Chan Chan, ciudad del “sol resplandeciente” | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Sábado, 23 de Junio de 2018
Redacción internacional con AFP

CHAN CHAN, la principal ciudadela prehispánica de barro en América, cada cierto tiempo sorprende al mundo con nuevos hallazgos, como ahora con un corredor con murales en alto relieve en un milenario palacio.

Construida por la cultura chimú, que floreció entre el año 900 y el 1450 en la costa norte de Perú, Chan Chan significa "sol resplandeciente" en el idioma nativo. Tenía diez palacios amurallados sobre una extensión de 20 km2 y en su mejor época tenía unos 30.000 habitantes.

Ahora quedan 14 km2 en el complejo arqueológico, que enfrentan amenazas por el clima, las invasiones de pobladores y saqueos.

"Chan Chan es increíble, debajo de cada montículo de tierra hay un nuevo hallazgo que nos sorprende", dice la ministra de Cultura peruana, Patricia Balbuena, al visitar los murales descubiertos recientemente por los arqueólogos.

El corredor está en Utzh An o Gran Chimú, uno de los diez palacios amurallados de la ciudadela contigua a la ciudad de Trujillo, 570 km al norte de Lima.

Falta mucho por descubrir

"El reciente hallazgo nos demuestra la vastedad de nuestro patrimonio cultural y lo mucho que aún nos falta por encontrar en esta ciudadela de barro", señala la ministra.

En los murales descubiertos predominan los escaques, cuadrados como los de un tablero de ajedrez, y olas en alto relieve.

Además, en un acceso al corredor hay representaciones del "animal lunar", un símbolo mítico de diferentes culturas prehispánicas de la costa y sierra norte de Perú, explica el arqueólogo Henry Gayoso, responsable del proyecto de restauración de los muros perimetrales del palacio Utzh An.

"El corredor fue hallado hace dos semanas. Tiene más o menos seis metros de ancho y una extensión de 50 metros. Aún hemos excavado la mitad del corredor (25 metros) y nos faltan bajar 1,5 metros para llegar al piso", señala.

"Una vez terminado sabremos su significado, aunque creemos que era paso de un personaje principal", agrega el arqueólogo.

En la ciudadela están trabajando unas 500 personas, incluidos 50 arqueólogos, distribuidas en cinco proyectos, explica el jefe de la Unidad de Investigación y Conservación de Chan Chan, Arturo Paredes.

Han sido descubiertos murales, escalinatas, pasadizos, estatuillas de madera de guerreros de 40 centímetros de alto que en el rostro llevan una capa de arcilla blanca a manera de máscara.

También los investigadores han encontrado vasijas, telares y gran cantidad de "spondylus", conjunto de frisos con figuras de langostas, algas, redes, embarcaciones con pescadores y hombres nadando.

Sitio ceremonial abierto al público

En el sitio hay además una "huaca" (santuario, en quechua), que ahora puede ser visitada por el público. 

La huaca Toledo era hasta hace poco un enorme montículo de tierra, pero gracias al trabajo de los arqueólogos recuperó su aspecto de pirámide trunca (sin punta). Construida de forma escalonada, tiene más de veinte metros de altura y noventa metros de largo y ancho.

Corresponde al periodo Chimú Tardío, hacia el año 1350. Esta huaca fue construida de modo diferente a otros sitios ceremoniales de la costa norte de Perú, ya que su núcleo está formado por celdas de piedra y gravilla, enchapado con adobe (barro) para obtener escalones finamente enlucidos.

"Aún no se han descubierto los motivos de su construcción dentro de la ciudadela. Se piensa que sea un lugar ceremonial para los pobladores", explica el arqueólogo Jorge Meneses Bartra, responsable de la huaca Toledo.

Erradicar a los invasores

La ciudadela fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986, pero ese mismo año fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad en Peligro debido a la acción de invasores, de filtraciones de agua de mar y las lluvias.

Chan Chan durante largo tiempo fue invadida por agricultores o criadores de cerdos, cabras y pollos. Hace dos décadas el gobierno inició el desalojo de estos invasores, pero aún quedan algunos que poseen documentos de propiedad legal.

La policía de turismo protege ahora los sectores más vulnerables del complejo, con patrullajes de día y de noche.

El gobierno prepara un plan para erradicar a los últimos invasores que quedan en esta zona patrimonial. "Los vamos a sacar de acuerdo a las leyes", asegura Balbuena.