El presidente de ProBogotá, Juan Carlos Pinzón, le explicó a EL NUEVO SIGLO los beneficios que traerá la Región Metropolitana de la Sabana

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La nueva ley aprobada por el Congreso de la República, va a traer enormes beneficios tanto para la Capital del país como para los municipios cercanos, tanto en movilidad, integración y mayor desarrollo. Así lo estima el presidente de ProBogotá, Juan Carlos Pinzón, quien le explicó a EL NUEVO SIGLO los alcances de la Región Metropolitana de la Sabana

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es el beneficio más grande que trae esta integración regional?

JUAN CARLOS PINZÓN: Lo primero que toca hacer es felicitar al Congreso. En buena hora se aprobó una reforma constitucional que permite que Bogotá tenga, con los municipios de Cundinamarca, las mismas posibilidades que tienen hoy en día otras regiones del país como por ejemplo Medellín con la región del Valle de Aburrá o la región metropolitana de Bucaramanga.

Esto permite mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, dado que las autoridades pueden mejorar su coordinación y al mismo tiempo, identificar problemas que son comunes. Entonces esta región lo que le permite a la ciudad de Bogotá y a los municipios aledaños de Cundinamarca que se asocien para crear esta Región, es manejar los problemas de transporte, de seguridad, de vocación económica, llámese turismo, medio ambiente, vocación agropecuaria, vocación tecnológica y vocación industrial; y por el otro lado, facilitará el manejo de temas como los servicios públicos, mejorando las condiciones de servicios.

ENS: ¿Esto exactamente cómo funcionaría?

JCP: ProBogotá viene promoviendo este proyecto hace ya un buen tiempo y afortunadamente logramos que grandes mayorías en el Congreso apoyaran esta iniciativa, con 81 votos a favor que validaron esta idea que pone a tono a Bogotá con las grandes capitales del mundo como Nueva York, Madrid, París y Shanghái, que son regiones metropolitanas. Yo creo que para que eso pasara fue muy importante que no solo se pusieran de acuerdo los parlamentarios y la bancada Bogotá con distintas fuerzas políticas, sino que se puso de acuerdo la Alcaldía de Bogotá con la Gobernación de Cundinamarca y con los alcaldes de muchos municipios.

El tamaño

ENS: ¿Cómo ve la disparidad de tamaño y de población existente entre Bogotá, los municipios circundantes y el Departamento?

JCP: La región Capital de Colombia es considerada como una de las megaciudades del mundo. Hay algo así como 30 megaciudades que tienen aglomeraciones con más de 10 millones de habitantes y eso es lo que representa hoy Bogotá con los municipios de la Sabana. Por lo mismo, necesita una planificación y una autoridad de consenso, porque es importante que nada se le imponga a nadie ni se le quiten autoridades a nadie, pero sí debe haber una capacidad de planificar.

De planificar el diseño de la ciudad, el uso de la tierra, el uso de los bienes ambientales, el transporte público. Hay que pensar que hoy tenemos Transmilenio pero que tendremos trenes regionales y líneas de Metro. Entonces desde ya hay que asegurarse que los municipios de una u otra manera se beneficien y se alimenten de esa Red.

Hay municipios de gran vocación turística como Zipaquirá o de gran vocación agropecuaria como Sibaté, pero también hay municipios de gran capacidad industrial como Tocancipá. Frente a toda la capacidad de servicios y de logística que requiere la ciudad de Bogotá, hay que identificar en dónde podemos poner las capacidades agro industriales, de centros de tecnología que maximicemos lo que tenemos y así ganaremos todos tanto en generación de empleo, como en calidad de servicios.

El consenso

ENS: ¿Cómo se manejará esa autoridad regional?

JCP: Ahora viene un proceso muy importante y es que, dada esta reforma constitucional, hay una posibilidad para que Bogotá y los municipios de la Sabana logren sacar adelante el hecho de tener una autoridad regional que funcione por consenso. Pero ahora va a ser necesario que se haga una ley que especifique la manera como esto va a operar.

Lo que sí noto yo es que hay un consenso bastante grande en que la manera en la que esto debe funcionar es, primero sin tocar la autonomía de cada uno de los municipios; y lo segundo es que se cree un modelo de generación de consenso.

Y esta no es la única parte del mundo en donde ocurriría. En la ciudad de Medellín existe el área metropolitana y lo que hacen es que se reúnen los alcaldes, hay una representatividad bien definida y se toman decisiones consensuadas. Seguramente vamos a trabajar en esa ley para que las cosas funcionen y haya un equilibrio razonable.

ENS: ¿El Covid-19 aceleró mucho de lo que planeaba la integración regional?

JCP: Yo valoro que haya buena coordinación entre las autoridades de Cundinamarca y de Bogotá, pero incluso algo que ha mostrado la emergencia sanitaria del Covid-19 es que necesitamos más coordinación de estas autoridades, en especial de Bogotá con el Gobierno nacional.

Este es un tema que mucha gente ha criticado y que ha confundido a la ciudadanía. Pero sí es buena noticia que Bogotá y Cundinamarca se estén hablando más, estén haciendo más coordinadamente como las pruebas y ese es el camino.

ENS: ¿Cuál es el siguiente paso para consolidar la Región Metropolitana de la Sábana?

JCP: Falta que esta semana el Congreso apruebe la conciliación porque se aprobaron textos diferentes en Cámara y Senado, y es necesario conciliar esos textos. Ese es el primer paso que aún está pendiente.  Pero luego vienen otros temas como por ejemplo hacer un consenso entre Bogotá, Cundinamarca y los municipios interesados, para poder tener un buen proyecto de ley orgánica que defina cómo va operar bien esta región metropolitana. Hay que hacer esa ley para que precisamente estas cosas se vuelvan una realidad y como decimos en ProBogotá, impere el bien común con una visión compartida de largo plazo