TRAS un éxito arrasador en menos de un año de operaciones, Love Chicharrón quiere estar cada vez más cerca de sus clientes. Por esta razón, a finales de este mes de mayo, este novedoso restaurante abrirá las sedes de su segundo local en el reconocido sector de la calle 85, en Bogotá.

El restaurante, reconocido por cambiar la forma de consumir este tradicional manjar colombiano, tiene todo listo para atender más clientes en una zona céntrica de la ciudad. “Desde el primer día, nuestro local en la 119 con 13 estuvo lleno. Nos tomó por sorpresa descubrir que nuestra oferta era tan esperada por los bogotanos. Eso nos llevó a decidir que era momento, a pesar de la juventud de la marca, de abrir un segundo local. Tras un ordenado análisis, decidimos hacer esa apertura en la zona de la 85”, explicó Juan Pablo Bonilla, uno de los creadores de este concepto.

Para quienes no conocen esta original marca, la propuesta principal de ‘Love Chicharrón’ parte de la idea de llevar los antojos y manjares colombianos a un formato en donde todos lo quieran consumir. Y los emprendedores lo han logrado a través de un modelo que incluye alto diseño, procesos de preparación y servicio controlado, materias primas seleccionadas con rigurosidad y un ambiente diseñado para compartir con los amigos bajo la premisa de la practicidad y sencillez a la hora del consumo.

Conos de chicharrón Thai, BBQ, Mixto, picante y tradicional son algunas de las presentaciones que ofrecen en este restaurante, donde la innovación a partir de lo tradicional hace parte de su cultura organizacional. Incluso, para celebrar la apertura del nuevo local se creó un plato nuevo que sorprenderá a muchos: el ceviche de chicharrón.

Un homenaje al chancho

Chancho, puerco, marrano, cerdo, cochino, lechón. Existen muchos nombres pero solo un amor y Love Chicharrón es justamente eso: un homenaje al animal que provee delicias tan increíbles como el chicharrón y todos los demás derivados de este noble mamífero.

Y es que, aunque la base de la propuesta son los chicharrones, presentados en conos con todo tipo de acompañamientos, lo cierto es que el menú va mucho más allá: “No son solo chicharrones, es un homenaje a nuestra gastronomía. Hay sánduches, arepas, carimañolas, empanadas, chorizo y todo tipo de cosas alrededor del cerdo”, explica Valentina Builes, la otra mitad detrás de este encantador proyecto.

El nuevo local

Con la intención de acercar aún más la propuesta a los comensales, el nuevo local de Love Chicharrón estará ubicado en la Calle 85 de Bogotá. “Sabíamos que nuestra propuesta es no solo deliciosa, sino también muy práctica. También creíamos que era ideal para los ejecutivos y los estudiantes que no tienen mucho tiempo y la zona de la calle 85 es una zona muy concurrida por este tipo de personas. Por eso fue la elección natural para nuestro segundo punto”, explica Valentina.

“Y también sabemos que es una zona de bares y qué mejor que empezar la parranda con una buena comida y nuestro chicharrón es perfecto para calmar el hambre antes de irse de fiesta”, complementa Juan Pablo.

El local, ubicado en la Calle 85 #16A-32 abrirá sus puertas a finales de mayo y se estima que el tercer punto, ubicado en el área de Chapinero Alto, esté listo para funcionar a principios del segundo semestre del año.

Desatanizar  el cerdo

Es hora de dejar atrás toda la estigmatización alrededor del cerdo. La carne de este animal no solo es deliciosa y puede sacarse provecho del total del animal, sino que, además, es de gran calidad.

Los porcicultores colombianos han hecho un gran esfuerzo en la tecnificación de la producción de esta carne, al punto que, hoy por hoy, la carne de cerdo colombiano es una de las de mayor calidad y seguridad que pueden encontrarse en el mercado.

Cifras reveladas por la Asociación Colombiana de Porcicultores anuncian que en los últimos 5 años el consumo de carne de cerdo ha aumentado en un 56%, con un consumo por per cápita de más de 9 kilos, lo que representa la mitad del consumo de carne de res.

Esto se debe, entre otras razones a un esfuerzo de los criadores por entregarnos carne de calidad, certificada y al esfuerzo de cocineros y emprendedores como Valentina y Juan Pablo, que nos han enseñado que el cerdo vale la pena.

Lejos quedaron las amenazas de bacterias mortales y la duda de conocer  donde había sido criado el animal, entonces es momento de aprovechar y comerlo, comerlo mucho porque bien reza el dicho: Del cerdo, hasta los andares.