "hiere todo lo que hemos estado haciendo. Estados Unidos debería ser capaz de recuperar lo que ha perdido a causa de la ilegal manipulación de monedas".

Fuga de capitales

El yuan no es una moneda libremente convertible y el Banco Central chino controla cada día su fluctuación alrededor de una tasa-pivote. Este índice se situaba este viernes en 6,7671 yuanes por dólar, un 1% menos respecto al jueves.

Esta es la pérdida más importante desde hace dos años, lo que, según los analistas, muestra como Pekín ve con buenos ojos esta caída del yuan y no tiene previsto intervenir en el mercado de divisas, por ejemplo, vendiendo una parte de sus abundantes reservas de dólares.

"La fijación (de la tasa-pivote) refleja la tolerancia creciente del Banco Central chino respecto a la caída del yuan", defiende Ken Cheung, del banco Mizuho en Hong Kong.

Pero si esta devaluación se acentúa durante los próximos meses, "podría comportar un fuga de capitales y amenazar la estabilidad financiera. China quizás intervenga pronto verbalmente" en beneficio del valor de su moneda, declaró Cheung a la agencia Bloomberg.

La moneda china no se había devaluado tanto desde el verano de 2015, cuando la caída espectacular de las bolsas hizo que los chinos con ahorros importantes invirtieran en el extranjero. Pero ante esta fuga de capitales, Pekín multiplicó sus esfuerzos para estabilizar el valor del yuan, cuyo valor creció de manera significativa en 2017, a pesar de las críticas reiteradas de Trump.

Pero esta tendencia se invirtió desde principios de este año, con la amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos, la ralentización del crecimiento y unas peores perspectivas presupuestarias.