El Abrazo de la Pobreza "asfixia" al protagonista Antonio Bolívar | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo - Catherine Nieto
Domingo, 24 de Julio de 2016
Catherine Nieto Morantes

 “De esa parte hacia acá hay historias que dan tristeza y hay historias que dan alegría”, así responde cabizbajo la pregunta que la gente constantemente le hace a don Antonio Bolívar: ¿Qué ha sido de su vida luego de la película?, haciendo referencia a la exitosa cinta nominada a los premios Óscar a principios de este año, El Abrazo de la Serpiente.

Pero no todo ha sido color de rosa para el abuelo indígena que el próximo 9 de septiembre cumplirá 72 años. Bolívar, quien reside en Leticia, alcanzó la fama que cualquier actor desearía, pues pisó la alfombra roja de los Ángeles en EU y fue noticia mundial gracias al papel protagónico que  desempeñó en el filme del director colombiano Ciro Guerra.

En el Amazonas tuve la oportunidad de compartir con el humilde hombre, quien reside en la comunidad del kilómetro 7 de la raza Ocaina que está en extinción y vive en medio de los Huitotos.

Sobre las historias que dan tristeza, Bolívar hace mención a su condición económica, la cual considera está en “cero kilómetros”, pues según asegura recibió un pago total de $10 millones por protagonizar la exitosa cinta, de los cuales $3 millones le fueron descontados por seguridad social. “Se ha visto y se ha escuchado que el premio que está ganando el Abrazo de la Serpiente es valoroso, pero en mi situación que me encuentro muy lejos del director, me encuentro como se dice, en cero kilómetros, sin nada, entonces es muy doloroso”, aseguró el sabio hombre a EL NUEVO SIGLO, frente al río Amazonas.

“No estoy inventando, sino que por medio de la televisión y las comunicaciones, la gente me dice que estoy quedando millonario que porque el director está ganando premios entonces yo me pregunto qué está pasando porque yo estoy pasando necesidades”, afirmación que pude constatar, pues cuando el hombre sale de su humilde vivienda, turistas e incluso personas de la región le cuentan lo que sucede afuera, a lo que él agacha cabeza y baja su mirada en señal de ironía.

Promesas incumplidas

Don Antonio antes de aceptar el papel en El Abrazo de la Serpiente había sido víctima de estafa, por lo que convencerlo de realizarla no fue tan fácil. “Cuando se iban a las comunidades indígenas siempre habían muestras y nos decían queremos ver una danza tradicional de ustedes. Nosotros nos preparamos y teníamos nuestra vestimenta y canciones, en una época se reunieron los profesores de la universidad de Leticia con la universidad de Bogotá, llegaron allí con sus aparatos y nos dijeron que querían conocer historias de la casa Arana, entonces le comentamos la historia y ya después nos salen diciendo que hiciéramos un pequeño parte de la casa Arana, en la cual nos prometieron pagar $48 millones, éramos 12 que estábamos en ese grupo, pero desapareció eso, no nos pagaron, según dicen que el mismo director de la universidad de Leticia se fue con el dinero y como nosotros pues no tenemos quién nos ayude ni quién nos apoye, quedó en silencio”.

El director (Ciro Guerra) vio esa danza en una universidad de Bogotá,  por lo que fue directamente hasta la selva amazónica en busca de Bolívar. “Él me miró y vino directamente en busca de mí. Yo me asusté cuando 4 personas que nunca conocí y me llaman ¿usted es Antonio Bolívar?, yo sí señor con él habla, me dijeron ¡venga que queremos hablar con usted!, yo quedé asustado y les dije vengan a mi casa porque mi pensamiento era que en mi casa yo respondía. Allá en medio de la conversa me nombró el preparativo del Abrazo de la Serpiente y me pidió que lo acompañara que iba por un buen camino. Quedé pensando sin respuesta y me dijo ¿quiere ir? O no, le dije no, yo no quiero porque ya tengo un antecedente que nos dijeron que nos iban a pagar y no nos pagaron, entonces me dijo no, yo soy muy serio”, recuerda.

Luego de tres meses de grabación, la película comenzó a presentarse en festivales importantes como el de Cannes en Francia, a donde viajó Bolívar, “fue muy hermoso, me aplaudieron, me recibieron, me gratificaron y me atendieron muy bien. Estuve en Argentina, también fui muy apreciado por la gente y agradecido. Luego me mandaron solo para Ecuador a un festival y gracias a Dios hasta ahora voy bien”.

“Últimamente fui a Los Ángeles a recibir los premios Óscar pero no lo pudimos ganar. Se dice que fue comprado bajo la mesa a los jurados, como le hicieron a la reina (Ariadna Gutiérrez), entiendo que perdí”. De los Ángeles, el abuelo indígena cuenta con jocosidad sobre la fotografía que Leonardo Di Caprio y Sofía Vergara se tomaron con él, sin alcanzar a darse cuenta. “Allá había cantidad de gente que quería conocerme y sacar foto de recuerdo. En ese vaivén Sofía Vergara me abrazó y Leonardo Di Carpio y no me di cuenta. El Alcalde de Leticia me mandó una revista porque yo estaba ahí en esa revista y comencé a mirar y todos esos famosos y no me di cuenta, pero ya está, salió así y la verdad es que estuve allí”, asegura con orgullo.

Las ironías de la fama

Pero la fama le ha traído ciertas ironías, en nuestro recorrido por ciertos puntos turísticos de la región, es inevitable que turistas tanto extranjeros como colombianos, detengan su paso para pedirle una fotografía o compartir alguna vivencia de su experiencia en Hollywood. Bolívar, con su gran sencillez y disposición les concede la foto, pudiendo aprovechar para cobrar y hacer lo de su diario, pero él asegura: “Yo pudiera cobrarles por cada foto, pero qué pensarán, que me volví un aprovechado por cuenta de la película, yo no me atrevo a hacerlo, así tenga la necesidad”, dice.

“Hay gente que me dice, Bolívar regáleme $5 mil, yo les digo que no tengo, que estoy pelado y me recriminan que cómo no tengo si el director está ganando premios y tantos millones, ¿no te mandan? Y digo que no, entonces no me creen. A mí me da tristeza y vergüenza que los niños me dicen oiga señor actor ¿me da para un pan? Y eso me mueve el corazón porque no tengo”, asegura el actor que por estos días fue invitado a Haití para una gala de premios, fecha que quiere aprovechar para encontrarse con Guerra y hablar sobre el acceso a sus derechos en cuanto a las regalías.

Así mismo, Bolívar por su buena fe fue víctima de robo, “una mujer me elogió y me pidió prestado el celular para hacer una llamada y nunca más volvió, ahí perdí todos mis contactos que hice en Europa, el de una película que querían hacer en Rusia, en Francia, una película alemana, una americana y otra que se iba a hacer que me contrataron de palabra”, destaca.

 Recientemente, desde el pasado 6 de julio, Antonio Bolívar está cumpliendo unos trabajos para On Vacation en misión del turismo gracias a su amigo Daniel González, guía de la región que quiso ayudarlo para que hiciera algunos pesos para sobrevivir y así llamar más a los turistas a visitar el Amazonas.