Débil movilización de partidarios de Lula en Brasil | El Nuevo Siglo
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Jueves, 20 de Julio de 2017
Agence France Presse

El Partido de los Trabajadores (PT) solo consiguió movilizar a unos pocos miles de manifestantes en varias ciudades de Brasil en defensa de su líder histórico, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a casi diez años de cárcel por corrupción.

El propio Lula arengó a los participantes en el principal acto, en Sao Paulo, que reunió a varios miles de personas en la Avenida Paulista.

En Rio de Janeiro, varios centenares de personas se reunieron en la céntrica plaza Cinelandia. En Brasilia, el número de participantes no superó los 200, comprobaron reporteros de la AFP.

El exmandatario de izquierda (2003-2010) fue condenado por el juez Sergio Moro a nueve años y medio de cárcel como propietario de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo), ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras. 

Moro ordenó además bloquear todos sus bienes. A las cuentas bancarias, los tres apartamentos, el terreno y los dos vehículos ya embargados se agregó este jueves la retención de dos planes de jubilaciones que sumaban 9 millones de reales (2,8 millones de dólares al cambio actual).

Moro evaluó en 13,7 millones de reales el monto de los bienes que deben ser bloqueados para "garantizar la reparación del daño".

Además, lo citó a declarar -probablemente por videoconferencia- el próximo 13 de septiembre en otra de las cinco causas abiertas en su contra.

Lula, que puede apelar la sentencia en libertad, niega ser propietario del inmueble, se declara totalmente inocente y denuncia una persecución judicial con el fin de impedirle presentar su candidatura en los comicios de octubre de 2018.

Eso podría ocurrir si el fallo de Moro se confirma en segunda instancia.

"Lo que incomoda de verdad es que ustedes han aprendido a conquistar derechos", afirmó el exdirigente sindical, de 71 años, al dirigirse a sus partidarios, que coreaban su nombre.

Lula rindió homenaje a su exasesor Marco Aurelio Garcia, que actuó como nexo con gobiernos y movimientos de izquierda en América Latina, fallecido este jueves a los 76 años de un infarto fulminante.

"La condena a Lula es política, sin pruebas. Lo que quieren impedir es que se presente a las elecciones y las gane, porque es el primero en las encuestas", afirmó Edson Fogo, un trabajador del metro de 49 años.

En este Brasil ahogado por la corrupción, que busca salir de la peor recesión de su historia y confrontado a una crisis política sin fin, el exmandatario es el favorito en los sondeos, pero también quien suscita mayor rechazo entre los posibles candidatos: el salvador de los pobres para algunos o el líder de la red corrupta de Petrobras para otros.

 'Obsesión de volver'

Sin embargo, ni para Lula ni para el Partido de los Trabajadores parece haber dudas de quién es su mejor opción para recomponerse de la abrupta salida de Rousseff, destituida en 2016 por el Congreso bajo la acusación de manipular las cuentas públicas.

El traumático impeachment cerró el ciclo de 13 años en el poder de la formación izquierdista, que sufrió una derrota histórica en las municipales de octubre.

Rousseff fue reemplazada por su vicepresidente, el conservador Michel Temer, con una popularidad de un dígito y el mandato amenazado por otras denuncias de corrupción.

"Tengo 71 años, me gustaría que hubiera un montón de gente nueva en el PT disputando la candidatura de] 2018. Pero ocurre que los líderes políticos no crecen todos los días", afirmó durante un diálogo con periodistas transmitido en YouTube.

Dispuesto a demostrar que está en forma, Lula publicó esta semana un video en que se le ve corriendo sobre una cinta y levantando pesas.

"Tengo la obsesión de volver", confesó este jueves. "Quiero volver para probar que es posible recuperar este país", añadió.