La Liga no pinta de cabalgata | El Nuevo Siglo
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Domingo, 23 de Julio de 2017
Redacción Deportes

Contrario a lo que venía ocurriendo en los más recientes torneos en los que desde el pitazo inicial se sabía qué equipos tenían pinta de campeones, en la actual Liga Águila se vislumbra una competencia reñida y sin claros favoritos.

Las inversiones de unos y la sumatoria en otros clubes de jugadores que no son figuras rutilantes pero sí rendidores, como es el caso de Millonarios, presagian una disputa cerrada por los ocho cupos a la liguilla.

A ello se suma que en la parte baja de la tabla de reclasificación se libra una lucha sin cuartel por evitar el descenso.

Por ahora, Tigres parece estar condenado a volver a la categoría en la que estaba hace un año, pero los dirigidos por John Bodmer no se rinden y ya lo demostraron cuando vencieron al Once Caldas, orientado, nada menos que por Francisco Maturana.

Jaguares, América, Cortuluá y hasta Bucaramanga tienen que remar para alejar ese fantasma, aunque al final uno de ellos acompañará a Tigres en la B para el próximo torneo.

Sin embargo, es claro que los involucrados en esta competencia se armaron no solo para evitar ir al descenso, sino que lo hicieron para estar en la liguilla y buscar la final, como es el caso de los Diablos Rojos.    

Esta situación beneficia al fútbol profesional colombiano porque no hay un claro dominador, sino que se ve un equilibrio e invita a colmar estadios y a que los jugadores tengan que esforzarse más en cada partido.

Acudiendo a aquel refrán de que “por el desayuno se sabe cómo será el almuerzo”, se puede pensar que el todos contra todos de la Liga Águila II no tendrá partidos malos y difícilmente se verán algunos regulares.

Los de siempre

Hubo algunos torneos en los que los llamados equipos chicos dominaron y eso hizo que los ‘grandes’ reaccionaran y reclamaran su lugar.

Uno de esos ‘encopetados’ que decidió no dar más ventajas y estructurar al club como una empresa que genera utilidades, fue Nacional y hoy lo tenemos como el más laureado del país y con dos copas Libertadores en su haber.

No obstante, de cara a este torneo, la Máquina Verde no parece estar tan afinada como para repetir la cabalgata del semestre anterior cuando batió récord de puntos conquistados, al punto que era impensable que no ganara el título.

Esta vez está de por medio Junior, con sus rutilantes contrataciones: Teo Gutiérrez y Jimmy Chará, quienes están justificando la inversión y en las tres primeras jornadas de la Liga, suman tres victorias en igual número de partidos disputados y, además, demostrando que su presencia ha contagiado a sus compañeros, quienes recuperaron el nivel competitivo, como es el caso del golero Viera.

Otro que está diciendo presente es Santa Fe que, de la mano del técnico uruguayo Gregorio Pérez, recuperó su consistencia defensiva y su poder ofensivo, el cual reforzó con la llegada de Wilson Morelos, goleador rápido y eficaz.

Cali, Medellín, Pasto y el mismo Once Caldas, son equipos para tener en cuenta porque en el arranque han demostrado que no quieren ser convidados de piedra, sino protagonistas de primer orden.

Ahora, no será extraño si Patriotas, Envigado, Tolima y Equidad dan pelea y se involucran en esa disputa por uno de los cupos a la liguilla.

¿Y qué decir de Millonarios? Que es un equipo ordenado, bien trabajado en defensa y que ganó con la llegada del uruguayo Matías de los Santos, quien es fuerte en el juego aéreo y aunque luce lento, sabe moverse y se las arregla para llegar a los cierres.

Los dirigidos por Miguel Ángel Russo, que hoy se enfrenta en El Campín a Rionegro Águilas, están haciendo valer la continuidad del plantel y del trabajo táctico para hacerse fuertes y aunque ya perdieron un partido como locales frente a Santa Fe, empezaron a cambiar la historia como visitantes y le sacaron un punto a Medellín y los tres a Bucaramanga.

Emotivo

Si se cumple eso de que “por el desayuno se sabe cómo será el almuerzo”, es de esperarse que una vez se suelten más los jugadores y asimilen las exigencias de los técnicos, el espectáculo vaya en alza y cada jornada sea más emotiva.

Es natural que, a pesar de los grandes refuerzos o de la continuidad que tengan las nóminas, se jueguen muy buenos partidos, buenos y hasta regulares, porque los protagonistas no son máquinas, pero lo claro es que el fútbol rentado colombiano muestra un nivel más alto y permite ser optimistas frente a competencias internacionales futuras.

Hasta ahora, la participación de los clubes nacionales en la Copa Libertadores y en la Suramericana, reflejó lo que venía ocurriendo y es que la superioridad de Nacional era engañosa porque fue eliminado en primera ronda del torneo en el que era favorito por ser el campeón defensor y por la forma como cabalgó la Liga Águila I.

Además, el torneo no se limita a prometer una intensa lucha por los ocho cupos a la liguilla o por evitar el descenso, sino que ha permitido recuperar a algunos jugadores y mostrar a otros.

Si Gutiérrez y Chará brillan en Junior, por los lados de Millonarios sobresale Harold Mosquera, en Santa Fe Juan Daniel Roa en su nuevo rol de volante mixto también hace diferencia y la permanencia de Juan Fernando Quintero en el Medellín, son estímulos para los aficionados.

Por ahora solo queda esperar que los equipos se suelten más, mecanicen movimientos y que en la medida que transcurre el torneo, se vean mejores partidos, que la competencia sea mayor y se ratifique aquello de que esta vez no se vislumbra un plantel sobrado, sino que lo normal sea un campeonato muy reñido.

Para hoy, por ejemplo, hay partidos que vale la pena ver, como Jaguares-Pasto, Nacional-Tolima y América-Equidad. También los de mañana: Envigado-Bucaramanga y Alianza Petrolera-Junior.