Producción petrolera no sale del "hoyo negro" | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Junio de 2017
Redacción Economía
La situación petrolera en Colombia no es fácil. A la baja producción y la disminución del precio en el mercado internacional, se suman los atentados del Eln y las consultas populares. También están cayendo los suministros de gas.

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La producción de petróleo en Colombia viene en declive. Durante mayo este indicador de la economía descendió 6% y se ubicó en los 851 mil barriles por día frente al mismo mes del año anterior y presentando una disminución de 0,59% respecto a abril de 2017.

Por otro lado, la cifra preliminar de producción de gas fue de 905 millones de pies cúbicos por día, volumen inferior en 14,7% frente al mismo mes del año pasado y en 1,21% con respecto a abril de 2017, según las cifras entregadas por el Ministerio de Minas y Energía.

Para la Asociación Colombiana del Petróleo, ACP, la baja producción de mayo es una muy mala noticia, no solo porque impacta las finanzas nacionales y se traduce en menores regalías a los municipios y departamentos.

Pero lo peor de esta situación, señaló el presidente de la ACP, Francisco José Lloreda, es que esta producción está en riesgo si se advierte que hay 22 procesos de consultas populares que buscan no solo detener sino prohibir la explotación de hidrocarburos en el país.

Si esas 22 consultas se llevaran a cabo se comprometerían unos 120 mil barriles adicionales, lo que bajaría aún más la producción colombiana de petróleo, dijo Lloreda.

Las consultas populares se han convertido en un problema muy grave para el desarrollo de la actividad petrolera, y el subsuelo debe seguir siendo de propiedad del Estado y no de las regiones o municipios, lo que impide el desarrollo de las actividades en el país.

 

Autosuficiencia

Uno de los problemas que más afecta al país es la pérdida de la autosuficiencia petrolera. Un documento de la Contraloría General de la República indica que se dará como resultado de la declinación histórica de los campos de producción del país.

La situación llegaría a su punto más álgido en 2023 cuando la producción nacional de petróleo no sería suficiente para abastecer las refinerías.

“Se pronostica que, ante la reducción de las exportaciones de crudo, la pérdida de autosuficiencia petrolera se presente a partir del año 2019 para Ecopetrol; 2020 para la Nación, 2021 para el país y 2023 para combustibles”, indica la Contraloría. Esta situación llevaría al país a tener que importar crudo.

 

“Se pronostica que, ante la reducción de las exportaciones de crudo, la pérdida de autosuficiencia petrolera se presente a partir del año 2019”

 

Las consecuencias de este cambio, teniendo en cuenta que el peso que tiene el petróleo para la economía nacional, serían el deterioro de la balanza comercial por la importación de combustibles y la disminución de los ingresos de los entes territoriales por recortes de las regalías.

A mediano plazo las finanzas públicas del país también reflejarían un deterioro. Si a la reducción en la producción de crudo, se suman los menores ingresos de Ecopetrol, el resultado sería un mayor déficit público y externo, en comparación con los resultados actuales, que para ser financiado requeriría un ajuste macroeconómico que se reflejaría en un menor consumo o recorte de la inversión.

Así mismo la Contraloría dice que “Se requieren esfuerzos importantes en materia de inversión y exploración de hidrocarburos”. Otra de las recomendaciones es que el Gobierno nacional libere los precios de los combustibles, tras una revisión del sistema actual, lo que permitirá que los costos sean fijados por la oferta y la demanda.

Según la ACP, las reservas probadas de petróleo en Colombia no alcanzan para más allá de cinco años. Lo que significa es que hay un proceso gradual de deterioro, la producción se va cayendo y se tienen que importar hidrocarburos.

 

Bajos precios

Sumado a esta situación interna, a la que hay que agregarle la situación de orden público en las zonas por donde transcurre la red de oleoductos, está el del bajo precio internacional del crudo, que además afecta las finanzas nacionales.

Para Lloreda, aunque no es un tema que esté dentro del control del Gobierno nacional, sí se puede buscar una mayor competitividad de la industria petrolera del país.

Señaló que hay que modificar asuntos que tienen que ver con la tributación a las empresas, que en Colombia llega al 70%, mientras que en México es el 50% y en Perú del 45%, el país será proco atractivo para la inversión en hidrocarburos.

Hay que brindar seguridad jurídica a las empresas, las consultas populares se han exacerbado que prohíben la actividad petrolera, lo que se traducirá en menor inversión y mayor pobreza para el país.

En tercer lugar hay dificultades de operación, no solo bloqueo, vías de hecho, consultas previas que se convierten en mecanismos de extorsión al Estado y a la industria, lo que no deja un panorama muy claro para la competitividad de la industria petrolera en el país.

 

Terrorismo

Otro de los factores que afecta la producción de hidrocarburos en Colombia tiene que ver con los constantes ataques de la guerrilla del Eln, impactan no solo la industria sino a toda la sociedad.

Los ataques a los oleoductos que dañan el ecosistema, daña al país y deja a muchas personas sin trabajo.

 

Gas

De acuerdo con los cálculos de la ACP en el periodo 2022 – 2025 se requeriría incorporar alrededor de 1,7 terapiés cúbicos a las reservas de gas para garantizar la autosuficiencia energética, de los cuales casi 60 por ciento son recursos ya descubiertos, que de ser desarrollados le dejarían al país alrededor de US$200 millones por regalías e impuestos.

Sin embargo, para impulsar la viabilización de estos recursos puedan ser producidos, se requieren ajustes en dos frentes: infraestructura de transporte y comercialización.

Por un lado, para mejorar y ampliar la infraestructura de transporte, las empresas recomiendan flexibilizar la normativa de “open season” de la CREG, que es un modelo de subasta que permite que más empresas puedan construir gasoductos.

Así mismo proponen revisar la normativa que restringe las posibilidades de los productores para entregar gas al Sistema Nacional de Transporte. Según cálculos de la ACP existen alrededor de 40 millones de pies cúbicos de gas que no han podido salir de los campos de producción a los centros de consumo por no tener acceso a un sistema de transporte eficiente.

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