Persecución institucional (¿O política?) | El Nuevo Siglo
Domingo, 16 de Julio de 2017

Como nunca antes la seguridad aérea, y lo repito nuevamente, la que tiene que ver con la prevención del daño no intencional, se pone en duda. Reciente comunicado de la Aeronáutica Civil aclara que “No estuvo en riesgo la vida de los pasajeros del vuelo de Avianca ni del Presidente de la República”, en un caso más de la larga lista de “incidentes mediáticos”, en el que la seguridad aérea es la protagonista. 

La institución que tiene la misión de garantizar la seguridad aérea en el espacio aéreo colombiano, ya lo dijo: “No es cierto que se haya presentado un riesgo para la seguridad operacional”. Sin embargo, se aprovecha para pescar en río revuelto y darle la oportunidad a ciertos “paracaidistas”, que de pronto, por su posición, les queda fácil crear un escándalo, basados en lo que les comentaron algunos audaces, pero deseosos de tener en su poder a la Aerocivil, pues es verdad que el transporte aéreo genera impacto mediático. ¿O existe acaso una comisión para el transporte terrestre? Y, en cuestión de una hora, su audacia los llena de locuacidad pontificadora sobre la seguridad aérea. Y, claro, ellos son los que gozan de credibilidad en ese tema. Logrando por supuesto, convencer y crear un impacto negativo que sí pone en riesgo la seguridad aérea y la estabilidad de la industria aérea.  Pues el que usa el avión seguramente ya tiene formada una idea (errada) sobre la seguridad aérea. Entonces desde que ven al piloto abordar la aeronave los invade una ansiedad (adicional) a la que siente un viajero de que todo salga bien en ese vuelo. 

Hoy en día, la tendencia es no creerle a nadie. Poner en tela de juicio todo. No acudir a los expertos y mucho menos creerles a las instituciones con la experticia sobre un tema. Hoy, cualquier paracaidista recién aterrizado en el tema goza de más credibilidad que las instituciones o los expertos. Entonces, establezcamos una comisión para cada institución. Una comisión para la justicia, para la fiscalía, para la salud, para la paz, etcétera, que revise todo y lo rehaga a su manera. Y, que las comisiones se basen, sobre todo, en subjetividades, anónimos, chismes e intereses particulares. Y, claro que la comisión sea un gran buzón de quejas y reclamos. 

¿No será esa actitud la causante de la desinstitucionalización, de los errores y hasta de la misma corrupción? 

@ReyesJuanfelipe