Se mueren las esmeraldas | El Nuevo Siglo
Lunes, 12 de Junio de 2017

Todos los sectores sociales deben estar unidos verticalmente por el destino común de la Nación  Se hace imposible pensar la política social sin una política nacional.

Arturo Jauretche

“Debemos seguir luchando por la paz verde”

 

Nuestro querido y amadísimo país está lleno de historias de nunca acabar. Historias que se repiten, gobiernos sordos, codicia, envidias, muertes, riquezas, pobrezas… mejor dicho décadas de ocurrencias de hechos de violencia que no tienen razón de ser.

El Creador nos dio un territorio lleno de riquezas, variedad de climas, flora,  fauna, seres humanos de todas las características posibles, buenos y hasta malos. Entre esas enormes posibilidades nos dio esmeraldas. Y las ubico en mi hermoso departamento Boyacá.

Con las uñas nuestros aborígenes iniciaron su explotación, su comercio creció, su interés mundial se acrecentó. Pero esa valiosa piedra nos trajo muerte,  violencia, ansias de  riqueza desmesurada y la codicia. El yo soy el más poderoso y nadie más puede serlo.

Todo ese accionar maquiavélico trajo miseria, orfandad, viudas y mutilaciones. No en pocas ocasiones se ha tratado de buscar la paz y la concordia entre nuestros hombres de la esmeraldas. Se logra por momentos fugaces y la violencia retorna de la noche a la mañana.

Eso nos motiva a estar luchando por la paz verde. No más muertos por la piedra preciosa. La vida es más preciosa.

Ahora surge una nueva iniciativa que todos debemos apoyar y que puede definitivamente traerla paz social a la región, a través de un proyecto de ley que busca poner en cintura al negocio de las esmeraldas. Germán Sánchez, comerciante de gemas, autor de la iniciativa explica que con la ley se busca “la regularización, comercialización y exportación de esmeraldas”  y sea una fuente de ingresos de alrededor de UD$50 millones anuales.

Se hace necesario que el sector económico de la industria esmeraldera en Colombia tenga la importancia que se merece. Sánchez explicó en la comisión Quinta de la Cámara el impacto económico que está teniendo Colombia al no haber una regularización en la producción, comercialización y exportación de la esmeralda y al no tener una medición clara que permita calcular el valor de la piedra.

A esto se suma la exportación en bruto que tiene el mineral, lo que hace que la plusvalía quede en el exterior y el beneficio económico que reciba el país sea poco. Y a ese ritmo nos quedarían esmeraldas para unos diez años más.

Toda explotación minera legal debe ser respetuosa del medio ambiente.  

lorenarubianof@gmail.com