Luego de intensas deliberaciones que se vienen dando en el Centro Democrático sobre si se inclinarán por el No o la Abstención en el plebiscito que refrendará los acuerdos de La Habana, se anunció por parte del partido que el 31 de julio la colectividad tomará una decisión.

Así lo hizo público el saliente  director de la colectividad,  Óscar Iván Zuluaga,  por medio de un comunicado en que “se permite informar que el próximo domingo 31 de julio, el partido comunicará a todos los colombianos su decisión final entre el no o la abstención, frente al plebiscito. La colectividad continuará durante esta semana en consultas con todos los sectores sociales, políticos y comunitarios en las regiones. Invitamos a nuestros seguidores a comunicarse con los directorios municipales y departamentales, con los senadores y representantes a la cámara, diputados, concejales y ediles para manifestarles su opinión”.

Cabe recordar que durante el fin de semana los líderes del Centro Democrático se reunieron con sus bases para consultarles la determinación. Se conoce que por ejemplo en el departamento del Huila sugirió que se fueran por el No.

Durante la reunión que se sostuvo en Bogotá,  Carlos Holmes Trujillo y Alfredo Rangel defendieron  sus posiciones. El precandidato presidencial Carlos Holmes Trujillo se pronunció sobre la aprobación del plebiscito en la Corte Constitucional y señaló que desde su partido, el Centro Democrático, busca promover la abstención activa.

Por su lado el senador del Centro Democrático Alfredo Rangel indicó que, él promueve participar por el NO en el plebiscito por la paz.

 “Limitarse a la abstención es perder por w, es mejor que el Centro Democrático opte por el no y deje la abstención a un lado, hemos hablado con Uribe, la decisión es difícil, hay diferencia de opiniones yo voy a impulsar el no”, indicó el senador.

Rangel considera que la baja popularidad del presidente Juan Manuel Santos es propicia para que desde su partido se impulse la campaña por el NO, sin embargo, señaló que esto no significa que se acabe con el proceso de paz, pero sí es un momento para “desde el gobierno hacer ajustes a lo que consideramos es inadecuado para una paz justa y duradera”.