La Federación Nacional de Ganaderos, Fedegán, pidió a las autoridades de sanidad animal realizar ciclos extraordinarios de vacunación masiva contra la fiebre aftosa para poner fin a la crisis que por la enfermedad enfrenta el sector en el país.
El llamado de Fedegán es reiterativo y según sus cálculos el sector puede perder cerca de $400 mil millones por culpa de la enfermedad. De allí que reitera al Gobierno el llamado de los hacendados de realizar un plan de choque con el fin de retomar la vacunación contra la fiebre aftosa en todos los hatos del país, pero no en ciclos largos sino en temporadas de dos o tres días para obtener resultados positivos en menor plazo.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo es la situación actual de la ganadería en el país?
JOSÉ FÉLIZ LAFAURIE: La situación es crítica y lamentable porque un país que perdió más de US$350 millones de los ganaderos a través de los parafiscales en los últimos 20 años y pierde el estatus de élite de países cien frontera abiertas para comercializar carne y leche, e haya echado por la borda en pocos meses. Lo que pone a Colombia en la misma condición de un país que no ha logrado el estatus no ha accedido a la condición de libre con vacunación
ENS: ¿Colombia cómo resolverá el problema de la aftosa?
JFL: Solo se resolverá en el momento el país restablezca los mismos parámetros o protocolos que estableció para la liberación de la fiebre aftosa. Estos dos últimos ciclos fueron un desastre y los resultados están a la vista.
ENS: ¿Qué fue lo que pasó?
JFL: Hay quejas de todo el país por la forma irregular como se llevó el proceso. A algunas regiones llegaron vacunas congelabas, a otros lugares no llegó, los vacunadores no asistían y o los ganaderos no estaban preparados. No hubo coordinación alguna para llevar a cabo un proceso con éxito.
ENS: ¿Pero se habla de contrabando?
JFL: A Cúcuta ingresan al día entre 30 o 40 camiones con ganado procedente de Venezuela para atender el mercado de Cúcuta sin participación directa de las autoridades colombianas para el control del estado sanitario de las reses. Es más se podrían hablar de complicidad de las autoridades colombianas.
ENS: ¿Y los costos para el sector cuáles son?
JFL: No solo para el sector, para el país pérdidas son enormes por el cierre de mercados de carne y leche que se lograron abrir gracias al estatus de libre de aftosa. Hoy ya el negocio pactado con Egipto de 4.500 animales no podrá salir. Además el precio interno ya cayó y eso va a tener un impacto muy alto porque si en el año se sacrifican cuatro millones de animales y vamos comenzando el segundo semestre, decir qué faltan dos millones, y se pierde por cada animal uno unos $200 por kilo podríamos hablar de cerca de $400 mil millones al año.
ENS: ¿Por qué se han presentado de nuevo brotes de aftosa en Colombia?
JFL: Más allá de los informes oficiales, que no se compadecen con los resultados –cuatro brotes independientes en menos de un mes– y más allá de los pronunciamientos del señor Luis Barcos, representante de la OIE, quien solo a partir de los informes oficiales y sin mayor constatación en campo ha avalado ante los medios la administración reciente del programa de erradicación y las medidas para contener la emergencia, el sector ganadero colombiano y el país requieren de una evaluación y de un informe objetivo, como el que la Recomendación V del COHEFA 13 contempló para ser presentado a la Cosalfa. La emergencia por presentación de brotes de aftosa en diferentes lugares del país, tiene que ver más con la falta de rigurosidad operativa de los procesos y procedimientos, que con otros factores externos.
La constancia de Fedegán
La Federación Colombiana de Ganaderos, dejó constancia ante La Comisión Suramericana para la Lucha contra la Fiebre Aftosa, Cosalfa, máxima autoridad del continente, de su preocupación por los cuatro brotes de fiebre aftosa presentados en el territorio colombiano y, principalmente, por sus causas y por consecuencias para los procesos de cambio de la ganadería nacional.
En su carta de presentación, el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, dice que “dejo constancia de que, en el marco del COHEFA 13, realizado en Asunción en julio de 2016, advertí sobre los peligros que para nuestro estatus sanitario representaba el desmonte del modelo público/privado que permitió la certificación de Libre de Aftosa con Vacunación dentro de los plazos del PHEFA, conservando Zonas de Alta Vigilancia en las fronteras con Ecuador y Venezuela, desde la última de las cuales, al parecer, entró el virus gracias al contrabando desbordado, encontrando un nivel de protección que no se compadecía con la condición de Alta Vigilancia”.
Señala que “con el retiro de Fedegán como entidad administradora del Fondo Nacional del Ganado en enero de 2016, y con su posterior liquidación en junio de 2016, se desestimó, sin valoración ni previsión alguna, toda la experiencia técnica y científica en cabeza del gremio ganadero, adquirida durante más de 20 años de trabajo en temas de salud y bienestar animal de las especies bovina y bufalina, exponiendo al país al riesgo de presentación de la enfermedad, situación que actualmente estamos viviendo”.
Asimismo Lauforie dijo “solicitar respetuosamente a las autoridades del Ministerio de Agricultura de Colombia que autoricen una misión técnica conformada por representantes del COHEFA, GIEFA y de PANAFTOSA - OPS/OMS a la brevedad posible, para recibir información sobre la gestión actual de las diferentes tareas del Programa de fiebre aftosa y las acciones de inter-sectorialidad pública-privada”.
Indica que “terminaron perdiéndose: i) ocho años de continuidad sin brotes de aftosa, ii) los mercados de Perú, Ecuador, Panamá, Egipto y Rusia, entre otros y hasta ahora, iii) el avance en los procesos de admisibilidad a Estados Unidos y la Unión Europea, de los que esperamos resultados desde hace diez años, iv) la continuidad de la certificación de país libre con vacunación, un verdadero patrimonio ganadero, v) ya se había perdido –y sin duda, es una de las causas– la certificación de calidad ISO – 9001 para el Programa de Erradicación, vi) está en riesgo un esfuerzo de 20 años y el aporte ganadero del orden de los US$350 millones a través de la contribución parafiscal, vii) el conocimiento histórico sobre la distribución del hato, vii) la implementación de sistemas de información y trazabilidad bovina”.
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