Una complicada situación en el consumo de drogas se está presentando en la ciudad, denunció el Concejo de Bogotá en sesión plenaria, una que abarcó el foro sobre tráfico ilícito y abuso de drogas.

Mediante una investigación sobre la situación del consumo de drogas en la capital del país, el concejal Juan Carlos Flórez, del Partido Alianza Social Independiente, determinó que mientras crece el número de adictos en Bogotá, la ciudad está paralizada ante este desafío.

Flórez presentó el ranking de las drogas, cuyo consumo en la ciudad ha incrementado exponencialmente entre el período 2009 – 2016: la marihuana con un 83%, el basuco con 91%, la cocaína con 37%, los tranquilizantes con 142% y los inhalantes con un 173%.

El consumo de drogas está ligado a un aspecto socioeconómico. Frente a lo anterior, el concejal Flórez señaló que el presupuesto de la Secretaria de Salud destinado a la atención y prevención es del 0.12%.

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La dosis

Sin embargo, para los concejales del Partido de la U, el problema radica en la implementación de la dosis de aprovisionamiento, que según lo expresado afecta más de lo que soluciona. Indicaron además que cerca de 172 casos de niños de entre seis y trece años de edad que han recurrido a la Red Pública Distrital por abuso de sustancias psicoactivas, el 71% se encuentran desescolarizados, por tanto hicieron un llamado a la Secretaría de Educación para realizar acciones de prevención, atención y mitigación del riesgo.

Para el cabildante Emel Rojas, del Partido Libres, la familia juega un papel preponderante frente a la prevención del consumo de drogas, por ello resaltó que al interior del núcleo familiar se deben iniciar las campañas de prevención y educación para que los niños, niñas y adolescentes no caigan en el consumo de dichas sustancias.

Asimismo, recalcó en que la drogadicción incide de manera directa en la delincuencia y por tanto resaltó la importancia de fortalecer las Unidad de Planeamiento Zonal (UPZ) para generar acciones que controlen la delincuencia en las localidades.

Por su parte, los concejales Celio Nieves, Xinia Navarro y Manuel Sarmiento se pronunciaron frente a la situación del consumo de SPA y señalaron que es un problema de salud pública y frente a ello, la administración no cuenta con una Política Pública de prevención, atención y mitigación del consumo.

Malas decisiones

La concejal Xinia Navarro, citante del mismo, señaló que el incremento de la drogadicción y del tráfico ilícito en Bogotá no es otra cosa que la consecuencia de decisiones improvisadas, sin planeación y sin pensar en el bienestar de la generalidad de la población por anteponer el impacto mediático.

“La desarticulación del llamado Bronx provocó que el micro tráfico se reorganizara en diferentes territorios de la ciudad. Las grandes concentraciones de expendios, se han venido dispersando progresivamente y reorganizando en zonas más grandes, en diferentes barrios de la ciudad, afectando a la comunidad y evidenciando la incapacidad de las entidades distritales para detener y corregir la crisis que hoy agobia a comunidades de Suba, Kennedy, Bosa, Mártires, Candelaria, Santa Fe y Rafael Uribe Uribe, principalmente, localidades en donde está la mayor concentración de mercado de basuco en Bogotá, o las llamadas ollas, sin embargo, prácticamente en toda la ciudad hay mercado de sustancias psicoactivas”, sostuvo.

La cabildante se centró en el tratamiento que debe dársele al problema de la drogadicción y basó su argumento en que mientras no haya un enfoque de salud pública, como lo dispuso la Organización Mundial de la Salud (OMS), seguirán creciendo los índices de drogadicción y de delincuencia asociada a esta.

“Ver la problemática con un enfoque de salud pública implica cumplir con tres ejes; prevención, mitigación y superación, pero al revisar los programas de la actual administración distrital se observa que ellos en teoría tienen un enfoque netamente preventivo, no hay mitigación y menos superación de la problemática. Adicional a ello lo preventivo no tiene resultados”, concluyó.