Mensaje del voto en blanco | El Nuevo Siglo
Sábado, 9 de Junio de 2018

Según los resultados promedio de las encuestadoras, cerca del 10% de los sufragantes en las próximas elecciones votará en blanco. Es, sin duda, un significativo aumento que representará a más de un millón y medio de compatriotas.

Saltan algunas voces que entienden que fomentar el voto en blanco es una treta, canalla y ruin, de quienes no tienen la suficiente valentía para apoyar al candidato joven, al de la esperanza, la tranquilidad y el progreso, vale decir, el Dr. Duque, y que, a su vez, se niegan a respaldar la revolución del sistema, del Estado de derecho, de la legalidad, de la institucionalidad, representada por el Dr. Petro.

Todo lo cual, en suma, ha dado lugar a un “matoneo intelectual” de los radicales “petristas” (perdón la tautología) contra los abanderados del voto en blanco. Los califican de débiles, de insaboros, de descriteriados y, cuando suben el tono, de cómplices con la candidatura “Duquista” pues, según afirman, es la fórmula del Dr. Iván Duque y de la Dra. Marta Lucía Ramirez, la que más se beneficia de ese voto.

Desconozco a fondo las razones que llevan a los “petristas” a semejante sentencia (si es que las hay), pero considero que su matoneo hacia los partidarios del voto en blanco es injustificado y antidemocrático, como todo lo que huele a Petro.

El voto en blanco es una opción que simboliza muchas cosas, a mi juicio, casi todas buenas: manifiesta, ciertamente, un descontento con la oferta de candidatos, pero así mismo un compromiso con la democracia participativa. Simboliza, se puede decir, buena parte del voto de opinión que más que un voto inconforme es un voto que invita a la reflexión y a la ponderación de quien quiera que gane las elecciones. Es un voto que se convierte (o se puede convertir) en una masa crítica que amortigüe las muchas veces apasionadas posturas entre el gobierno y la oposición. El voto en blanco numeroso y con representatividad construye una nación que sin darle la espalda a la democracia contiene una función pedagógica, por tanto, respetable.

Si las encuestas vuelven a acertar, la dupleta Duque-Ramírez tomará más de 20 puntos porcentuales de ventaja frente a la amenaza socialista. Sin embargo, ello no debe llevar a las filas de los perdedores petristas a la sinrazón, al ataque ramplón y rastrero, -ya no digo contra los compatriotas que acompañamos la idea conservadora-, sino frente a los que libre y democráticamente optaron por mandar un mensaje distinto a la sociedad a través del voto en blanco.

*Miembro de la Corporación Pensamiento Siglo XXI.

@rpombocajiao