Ciudadanos de bien | El Nuevo Siglo
Sábado, 28 de Julio de 2018

Parece que todos los movimientos hubieran estado previstos para el cambio de régimen que se aproxima y que está teniendo manifestaciones sobre las cuales es necesario pensar. Se dice que con el cambio de régimen todo va a cambiar y que el uribismo, si así pueden denominarse las fuerzas políticas que han ganado las elecciones presidenciales, se están aprestando para ejercer la totalidad del poder que le ha sido asignado a Duque por voluntad popular.

No va a ser el cambio rutinario del cambio de presidente, sino que llegan todos los amigos del nuevo régimen, dispuestos a tomarse todas las palancas del poder. La manifestación que suele hacerse para tranquilizar la voluntad popular en el sentido de que el que llegó va a ser presidente de todos los colombianos, sin ninguna clase de distingos políticos, sociales, raciales o de cualquier otro orden, bien parece en este caso se va a convertir en una manifestación pedagógica y digamos como para ganarse la buena voluntad de los que no votaron por él. Pero sin propósito alguno de convertirlo en realidad.

Ha sido una sorpresa para todos los militantes del partido de Uribe lo que se dice de su retiro del Senado, a donde llegó por voluntad de muchos colombianos, para los que siguen sus instrucciones y enseñanzas. Al momento de escribir estos renglones no se sabe si en realidad va a retirarse de una de las ramas del poder público como es la legislativa, o su anuncio es una manifestación de inconformidad con los llamados de la rama judicial, que requiere de su presencia para, en calidad de reo o acusado, aclare sus actuaciones que le achacan obstrucción a la justicia al tratar de influir para que algunos testigos hagan manifestaciones convenientes a sus pretensiones.

Está bien como se ha dicho que dice, que se retira para dedicar todo el tiempo a desvirtuar las acusaciones que le han hecho.  No está bien invocar intenciones protervas en cabeza del gobierno de Santos que se supone así que influye en la justicia. Eso no está bien. Que se defienda, no apelando a cierta estrategia que dice que la mejor defensa es el ataque; en este caso una de las ramas del poder público puede ser entendida como el objeto de sus ataques.

Los colombianos, en general, adolecemos de una característica como es la de respetar a los presidentes que hemos tenido y sin ninguna pretensión diferente a la de tener respeto a la autoridad, siempre que ellos sean acreedores a esta consideración.  Mientras no se demuestre lo contrario, el señor Uribe es digno de nuestra consideración, por lo cual deseamos que pueda demostrar que los cargos por los cuales lo llaman a indagatoria, no son ciertos. Pero por otra parte tenemos derecho a pensar que son lo suficientemente serios como para que una persona de su trayectoria tenga que retirarse por completo a satisfacer las preguntas e indagaciones de la justicia. Eso es digno de todo ciudadano de bien.