La experiencia y conocimiento del sector empresarial de los nuevos ministros puede incidir positivamente en la Administración y su eficacia

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Con el nombramiento de varios dirigentes gremiales en el gabinete del presidente electo, Iván Duque, se vuelve a hablar de la sensible relación que durante mucho tiempo se ha presentado entre los directivos empresariales y el Gobierno. No se debe descuidar que gremios como la Andi y el Consejo Gremial, fueron los primeros que le enviaron al presidente Duque su hoja de ruta económica.

No en vano los dirigentes gremiales en muchas ocasiones han sido críticos del Estado y del Gobierno, pero inmediatamente al ser nombrados en alguna cartera ministerial pasan al otro lado a desempeñarse desde un cargo al que antes criticaban. Para algunos sectores este hecho es una ventaja para el país porque nombran a ministros que conocen bien la problemática de su sector, sin embargo esto no siempre ocurre de esa manera.

En la actual Administración del presidente Juan Manuel Santos, uno de los dirigentes gremiales emblemáticos como Luís Carlos Villegas, que durante muchos años presidió la Andi,  hoy está al frente de la cartera de Defensa, uno de los ministerios claves dentro del Gobierno.

Precisamente para ser nombrado en esta cartera suena con fuerza el nombre del presidente de Fenalco, Guillermo Botero. Este hecho no ha sido confirmado, pero no cabe duda que su posible llegada al Ministerio de Defensa, representa la de una persona que durante los últimos años ha sido uno de los principales críticos del Gobierno Santos y de las negociaciones de paz con las Farc. Botero, de ascendencia conservadora es muy cercano al expresidente Álvaro Uribe y a las posiciones del Centro Democrático.

Política

Sin embargo, su llegada al Ministerio de Defensa, sería la confirmación de que no necesariamente la trayectoria de Botero como empresario es un impedimento para el cargo, sino que todo debe verse desde el contexto político y al mensaje que quiere enviar el presidente electo al país.

No deja de ser curioso que otra vez y en periodos consecutivos, dos de los dirigentes gremiales más importantes del país lleguen a la cartera de Defensa, como es el caso de Villegas y en esta ocasión de Botero. Seguramente el nuevo Gobierno quiere darle a ese ministerio un manejo empresarial. Botero es un empresario con amplia experiencia, ha combinado el ejercicio del derecho, con actividades empresariales en áreas de comercio exterior y también ha sido docente de la Universidad de los Andes. Desde el 2003 ocupa la presidencia de Fenalco.

Otro elemento es que la actual coyuntura está salpicada por lo que deben ser las reformas económicas que deberá emprender el Gobierno, como lo son la reforma tributaria y la reforma pensional, dos hechos que van a marcar al sector empresarial y laboral del país. Sin embargo será la gestión del nuevo mandatario el que marque hasta dónde los nuevos ministros, por su experiencia gremial, pueden incidir en las negociaciones y el lobby para llegar adelante las reformas.

En el Interior

Por otra parte está el nombramiento de Nancy Patricia Gutiérrez en el Ministerio del Interior. Ella hasta hace poco era la presidenta de Asomóvil. Fue directora del ICBF en Cundinamarca, secretaria de Ambiente en Cundinamarca, representante a la Cámara por su departamento y alcanzó la presidencia de esa Corporación. En 2003 fue candidata a la Gobernación de Cundinamarca, pero fue derrotada por Pablo Ardila. Hasta entonces militó en el Partido Liberal. En 2006 pasó a Cambio Radical y con el apoyo de otros movimientos llegó al Senado.

En 2008 fue objeto, en la Corte Suprema de Justicia, de una investigación sobre supuestos nexos con la parapolítica y en 2011 tuvo casa por cárcel, pero finalmente fue absuelta en el año 2012. La investigación fue archivada dos años después. Tras superar estos problemas jurídicos ingresó como servidora del sector privado y hasta ahora ejerce como Presidenta de Asomóvil, el gremio de las empresas de telefonía celular.

Gutiérrez llega al Ministerio del Interior, según analistas del Gobierno, por su experiencia política y ante las buenas relaciones que ha tenido con el Congreso y otras instituciones. De todos modos en el tintero del Gobierno entrante hay un tema que es bien conocido por la nueva ministra y que debe ser tratado, como lo es la subasta del espectro de los 700 megahercios. Si se trata de suspicacias este es un tema clave para ver hasta dónde puede influir la Ministra entrante con esta operación.

En Agricultura

Incluso antes de salir de la presidencia de Asomóvil, este gremio envió una comunicación al Gobierno de Santos en el que pedía que ante el poco tiempo que le quedaba en el poder no era “oportuno definir de manera apresurada y sin claridad, las condiciones de la subasta, dejándole un hecho cumplido a la entrante administración, que además debe asumir las consecuencias”.

Otro dirigente gremial que entró al nuevo Gobierno es el ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón. Hasta hace unos días, el mencionado era el Presidente de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi). Entre 2011 y 2013 fue gerente comercial de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, donde también ocupó el cargo de Representante para Asia (2008-2010), teniendo la responsabilidad de las ventas de café verde y café soluble del Fondo Nacional del Café en los mercados asiáticos.

Asimismo fue gerente general del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA); trabajó entre 1993 y 2003 en el Ministerio de Comercio Exterior, siendo negociador y coordinador internacional de temas como el Área de Libre Comercio de las Américas (Alca). Valencia Pinzón fue también negociador en la Misión de Colombia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Ginebra, Suiza, y asesor del Consejo Superior de Comercio Exterior.

Desde su posición gremial, Valencia Pinzón siempre reclamó al Gobierno para que estableciera medidas de seguridad en las regiones donde los avicultores debían transportar sus productos hacia las principales ciudades del país. Sin embargo su nombramiento sí tiene que ver directamente con una actividad que debe promover la actividad del gremio que antes representaba. Esa puede ser una ventaja pero a la vez una complicación en sus relaciones con los empresarios. Falta ver como manejará esta situación el presidente electo, Iván Duque.