Conservadores en "fuego amigo" por paz | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo / Juan Sebastián Cuéllar
Jueves, 28 de Julio de 2016
Redacción Web

Caldeada. Así está la marea en el Partido Conservador alrededor del proceso de paz del gobierno Santos y las Farc, y la postura que debe asumir la colectividad alrededor del plebiscito refrendatorio de un eventual acuerdo final.

A primera hora de ayer, el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, y el jefe negociador, Humberto de la Calle, se reunieron con los integrantes del Directorio Nacional Conservador así como con varias personalidades del partido.

La reunión tenía como objetivo que los delegados gubernamentales explicaran a la cúpula azul cómo avanza la recta final de la negociación en La Habana y despejaran dudas que tenían los dirigentes conservadores al respecto. Estas consultas hacen parte de los análisis que viene haciendo la colectividad con el fin de determinar si se lanza oficialmente a hacer campaña por el “Sí” de cara al plebiscito refrendatorio del acuerdo, que se citará una vez cierren las negociaciones en Cuba y el Congreso le dé vía libre a una petición presidencial en ese sentido.

Guerra de trinos entre Barguil y Ramírez

La antesala de la reunión ya era bastante tensa, luego de una polémica el miércoles en la tarde entre el presidente del DNC, parlamentario David Barguil, y la excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez, debido a que el primero asistió a una reunión partidista sobre cómo se organizaría el Comité Promotor de la campaña por el “Sí” al plebiscito.

Ante ello, la excandidata había publicado los siguientes trinos en su twitter:

1. El Directorio no ha decidido, mal puede ninguno comprometer al partido en ese comité”.

“2. El DNC no ha decidido, pero usted (Barguil) ha estado en eventos convocados del Comité Político del Sí  representando” al partido”.

También le molestó a Ramírez que se hubiera aplazado la convención partidista que estaba programada para la última semana de agosto, tal como lo venía pidiendo gran parte de la bancada parlamentaria, la mayoría dispuesta a apoyar el proceso de paz. Y, de paso, se convocó la reunión con Jaramillo y De la Calle.

Al respecto, la excandidata trinó:

“3. Reunión convocada a última hora, previo aplazamiento injustificado de Convención Nacional para omitir consulta a las bases”.

Ante esa andanada de críticas de la excandidata, que tiempo atrás era considerada muy cercana a Barguil, el presidente del DNC decidió replicarle. Aquí la sucesión:

“Dra Ramírez yo también le voy a dedicar unos trinos, con fines aclaratorios, pensando en las bases. Es importante la transparencia”.”

“1. El Directorio Nacional es quien toma las decisiones más importantes y trascendentes del partido, no yo. Usted  integra el DNC”.

“2. El Directorio Nacional no ha tomado decisión aún respecto a la posición que tendrá en el plebiscito. Ud lo sabe”.

“3. La reunión convocada con los negociadores del proceso, se acordó para tomar una decisión informada y responsable. O no (doctora Ramírez)?”

“Dra Ramírez usted debe estar más atenta en las reuniones del Directorio, así no da información errada ni mentirosa, como en los tuits de hoy”.

A ello, la excandidata volvió a replicar:

“4. No es información mentirosa ni errada. Guarde respeto y compostura le queda mal a su juventud y aspiraciones la grosería”.

Y agregó:

“Precisamente por ser el Directorio el competente, no debió confundir a la opinión ni al Gobierno con el Partido Conservador aquí y allá”.

Pero la cuestión no paró allí.

Barguil no sólo publicó en su cuenta de twiiter un video sobre sus declaraciones tras la cumbre partidista a que aludía Ramírez, sino que también trinó:

Un vídeo vale más que 9 tuits inexactos para no decir mentirosos y errados”

“El P. Conservador tomará una decisión seria con respecto al plebiscito. No estamos haciendo politiquería con eso. Estamos pensando en Colombia”.

Pertenezco a una generación que aspira a trabajar por Colombia muchos años, por eso pensamos en el futuro no solo en la próxima candidatura”.

Dra. Ramírez serénese, no somos sus enemigos, somos el Partido que la ha apoyado y que la escucha y la toma permanentemente en cuenta”.

Pastrana y el peso del “No”

Pero si el rifirrafe entre el presidente del DNC y la excandidata presidencial ya de por sí marcaba una tensa antesala a la reunión de ayer, una carta del expresidente Andrés Pastrana a la cúpula conservadora criticando duramente el proceso de paz y pidiendo votar por el “No” en el plebiscito caldeó más el ambiente.

El texto de la misiva es el siguiente:

“Ante el golpe de estado contra el orden constitucional y la legalidad que se pretende rematar con un plebiscito espurio he sostenido, al margen de la dirección del partido, una posición de rechazo.

El chantaje implícito en la disyuntiva de ‘paz o guerra’ anunciada por el presidente Santos, reiterado hace unos días, ha marcado el tono de su convocatoria a las urnas. Sin embargo, las Farc, sus socios electorales, se deslindaron del pronunciamiento manifestando que ganen o pierdan en las urnas no volverán a la guerra. Paradójicamente, la guerrilla abrió así una puerta a la paz en torno a la necesidad de afinar los acuerdos pacíficamente en la eventualidad de una victoria del ‘No’.

Dentro del juego democrático la garantía de acudir a las urnas libremente, sin la espada de Damocles de las represalias o reacciones terroristas pendiendo sobre el democrático derecho a disentir, no depende de la subversión. Es mandato constitucional del Gobierno –generoso en sus concesiones en La Habana y con un plebiscito cortado a su medida– garantizar al elector la posibilidad de la paz en consonancia con una eventual mayoría adversa en las urnas.

La búsqueda de una paz amplia, limando asperezas de puntos discutibles sin necesidad de recaer en el conflicto, es fundamental. En la recta final, si se da el voto mayoritario por el ‘No’, la refinación de temas tales como el de la conveniencia constitucional del umbral plebiscitario del 13 por ciento, los controles al Tribunal Especial o la adición a la Constitución de todos y cada uno de los puntos de los acuerdos es una oportunidad única para lograr una paz sin cabos sueltos. ‘El diablo está en los detalles’, dicen los anglosajones.

En esta hora de definiciones el Gobierno debe sumarse a la sensatez de sus socios para garantizar incondicionalmente a sus compatriotas que el certamen no desembocará en una tragedia si no se cumple en las urnas la voluntad del señor presidente Santos.

El Gobierno no tiene por qué temerle a estas alturas, tras seis años de contactos y discusiones con las Farc, a los ajustes que en nombre de la paz de Colombia el pueblo en las urnas demande”.

Carta de Ramírez

Pero la de Pastrana no fue la única carta. La excandidata Ramírez  también envió una misiva en la que hizo varias preguntas a los negociadores del Gobierno con las Farc, indicando que “para efectos de una posición oficial del Partido Conservador, comprometido siempre con la paz, resulta de vital importancia que además de los planteamientos y reservas expresados por nuestra bancada de parlamentarios, se tenga en cuenta la opinión de las bases conservadoras”.

Los interrogantes formulados tienen que ver con cómo se va a garantizar que las Farc entreguen su fortuna ilegal y no la utilicen para hacer política. Igualmente preguntó sobre cómo se va a garantizar que la guerrilla entregue todo su arsenal; si contribuirá a la indemnización de las víctimas; por qué se permitirá a los culpables de crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad participar en política; cuántas curules se darán a la subversión en el Congreso; cómo utilizará el Presidente las facultades especiales que le dio el acto legislativo de paz; cómo será la restricción de la libertad para los miembros de las Farc; si narcotráfico se considerará conexo con el delito de rebelión y otras dudas sobre el modelo de justicia transicional y el juzgamiento de los militares en la misma.

Tras la reunión

En medio de ese rifirrafe y las dos cartas, se desenvolvió la reunión entre Jaramillo, De la Calle y los integrantes del DNC más varios dirigentes invitados.

Al término de la misma, Barguil indicó que ayer no se había “tomado ninguna determinación por parte de la colectividad (sobre el plebiscito). Dimos este primer paso de escuchar por más de cuatro horas a los jefes negociadores del Gobierno”.

“Se analizaron los pendientes, las salvedades y se  escucharon nuestras inquietudes. La próxima semana continuaremos esa tarea con los jóvenes, con los miembros del Partido que no están representados en el Congreso, y se analizará también la carta del expresidente Pastrana”, explicó.

Según Barguil, “expresamos a los jefes negociadores algunos temas que se consideran algunas líneas rojas de la colectividad (en el proceso de paz). Para nosotros el tema de la propiedad privada no puede ser sujeto de negociación en los acuerdos que firmen en La Habana. Tampoco la estructura y la doctrina de las Fuerzas Militares. Expresamos también preocupaciones en el tema de la justicia, de las garantías que se deben tener para que dicho Tribunal (Especial de Paz) no se convierta en represalias políticas de los sectores que han estado enfrentados a las Farc”.

Igualmente indicó que “se deben tener garantías en la escogencia de los magistrados del tribunal. Hablamos de los temas del narcotráfico… Hablamos de las víctimas que se debe consolidar en el centro de la negociación”.

Las otras voces

El excomisionado de Paz, Camilo Gómez, resaltó que hay muchas preocupaciones que se manifestaron abiertamente ante los negociadores.

“Creo que la preocupación del expresidente Pastrana es válida. Mientras que las Farc dicen que si gana el No, no hay problema, el Gobierno tiene una posición donde amenaza con violencia…”, indicó.

A su turno, el senador Hernán Andrade afirmó que “absolver las dudas del expresidente es necesario para él y para una parte de la sociedad. El planteamiento central de renegociar a través del No o una posibilidad de renegociar el acuerdo, es hoy imposible desde el punto de vista logístico y en busca de la paz. El contenido de la carta es importante en cuanto absolver dudas se trata”.

Por su parte, el senador Jorge Hernando Pedraza dijo que había preguntado a los negociadores sobre por qué debían darse ventajas a las Farc para ir al Congreso. “Que vayan como cualquier colombiano a través del voto popular”, recalcó.

El representante Jaime Felipe Lozada, cuya familia fue víctima de la guerrilla, dijo que las Farc debían confesar toda la verdad sobre sus crímenes.

El exministro Carlos Holguín aseveró que “falta mucho camino por recorrer, primero en la misma Habana. Lo que analizamos es que aún no está el acuerdo definitivo… Hay que esperar a que lo publiquen totalmente, a que haya un tiempo para reflexionar sobre eso, y entonces sí tomar una decisión”.

El senador Juan Manuel Corzo señaló que “el partido está diciendo que estamos con la paz, pero hay algunos puntos sobre los cuales queremos claridad”.

El representante Nicolás Albeiro Echeverry resaltó que “lo que queda claro es que hay una división interna en el sentido de que muchos apoyamos el Sí, otros el No, y otros prefieren esperar. Lo que hubo fue pedagogía, lo que le va a servir mucho a la determinación del Directorio”.

De la Calle replica a Pastrana

Tras la reunión, De la Calle manifestó que “lo que estamos empezando es una especie de maratón pedagógica. El compromiso del equipo es fundamentalmente explicar de manera muy objetiva los elementos de lo acordado en La Habana y de lo que se acuerde para la mejor decisión de los colombianos”.

Frente a la misiva del exmandatario conservador anotó que “apoyar el No es una opción válida y tiene pleno derecho el doctor Pastrana a proponer esa solución a los colombianos. Yo sostengo que la paz no es de nadie, la oposición es muy útil, pero también todas las críticas razonables que recibimos durante las negociaciones son advertencias”.

“Discrepo del doctor Pastrana en el sentido de decir que hay una especie de golpe de Estado, cuando, por el contrario, el acto legislativo que se aprobó en el Congreso prevé una incorporación por medio de los mecanismos de votación en el Congreso”, manifestó el jefe negociador.

Agregó que “lo que nos han pedido es que se renegocien dos puntos. Uno que es el de la participación política, lo cual es un contrasentido, porque no ha sido pactada en La Habana… Y en materia de justicia estamos tranquilos porque la justicia transicional cumple con los estándares internacionales. No es un camino a la impunidad, sanciona los delitos más graves y la amnistía no puede extenderse a los delitos internacionales”.

Por su lado, Jaramillo anotó que “el proceso de paz no es como el menú de un restaurante que uno llega y escoge el plato que le guste. Una negociación produce un acuerdo, donde el Gobierno hace su mejor esfuerzo”.

Así, en medio de reacciones, réplicas y evidencia de que el pulso no ha terminado, transcurrió una jornada bastante movida para el conservatismo en donde quedó claro que respaldarán el proceso de paz, pero con condiciones, así ello genere divisiones y hasta riesgos de cismas.