La desilusión de Trump con su Fiscal General Sessions | El Nuevo Siglo
Foto archivo Agence France Press
Sábado, 22 de Julio de 2017
Redacción internacional con AFP

Justo la semana que culmina, cuando Donald Trump, completaba sus primeros seis meses en la Casa Blanca, fue más de una la preocupación, y también la decepción que enfrentó el presidente de Estados Unidos.

Amén de las polémicas que generan muchas de sus decisiones y declaraciones, fiel a su estilo, se le vio más que disgustado, desilusionado con su fiscal general, el senador Jeff Sessions, quien decidió apartarse dela investigación que se realiza por la posible colusión de integrantes de su equipo de campaña, entre ellos su hijo,  y funcionarios rusos.

Su malestar por la decisión de Sessions la hizo pública y parece haber abierto un nuevo frente de discordia con éste, que desde la campaña lo defendía a “capa y espada” del alud de señalamientos, burlas y acusaciones se hacían contra el entonces candidato republicano y después cuando llegó al poder.

Así, aunque Sessions había sido de los primeros legisladores en apoyar la candidatura de Trump,  el presidente claramente no le perdonado que haya decidido recusarse de participar de las investigaciones en el ámbito del Departamento de Justicia sobre las relaciones entre Trump y Rusia durante la campaña electoral.

"¿Como puede ser que aceptes un trabajo y después te recuses? Si se hubiera recusado antes de aceptar este empleo le habría dicho: 'Gracias, Jeff, pero el puesto no es tuyo", dijo el presidente al diario The New York Times en entrevista publicada el jueves.

Trump dijo que hacer eso era "muy injusto con el presidente. Es extremadamente injusto, y estoy usando aquí una palabra suave".

Este mismo día , Sessions dijo a la prensa que no tiene planes de renunciar, a pesar del público tirón de orejas del presidente.

"Tengo el honor de servir como fiscal general. Esto es algo que va más allá de cualquier cosa que yo haya soñado para mí", dijo el exsenador ultraconservador.

Tenía "planeado continuar haciendo mi trabajo por tanto tiempo como lo sea apropiado", agregó.

Al ser consultado si estaba dispuesto a seguir al frente del Departamento de Justicia, Sessions respondió que "estamos haciéndolo ahora mismo. El trabajo que estamos realizando hoy es el tipo de cosa que pretendemos continuar".

La Casa Blanca, sin embargo, dio el primer paso para tratar aliviar las tensiones. De acuerdo con la portavoz adjunta de la presidencia, Sarah Huckabee, "claramente el presidente tiene confianza en él (Sessions), o de lo contrario no sería el fiscal general".

 

"Proceso brutal"

La entrevista publicada por el New York Times mostró a un mandatario claramente preocupado por las denuncias en su contra, especialmente la sospecha de que pudo haberse coludido con Rusia para inclinar la balanza en las elecciones presidenciales del año pasado.

Inclusive Trump avanzó en dirección al fiscal especial designado por el Departamento de Justicia para conducir la investigación sobre la cuestión rusa, el exdirector del FBI Robert Mueller.

Al ser interrogado si una investigación sobre las finanzas familiares serían una especie de 'línea roja' que Mueller no debería pasar, Trump no tuvo dudas: "Diría que sí. No tengo ingresos financieros de Rusia. No tengo negocios con Rusia", comentó.

Los primeros seis meses de Trump en la Casa Blanca tuvieron momentos verdaderamente caóticos, con un gobierno dispuesto a meterse en todo tipo de polémicas con un entusiasmo que no se venía en décadas en el país.

Después de prometer en la campaña "drenar el pantano" político que representa Washington, el multimillonario pisoteó normas a cada declaración, poniendo a un lado el habitual decoro y cautela del cargo.

Sin embargo, la mayoría de sus promesas de campaña sigue apenas en el papel, y su plan de reformar el sistema público de salud de un plumazo languidece en el Congreso a raíz de resistencias incluso dentro de su propio partido.

"Esto es duro. Es un camino muy estrecho. Uno piensa que consiguió algo, y se da cuenta que perdió algo del otro lado porque hizo una concesión. Es un proceso brutal", admitió.

El mismo jueves, la Casa Blanca decidió valoró los seis meses de Trump en el gobierno, especialmente el nombramiento del juez conservador Neil Gorsuch para la Corte Suprema, una decisión que podría tener influencias centrales en el país por décadas.

"El impacto del presidente Trump en la economía ha sido inmediato, impulsando la creación de empleos en todo el país", destacó la Casa Blanca.

En apenas seis meses, Trump "llevó adelante acciones históricas para eliminar regulaciones que se interponen en el camino de los trabajadores estadounidenses", agregó.

Más revelaciones

Al día siguiente, el viernes, Trump debió enfrentar nuevas contrariedades. Primero la renuncia del vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, por estar en desacuerdo con el nombramiento del ejecutivo Anthony Scaramucci como jefe de Comunicaciones; luego la renuncia de un abogado clave del staff , Mark Corallo, que coordinó la comunicación externa del equipo legal del presidente frente a la polémica por las reuniones con funcionarios rusos y, al final de la noche, la divulgación  hecha por The Washington Post en el sentido de que Sessions discutió con el embajador ruso temas de la campaña Trump.

El periódico citó a funcionarios del gobierno actual y del anterior que mencionaron interceptaciones realizadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos de reportes del embajador Sergey Kislyak a sus jefes en Moscú acerca de dos encuentros que tuvo con Sessions, entonces asesor de Trump, durante la campaña.

Según el Washington Post, dos conversaciones entre Kislyak y Sessions, que en ese momento era asesor en política exterior de Trump, habían sido especialmente interceptadas por agencias de Estados Unidos.

El actual secretario de Justicia habría proporcionado declaraciones "engañosas" en esas conversaciones, que están "en contradicción con otras pruebas", dijo un funcionario estadounidense al periódico.

Un exfuncionario dijo, por su parte, de acuerdo con la información, los dos hombres tuvieron intercambios "sustanciales", especialmente sobre la posición de Trump en cuestiones relacionadas con Rusia y las relaciones ruso-estadounidenses bajo un gobierno dirigido por el millonario.

Sin embargo, Sessions ha repetido varias veces que jamás mencionó la campaña presidencial con funcionarios rusos y que se reunió con Kisliak sólo en su calidad de senador por Alabama.

Desde hace varios meses, Trump enfrenta una serie de revelaciones que apuntan a una posible colusión entre integrantes de su equipo de campaña y funcionarios rusos - entre los que está Kisliak-, que se basan en acusaciones de injerencia de Moscú en el proceso electoral estadounidense.

Varias investigaciones, del Congreso y federales, están en proceso sobre este asunto, e inclusive el hijo de Trump, Donald Trump Jr. Deberá testificar sobre el asunto este miércoles en el Senado.