DESPUÉS de semana y media del Mundial Rusia 2018, los resultados han sido adversos para las selecciones latinoamericanas. Con un Perú eliminado, y Argentina y Colombia al borde de la eliminación. Presentaciones mediocres de Brasil y Costa Rica. Solo Uruguay y México dieron inicios de alegría a sus nacionales. Pero más allá de la debacle futbolística, América Latina se está rajando en educación.

Los miles de hinchas que se encuentran en Rusia se han destacado pero por la cultura de la trampa, la violencia o la discriminación. Todos los casos evidencian que la región tiene serios problemas en sus sistemas educativos. Acá los casos más relevantes.

Colombia y la cultura del atajo

Las redes sociales hicieron viral el video de colombianos que ingresaron de forma ilegal licor entre binóculos. No conformes con cometer un delito, les pareció oportuno hacer un video y divulgarlo por las redes sociales. En el mismo una colombiana se alegra y dice que ese es el “ingenio paisa”, es decir, que os colombianos somos buenos para saltar las normas, cometer
delitos y además, lo celebramos. Lo sorprendente es que para muchos era algo divertido, la cultura de la “bacanería”

El trago amargo llegó después cuando Avianca decidió despedir a uno de sus directivos que aparecía en el video. De nuevo sorprendieron los comentarios de muchos en redes sociales y en lo cotidiano, a quienes les parece que es una decisión exagerada, que es normal entrar licor a escondidas, que su “pecado” fue publicarlo en redes sociales. Es decir, tenemos atrofiada la escala de valores, asumimos que saltarse las normas y burlarlas es normal, que el problema fue dejarse caer con el video.

Más colombianos y maltrato a la mujer

A otros les pareció divertido después de la derrota con Japón filmar ciudadanos japoneses y engañarlos de forma amistosa para hacerlos decir groserías. El más agresivo, un hombre que engaña a dos mujeres japonesas para que ellas se describieran con palabras vulgares. Inclusive la Cancillería tuvo que intervenir en un comunicado que dice que esas acciones son expresiones violentas contra la mujer, las denigran no solo a ellas, sino al idioma.

Consideramos que el humor es violentar y engañar. De nuevo se evidencia una falta de cultura ciudadana y serias fallas en
el sistema educativo colombiano. Sobre todo cuando muchos de los que están en Rusia son profesionales que se suponen que han recibido educación, que afirman ser padres y que tiene los ingresos económicos que les permite un mayor acceso a la cultura.

México y la homofobia

La Fifa abrió un procedimiento disciplinario contra México para investigar si los aficionados gritaban “puto”, una expresión peyorativa para referirse a los hombres homosexuales, lanzada en el momento de un despeje de balón ejecutado por el portero del equipo rival, el arquero Manuel Neuer, de la selección de Alemania.

Debido a que en varias ocasiones los aficionados lanzaron ese grito en el estadio Luzhniki de Moscú, donde más de 30 mil
mexicanos se encontraban en las graderías, la Federación Mexicana de Fútbol ya fue notificada por la FIFA de la investigación.

México ha sido castigado con nueve multas por expresiones de homofobia. El caso suma más de dos millones de dólares.

La región y el sexismo

Hinchas brasileros, peruanos y mexicanos también violentaron a mujeres rusas, a quienes pusieron a cantar obscenidades,
presentándolas como tontas en las redes. De nuevo un caso alarmante, naturalizar la violencia contra las mujeres en la región que tiene las mayores tasas de feminicidios y violencia contra la mujer del mundo. En el video se ve como las acosan, las encierran entre ellos y empiezan a decirle vulgaridades que ellas no comprendían.

Entonces, la formación en valores éticos no es un problema exclusivo de Colombia, es un problema serio en la región y más grave cuando quienes las realizan se supone que han asistido a escuela, tienen formación profesional y cuentas con altos ingresos económicos para visitar Rusia.

Argentina y la violencia

Argentina y la violencia El país austral está a un paso de la eliminación. Además del juego violento y agresivo que exhibieron sus jugadores. En las graderías del estadio, argentinos agarraban a patadas a hinchas croatas, la violencia era despiadada. Además, en las redes sociales se desataron una serie de insultos, amenazas de recibirlos a piedra al regreso, memes que pasan del buen humor a promover la violencia y los ataques físicos.

Somos una sociedad que no sabe procesar las derrotas. Pasamos de la euforia a la ira y el odio.

Eso lo mezclamos con machismo, homofobia, racismo. Es decir la educación latinoamericana está fallando. No son casos aislados, han sido recurrentes. Y solemos conformarnos con la expresión de –los buenos somos más- esa frase pretende esconder el problema y seguir actuando como una sociedad acrítica, que ve los problemas en los otros, en el gobierno, en los empresarios, en las élites, pero que le cuesta entender que la transformación cultural se hace con la educación, con la reflexión, con el respeto por la diferencia.

Mientras eso ocurre, en medio de la euforia y del todo vale, los japoneses y los rusos dan ejemplo de limpieza y orden, y otros más entienden que es una fiesta del fútbol y no un espacio para la trasgresión y la violencia.