‘Frontera’, proyecto que terminó 30 años de conflicto en Usaquén | El Nuevo Siglo
El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Julio de 2016
Redacción Nacional

CRÓNICA. En la carrera novena con calle 127 de la capital, tres colegios comparten una sola manzana. Los tres dependen de entidades oficiales, pero sus estudiantes provienen de lugares completamente distintos. Allí, en ese espacio de tierra, confluyen todas las clases sociales del país.

Por un lado, está el Centro Cultural y Educativo Reyes Católicos, colegio manejado por el gobierno español. En el medio se encuentra el Instituto Pedagógico Nacional administrado por la Universidad Pedagógica Nacional. Y en el otro extremo se ubica el colegio Usaquén, una institución educativa distrital.

Solamente una pared y unos cuantos árboles dividen los terrenos de estos tres colegios, pero desde sus inicios quedó claro que entre ellos existían fuertes barreras invisibles.

Entre ellos eran comunes los enfrentamientos, las palabras peyorativas y los malos tratos. La clásica historia de vecinos que se caían muy mal, pero no sabían exactamente por qué. Y cuando nada parecía poder cambiar esta situación, común en muchos rincones de Bogotá y el resto de Colombia, aparecieron en escena tres hombres decididos a darle un giro a esta historia.

Así se construye un sueño sin fronteras

La caída del muro de Berlín marcó el fin de una era que por 28 años dividió una nación. Hace poco menos de un mes, el proyecto ‘Frontera’ experimentó algo muy parecido.

Esta iniciativa consiguió derribar las barreras invisibles e inició la reconciliación entre 3.000 estudiantes y maestros. Un ejemplo de que es posible aprender juntos y empezar a vivir en armonía.

A lado y lado de la pequeña reja que durante años solo fue objeto de enfrentamientos y dolores de cabeza, directivos, docentes y estudiantes de las tres instituciones se dieron cita para romper la frontera que los dividía como símbolo de unión, convivencia y respeto.

“Durante mucho tiempo esa puerta estuvo cerrada, pero hoy la abrimos porque estamos convencidos de que si queremos una sociedad en paz debemos empezar a romper esquemas. Estratificar la sociedad es un vicio mal adquirido de los adultos, y los niños no tienen ningún complejo en darse cuenta de lo que es obvio: que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos”, dijo durante este acto, el rector del Centro Educativo y Cultural Reyes Católicos, Luis Fernández López.

Reunirse, hablar, escucharse y conocerse primero antes de juzgar, fue la ‘fórmula mágica’ utilizada para solucionar este conflicto.

“En mi primer año aquí en el colegio había una tela verde en la pared que divide a Reyes Católicos con el Instituto Pedagógico Nacional y que no nos permitía vernos. Cuando pregunté por qué estaba ahí, me dijeron que era porque los estudiantes de los dos colegios se tiraban piedras y eso me chocó. De inmediato vi la necesidad de crear un espacio donde pudiéramos vernos para empezar a solucionar estos problemas”, recuerda Luis Fernández López.

Este sentir era compartido por Ricardo Almanza Roldán y Alejandro Álvarez Gallego, rectores de los colegios Usaquén e Instituto Pedagógico Nacional que no dudaron en apoyar la iniciativa de su colega. Este punto en común marcó el inicio de ‘Frontera’.

“Aunque ya existían iniciativas por parte de algunos docentes para unir a los tres colegios, éstas estaban dispersas. Por eso quisimos formalizar todas estas experiencias a través de este proyecto que se ha convertido en un ejemplo de que sí se puede vivir en paz, que no existen barreras sociales, culturales, étnicas o religiosas que nos puedan dividir”, cuenta el rector Alejandro Álvarez Gallego.

Bogotá, ejemplo de reconciliación y educación 

Tal como lo señala el rector del colegio Usaquén, Ricardo Almanza, para los tres directivos era evidente que eran más las cosas que los unían que las que los separaban. “Cuando nos reunimos coincidimos en varios aspectos, uno de ellos, en que estas tres instituciones son de carácter público, de distinta procedencia, pero público, al fin y al cabo. Esa feliz coincidencia nos fue acercando poco a poco, y conforme el proyecto ha ido avanzado nos ha demostrado que es una apuesta que vale la pena, los logros son enormes y esa es nuestra mayor motivación”.

Solo se necesitaron dos años y medio para limar asperezas que existían desde hace más de 30. Las pedradas se cambiaron por concursos de inglés, torneos deportivos y participación conjunta en proyectos medioambientales. Los insultos por expediciones pedagógicas donde los docentes han salido de sus aulas para dictar clase en los otros colegios, y las palabras peyorativas se reemplazaron por reuniones mensuales donde cada vez más surgen más ideas, más trabajos colaborativos, más propuestas para vivir en armonía y sana convivencia.

“Me gusta mucho la idea de este proyecto porque no le veo sentido tener dos colegios al lado y no tener comunicación entre ellos, es mejor integrarnos”, señala Andrés González, estudiante de noveno del colegio Reyes Católicos, que luego del simbólico acto se reunió con Catalina Gómez del Instituto Pedagógico Nacional y María José Peña de Usaquén para participar de una carrera de observación.

“Las pistas se encuentran en los tres colegios, no la hemos pasado corriendo de un lugar a otro, pero eso me gusta, nunca pensé que esto fuera a suceder, antes solo eran peleas, y ahora ni sé por qué discutíamos”, asegura María José Peña.

A la fecha, más de 3.000 estudiantes de estos tres colegios, participan activamente de ‘Frontera’, que cada vez crece más. Este año, gracias al éxito de esta iniciativa y el apoyo de la Dirección Local de Educación de Usaquén, los colegios Nuevo Horizonte y Agustín Fernández, se unirán a esta experiencia.

“Quisimos incluir a dos colegios más de la localidad en el proyecto ‘Frontera’ alrededor de la iniciativa ‘Expedición Pedagógica’ en la que venimos trabajando desde hace un par de meses, y con la que buscamos que los docentes de estas instituciones educativas visiten los colegios e intercambien sus experiencias”, explica María del Pilar Viana, directora Local de Educación de Usaquén.

A este nuevo capítulo también se suma la participación de estos colegios en el Programa Aliados 10 de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el Ministerio de Educación Nacional de Colombia y la Secretaría de Educación del Distrito que busca poner en contacto un colegio privado con uno o más centros educativos públicos para trabajar juntos y mejorar el éxito escolar de todas las comunidades educativas involucradas.

Aunque saben que todavía les falta mucho camino por recorrer, los colegios de ‘Frontera’ están satisfechos con el trabajo hecho hasta ahora. Esperan ser un ejemplo y una motivación para que otras instituciones educativas de la ciudad se animen y, como ellos, sean ejemplo al mundo.

Como lo señala el rector de la Universidad Pedagógica Nacional, Adolfo León Atehortúa, otro de los promotores de esta iniciativa, “en la medida en la que construyamos tejido social y rompamos fronteras, estaremos trabajando de manera real y segura por el país y la paz que tanto anhelamos”.

LA CAÍDA del muro de Berlín marcó el fin de una era que por 28 años dividió una nación, un caso muy similar al proyecto ‘Frontera’. /SED