Desde Basora hasta Bagdad iraquíes protestan por corrupción | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Miércoles, 18 de Julio de 2018
Agencia Anadolu

Con la llegada del décimo día de protestas, los manifestantes no se muestran muy optimistas con la idea de que sus exigencias sean atendidas en un futuro cercano.

Las protestas se desataron en Basora, una ciudad ubicada al sur del país, donde los manifestantes denunciaron una mala calidad en los servicios públicos, altas tasas de desempleo y severos cortes de energía.

Las principales razones para explicar la crisis financiera que vive Irak, la cual parece haber desencadenado las protestas, son los altos costos de un conflicto permanente y la caída de ingresos del petróleo.

Bagdad no ha podido cumplir con sus planes de desarrollo y sigue luchando para poder brindar a sus habitantes servicios públicos como electricidad y agua.

Entre tanto, una crisis de desplazamiento sigue afectando las zonas occidentales, centrales y del norte del país, donde las operaciones antiterroristas no han parado desde el 2014.

Las regiones predominantemente chiitas del oriente y sur de la nación, por otro lado, parecen estarse enfrentando a un desafío completamente diferente: la presunta negligencia y mala administración del Gobierno.

Fuera luces en Irán

A principios de esta semana, Irán le recortó la energía a Irak, dejando sin electricidad a la gobernación rica en petróleo de Basora en Irak, junto con otras más.

Teniendo en cuenta que el país está viviendo un caluroso verano, con temperaturas que han llegado a superar los 50 grados centígrados, esta medida desencadenó rápidamente una serie de manifestaciones en las gobernaciones de Basora, Di Car, Mesena y Mutana.

El 6 de julio, dos días antes de que iniciaran las protestas, Musaab al-Mudaris, portavoz del Ministerio de Electricidad de Irak afirmó que Irán había recortado 1.000 megavatios de energía en Irak, en vista de las grandes deudas que tiene pendientes Bagdad.

En una rueda de prensa realizada el 13 de julio, el ministro iraní de Energía, Reza Ardakanian, dijo que Irán también suspendió las exportaciones de energía a Pakistán y Afganistán debido a problemas del suministro de electricidad y agua.

Al día siguiente, las protestas en Irak se extendieron a la capital, Bagdad, mientras que en la provincia de Náyaf los enojados manifestantes asaltaron el aeropuerto internacional y paralizaron el tráfico aéreo.

Con el objetivo de evitar que las protestas sigan aumentando, Bagdad redujo el acceso a internet y prohibió varias plataformas de redes sociales.

También impuso toques de queda en Basora, Kerbala, Náyaf y Mutana, donde las manifestaciones han sido más intensas.

Según datos extraoficiales, la población chiita iraquí (aproximadamente el 60% de la población total) vive predominantemente en las provincias del sur.

Los manifestantes, que ya habían atacado edificios gubernamentales e instalaciones petroleras, ahora incendian las oficinas de grupos armados, incluidas las de la coalición paramilitar iraquí de milicias, Hashd al-Shaabi.

También han incendiado las oficinas del Partido Dawa de Irak, la Coalición Fatah y el Movimiento de la Sabiduría.

Con la esperanza de satisfacer las demandas de empleo de los manifestantes, el primer ministro, Haider al-Abadi, recientemente reveló planes para nombrar 10.000 nuevos funcionarios públicos.

Según los informes, también ordenó a los funcionarios que busquen soluciones urgentes para la escasez crónica de agua y energía. Según algunos informes, también ha destinado USD 3.000 millones para la mejora de los servicios públicos en Basora.

En respuesta a los recientes disturbios, el jefe de policía de Náyaf fue despedido recientemente, junto con la administración del Aeropuerto Internacional de Náyaf, que con frecuencia había sido acusada de corrupción en el pasado.