Diez desafíos políticos del próximo gobierno | El Nuevo Siglo
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Lunes, 18 de Junio de 2018
Redacción Política

 

1. Reforma política

 

La reforma política que presentó al Congreso la administración Santos en mayo de 2017 como parte de la implementación del acuerdo de paz, tuvo que en noviembre pasado pedir su archivo en Senado al admitir con resignación el ministro del Interior, Guillermo Rivera, que el texto que venía de Cámara no era satisfactorio con los objetivos planteados.

Mientras tanto el país sigue reclamando esta reforma para corregir falencias y erradicar una serie de vicios en la política. Por ello para el nuevo gobierno es un imperativo presentar en corto tiempo una propuesta que incluya financiación de campañas, establecer la lista cerrada y bloqueada y otras propuestas como el Senado regional.

 

2. Reforma electoral

 

El sistema electoral ha sido blanco de críticas porque si bien estaría lejos de que se presente un fraude, son muchos los errores que surgen del sistema manual, como se vio con el fallo del Consejo de Estado que permitió que el partido MIRA lograra apenas al final de este Congreso tres curules en Senado, las cuales obtuvo en los comicios de 2014, porque miles de sus votos fueron considerados nulos.

Es necesario adoptar el voto electrónico, como ya lo ordenaron dos leyes, también se ha insistido en cuanto a la arquitectura del sistema reformar o suprimir el Consejo Nacional Electoral. La Misión Electoral propuso remplazar este organismo por el Consejo Electoral Colombiano, que sería un ente independiente que tendría algunas funciones jurisdiccionales sin ser parte de la rama judicial. Se elegiría mediante cooptación, quitándole de esta forma a los partidos el derecho a postular candidatos a magistrados.

 

3. Reforma a la justicia

 

Fue una de las grandes frustraciones de la administración Santos, que si bien en 2012 logró sacar adelante en el Congreso una reforma de este tipo, al final se negó a promulgarla y le pidió al Parlamento que la hundiera porque en la conciliación se colaron varios micos.

Será uno de los retos más importantes del nuevo Gobierno porque la aplicación de justicia es uno de los grandes clamores de los colombianos.

Esta reforma tendría que contemplar aspectos como conformación de un nuevo órgano para la investigación y el juzgamiento de magistrados de altas Cortes; rediseño de las facultades electorales de las altas Cortes; descongestión judicial.

 

4. Implementación del acuerdo

 

El acuerdo de paz está blindado porque la Corte Constitucional aprobó el acto legislativo que obliga a los próximos tres gobiernos a cumplir con el pacto, como lo ha venido haciendo la administración Santos en los últimos 18 meses.

Sin embargo son varios los pendientes y los problemas por solucionar: como la política de reincorporación de los excombatientes, recobrar la seguridad en las regiones y adelantar las reformas estructurales a que se comprometió Santos junto con los respectivos planes y programas.

En días pasados el Presidente aseguró que un año y medio después de firmados los acuerdos se han cumplido un 70 por ciento de las metas.

 

5. Activación estatuto oposición

 

Está pendiente que el Congreso, para poner en vigor el Estatuto de Oposición, haga algunos ajustes al texto, conforme lo determinó la Corte Constitucional en el fallo de abril pasado cuando lo declaró en su mayoría exequible.

Corresponderá al entrante gobierno implementar sus disposiciones y además observar de su parte el cumplimiento en las relaciones con la oposición y respeto de las garantías que el texto establece. 

Desde la expedición de la Constitución del año 91 el Congreso estaba en mora de aprobar el estatuto de la oposición para dar las garantías a los partidos y movimientos políticos que se declaran contrarios al Gobierno de turno.

 

6. Negociación con Eln

 

Independientemente que han sido mínimos los avances en la negociación de los puntos de la agenda entre la administración Santos y el Eln, el nuevo Gobierno recibe un proceso montado. 

En este sentido el Ejecutivo que llega debe tomar la decisión si le da continuidad a la negociación, si es necesario establecer nuevas condiciones a esta guerrilla para seguir e, incluso, si se requiere reformular la agenda hasta ahora de cinco puntos. O, en caso contrario, abortar el proceso.

Si bien desde varios sectores políticos y de opinión pública han pedido dar por terminada esta negociación por la estrategia adelantada por el Eln de ejecutar actos terroristas mientras que está en la mesa, no es tan sencillo para el nuevo Gobierno hacerlo de entrada y recalar en la opción militar, más teniendo en cuenta que su antecesor Santos logró la paz con las Farc y en esto fue acompañado por la  comunidad internacional.

 

7. Lucha a la corrupción

 

La corrupción se ha salido de madre, como lo han demostrado los megaescándalos de Odebrecht y Reficar. Por ello la batalla verdadera contra este flagelo que roba grandes porciones de los recursos  públicos no da más esperas, y seguramente esto lo refrendarán los ciudadanos en la consulta anticorrupción del próximo mes de agosto, cuando independientemente de que alcance el umbral de 12 millones de personas, se prevé que será alta la participación.

Por ello el entrante Gobierno está obligado a adelantar las medidas necesarias para frenar la corrupción y perseguir a los culpables, y que en sus entrañas no aflore este fenómeno.

 

8. Narcotráfico

 

Un escenario poco alentador en la lucha contra este flagelo  encontrará el nuevo gobierno por el crecimiento desbordado de los cultivos ilícitos. Santos recibió en 2010 un país con 100.000 hectáreas de coca, pero lo entregará con cerca de 200.000 hectáreas. Esta situación ha hecho que la administración de Donald Trump, Estados Unidos, esté presionando y exija resultados.

En ese sentido el nuevo presidente ‘heredará’ el compromiso que adquirió Santos con la comunidad internacional de suprimir 100.000 hectáreas al final de este año por la vía de la erradicación forzada y la sustitución. En ese punto el nuevo Gobierno debe definir si mantiene esta estrategia o hace ajustes, por ejemplo reincorporando la fumigación aérea.

 

9. Superar polarización

 

La negociación y posterior acuerdo de paz que alcanzó la administración Santos con las Farc, si bien se constituye en un logro que buscaron anteriores presidentes, dejó un país polarizado, como se vio en los resultados del plebiscito de 2016 que ganó por estrecho margen el No al acuerdo. Santos calificó como enemigos de la paz a los opositores del acuerdo, en tanto que desde la oposición y el uribismo se espetó que el Ejecutivo le entregaría el país a las Farc.

Corresponde al nuevo presidente unir a los colombianos en torno a un proyecto de país que congregue antes que ahonde las heridas.

 

10. Reforma del Estado

 

El gobierno Santos adelantó una reforma administrativa en diferentes niveles del orden nacional, como en la Presidencia de la República, en donde eliminó la figura de las consejerías  y creó cargos en el rango ministerial, como el ministro de la presidencia y el consejero para el posconflicto. También suprimió entidades como la Dirección Nacional de Estupefacientes y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).

El nuevo Gobierno tendrá el reto si mantiene la tendencia de hacer apenas algunos ajustes en la estructura del Estado o se anima  a dar un revolcón para hacerlo más eficiente y más proactivo al servicio de los colombianos, por ejemplo avanzando en la descentralización administrativa y dando cabida a nuevas instituciones producto de la Constitución del 91.