Explosión en edificio Santa Lucía: ¿hecho aislado? | El Nuevo Siglo
Foto archivo
Sábado, 22 de Julio de 2017
Alvaro Sánchez

En días pasados los bogotanos nos vimos sacudidos por la noticia de la explosión del edificio “Santa Lucia” en la localidad de Usaquén, que causó más de 40 heridos, algunos de ellos de gravedad, y cuantiosas pérdidas materiales a todos los habitantes de dicho edificio; la pregunta es ¿Cómo pudo ocurrir este desastre en un edificio de relativamente reciente construcción?

El grupo de investigaciones  de incendios del cuerpo de bomberos de Bogotá, entidad de reconocida idoneidad en el tema, determinó que la totalidad de las causas son atribuibles a la disposición y el manejo de los residuos sólidos en la edificación; es así como se pudo comprobar que entre los pisos sexto y séptimo se presentó una acumulación de basuras; dado que en promedio el 75% de las basuras producidas en centros habitacionales están compuestas por residuos orgánicos es natural que con dicha acumulación se presente un proceso de descomposición que genera la producción de CH4  mejor conocido como gas metano. La acumulación del gas metano en conjunto con una oxigenación producida por la abertura de cualquiera de las compuertas del ducto y una chispa producida por el roce de dos objetos sólidos o por un cigarrillo, llevan a la explosión.

Lo grave del asunto es que en Bogotá ya habían ocurrido situaciones similares y no se han tomado medidas al respecto, es responsabilidad de la Alcaldía vigilar el cumplimiento de la normatividad y la aplicación de las medidas de control que eviten poner en riesgo la vida y los bienes de los ciudadanos; hemos visto que se están destinando ayudas a los damnificados, esto es loable, pero no es el deber ser, lo lógico es ejercer el control y evitar que estos eventos sucedan.

La responsabilidad entonces recae en los sistemas de control y verificación del cumplimiento de las normas ambientales y de seguridad por parte de la Alcaldía, en la administración del inmueble por descuido en el manejo de los residuos sólidos y en los mismos habitantes por cuanto para tener un taponamiento de estas dimensiones se debieron tener síntomas anteriores que seguramente no fueron notificados a la administración del inmueble en forma oportuna.

Existen varias normas con respecto al manejo y cuidado de los residuos sólidos; están los decretos 1713 de 2002, 1140 de 2003, 456 de 2010 y 113 de 2013, la ley 1259 de 2008, y otras varias normas que condicionan el manejo de los residuos sólidos en unidades de vivienda múltiple. Existe también la obligatoriedad por parte de la Alcaldía de verificar las condiciones de seguridad de los inmuebles periódicamente y de exigir las correcciones a los procedimientos que se encuentren equivocados o en problemas de funcionamiento; es aquí en donde cabe la pregunta ¿En dónde está la responsabilidad y el control del estado frente a estos eventos?

Lo anteriormente expuesto pone una vez más de manifiesto dos problemas de fondo que están atacando el bienestar, no solo ambiental, de los ciudadanos; el primero es la ausencia de controles efectivos para lograr el cumplimiento de la normatividad vigente, el segundo es una mejora de fondo en la educación ambiental para lograr que los ciudadanos no tomen el tema como un asunto retórico sino que comprendan su responsabilidad para con el cuidado de sus bienes y vidas y las de sus vecinos.

Quisiera decir que es un caso aislado, pero Dios ha estado con nosotros para protegernos de muchos incidentes de este tipo, va siendo tiempo de poner en marcha los controles, los comparendos ambientales y todo esfuerzo que el estado pueda dedicar al tema.

alsanchez2006@yahoo.es

@alvaro080255

*Doctorado en ingeniería de caminos y experto ambiental