Inflación, desempleo, y tasas de interés son básicos para que el aparato productivo del país comience a recuperar el terreno perdido.
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Terminan los primeros seis meses de un año que a juicio de los analistas iba a ser mejor que el anterior, pero que por las condiciones del mercado, tanto interno como externo, la variación de los precios de las materias primas y la baja en la confianza de los consumidores, las expectativas se fueron al traste.
2017 inició en medio de un debate por la reforma tributaria aprobada por el Congreso a finales de 2016 y que basaba el aumento de los impuestos básicamente en el incremento de 3 puntos en el Impuesto al valor Agregado, IVA, que lleva a que en el país el índice de confianza de los consumidores haya tenido en enero pasado el nivel más bajo desde que se realiza la medición un indicador negativo superior al 30%.
El crecimiento de la economía colombiana se espera que esté entre el 2,5% que presume el Fondo Monetario Internacional y el 1,8% que estima el Banco de la República. Para el Gobierno el guarismo se ubicaría en 2,3%.
1. Crecimiento económico
Tanto para el Gobierno como para los analistas, el crecimiento económico del primer trimestre de 2017 Fue sorpresivamente bajo. Las apuestas apuntaban a un 2%, pero la realidad mostró que el aparato productivo solo registró un incremento de su actividad de 1,1%.
Solo sectores como agricultura, financiero y servicios mostraron comportamientos superiores a los de la economía. Sorprendió durante el periodo enero-marzo la caída en la construcción y el deterioro total de la minería.
Para el segundo trimestre, los indicadores, según las cifras preliminares no han mejorado mucho y es posible que se repita el guarismo del primer tramo del año.
Para la profesora universitaria y economista y máster en Finanzas Corporativas, Sara Piñeros, quien colabora con el portal Razón Pública, en el futuro cercano es de esperar que el crecimiento de la economía colombiana sea jalonado por el sector de servicios financieros, que creció 4,4% y cuya participación en el producto interno bruto es de cerca del 23%.
Por el lado de la demanda, el consumo de los hogares creció poco, 1,1% en comparación con el registro del primer trimestre de años anteriores, promedio de 3,7% 2010 y 2016. Esto se explica sobre todo por la menor demanda de los consumidores, afectada principalmente por la reforma tributaria.
Entre tanto, la inversión de capital fijo sigue disminuyendo, como sucede desde el tercer trimestre del 2015, lo cual socavará el crecimiento de largo plazo, sobre todo en un país como Colombia donde la falta de infraestructura es el principal limitante de la competitividad y donde cerca de la mitad de la población ocupada se encuentra en situación de informalidad.
2. Desempleo
El nivel de empleo en Colombia ha tenido altas y bajas en lo corrido del año. Las cifras entregadas por Fedesarrollo y Acrip indican que el desempleo se situó en 8,9% en abril y 9,7% en el trimestre febrero-abril, una reducción de 0,1 puntos porcentuales en el primer caso, mientras en el segundo se mantuvo inalterado frente al mismo periodo un año atrás.
Aunque en abril se redujo levemente la tasa de desempleo nacional, en las 13 principales ciudades se evidenció un aumento de 210 mil personas desocupadas, creciendo 19,5%, frente al mismo periodo doce meses atrás. En ese sentido, la tasa de desempleo para las principales ciudades aumentó 1,6 puntos porcentuales, ubicándose en 10,7%.
De acuerdo con las encuestas de hogares del DANE, las ramas de la economía que tuvieron la mayor generación de empleo durante el último trimestre móvil fueron: la industria, las actividades agrícolas, ganaderas y similares y las actividades inmobiliarias y empresariales. Entre las tres generaron un total de 385 mil nuevos puestos de trabajo. Por el contrario, durante el mismo trimestre, los sectores que tuvieron la mayor reducción en el número de ocupados fueron: construcción, servicios sociales y personales, y comercio, hoteles y restaurantes. En conjunto los tres sectores destruyeron 79 mil puestos de trabajo.
El buen comportamiento de los centros urbanos, diferentes de las trece grandes ciudades, y de las áreas rurales en la generación de empleo, favoreció el crecimiento en el número de ocupados por encima de la población en edad de trabajar.
El consumo de los hogares creció poco, 1,1% en comparación con el registro del primer trimestre de años anteriores, promedio de 3,7% 2010 y 2016
3. Inflación
El costo de vida que en 2016 estuvo en niveles muy altos, ha tenido una tendencia a la baja en 2017.
Luego de que los precios de la canasta familiar se vieran afectados por el paro camionero y la situación del clima originada por el rigor del Fenómeno de El Niño y que afectaron de manera importante el costo de los alimentos, las cosas durante 2017 han cambiado y lo han hecho para el beneficio de los consumidores.
La inflación de los cinco primeros meses del año fue de 3,23%, muy inferior a la del mismo mes de 2016 cuando el índice de Precios al Consumidor llegó a 4,60%
Entre junio de 2016 y mayo de 2017 el costo de vida para los colombianos llegó a 4,37% y se ubica cerca de la parte alta de la meta rango impuesta por el Banco de la República entre 2% y 4% con una media de 3%.
Para los analistas es posible que se mantenga el ritmo en la inflación en lo que resta del año, es posible que el indicador comience a acomodarse dentro de las metas establecidas por el Emisor.
4. Tasas de interés
Otro de los retos que se tiene para el segundo semestre de 2017 en materia económica es el nivel de la tasa de interés del Banco de la República. Los analistas consideran que en la reunión del próximo viernes, la Junta Directiva del Emisor mantenga el ritmo de disminución de la tasa de referencia de la entidad que se encentra en 6,25% y la reduzca otros 25 puntos básicos.
Desde finales del año pasado la tasa de referencia ha bajado en 150 puntos básicos. En diciembre de 2016 esta referencia estaba en 7,75%.
Empresarios y analistas han expresado su expectativa de que la tasa de interés del Banco de la República se ubique en niveles de 5,50% al cierre de 2016, aunque falta por verse el comportamiento de otras variables de la economía para el resto de 2017, especialmente en el frente externo, que se encuentra en aguas agitadas.
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