Minarete de Mosul, otra víctima de yihadistas | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Jueves, 22 de Junio de 2017
Redacción internacional con AFP
Con el avance de la coalición antiyihadista, el grupo terrorista derrumbó este icónico edificio, construido en el Siglo XII, como parte de su política para acabar con el patrimonio cultural en estos países, dejando al mundo sin una emblemática figura

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El emblemático minarete inclinado no se alzaba en el cielo de Mosul, por primera vez en ocho siglos, tras su destrucción por los yihadistas en una acción "desesperada" frente al avance de las fuerzas iraquíes hacia la vieja mezquita Al Nuri.

Varias explosiones efectuadas el miércoles demolieron la mezquita, donde el líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI) Abu Bakr Al Bagdadi había proclamado su "califato" en 2014, derrumbando su icónico minarete, conocido como "Hadba" (joroba).

Altos cargos iraquíes y de la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos afirmaron que esta destrucción es una muestra de la inminente derrota de los yihadistas en Mosul.

El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, la calificó de "declaración oficial de derrota".

La pérdida del inconfundible minarete del Siglo XII -uno de los monumentos más reconocibles del país al que se denominaba también la Torre de Pisa iraquí- conmocionó al país.

Pero esta demolición ya se preveía: mandos militares habían advertido que el EI no permitiría que las fuerzas iraquíes retomasen el control de ese monumento en lo que sería una victoria altamente simbólica.

"Hicieron estallar el lugar en un intento de cubrir sus importantes pérdidas en los medios, pero los medios y la gente ven las victorias y ven el colapso del EI", dijo a la AFP en Mosul el general de brigada Falah Fadel Al Obeidi, de las fuerzas de élite antiterroristas.

El EI afirmó mediante su agencia de propaganda, Amaq, que la mezquita fue alcanzada por un bombardeo estadounidense, pero la coalición liderada por Estados Unidos aseguró que fueron los yihadistas quienes "destruyeron uno de los mayores tesoros de Mosul y de Irak".

Brett McGurk, el enviado estadounidense a la coalición, consideró que se trata "de la muestra más clara hasta ahora de desesperación y derrota" por parte de los yihadistas.

 'Agrava las heridas'

La directora de la Unesco, Irina Bokova, afirmó que "esta nueva destrucción agrava las heridas de una sociedad de por sí afectada por una tragedia humana sin precedentes" y garantizó el compromiso de la agencia de la ONU en "ayudar, restaurar y rehabilitar el patrimonio cultural".

Por su parte, Osama Al Naqash, director del Museo de la Universidad de Bagdad, se declaró "triste" pero que "imaginaba que esto ocurriría [...] y que la oscuridad que trajo Dáesh [acrónimo árabe del EI] conduciría a esta situación". 

La demolición del recinto religioso en la ciudad vieja de Mosul se suma a una larga lista de monumentos históricos y patrimonio de valor inestimable destruidos por el EI en sus tres años de control de partes de Irak y Siria.

El minarete, cuya construcción se completó en 1.172, aparece en los billetes de 10.000 dinares iraquíes y era un gran símbolo de la segunda ciudad de Irak, que ha dado su nombre a innumerables restaurantes, empresas y clubes deportivos.

El EI llevó a cabo "una limpieza cultural" destruyendo algunos de los vestigios de la antigua Mesopotamia, según la ONU, o vendiendo partes de ellos en el mercado negro.

En Mosul, conquistado en los primeros días de la ofensiva del EI en junio de 2014, los yihadistas saquearon tesoros preislámicos del museo local, según un vídeo difundido en febrero de 2015. 

Según responsables de las antigüedades, unas 90 obras quedaron destruidas o dañadas. Los combatientes del EI, que también prendieron fuego a la biblioteca de Mosul, dinamitaron en julio de 2014 delante de la muchedumbre la tumba del profeta Jonás, también llamado Nabi Yunés.

En un vídeo difundido en abril de 2015 se ve a combatientes de este grupo destruir con bulldozers, picos y explosivos el recinto arquitectónico de Nimrud, joya del imperio asirio fundado en el siglo XIII. Las fuerzas iraquíes se reapropiaron del lugar en noviembre de 2016.

El grupo arremetió también contra Hatra, ciudad del periodo romano de más de 2.000 años de antigüedad. Las fuerzas progubernamentales iraquíes recuperaron la localidad a finales de abril.

En Palmira, una ciudad ocupada en dos ocasiones antes de que las fuerzas del régimen la reconquistaran el 2 de marzo de 2017, el grupo extremista sunita destruyó los templos más bellos y algunas torres funerarias.

También vandalizó el lugar arqueológico asirio de Tell Ajaja (este) y destruyó o saqueó los de Mari, Dura, Apamea entre otros.

Pero el EI no es el único responsable del saqueo del patrimonio sirio, sino que parte de las destrucciones se debieron a combates con artillería pesada.

En Alepo (norte), el minarete selyúcida de la mezquita de los Omeyas se derrumbó y el zoco de tiendas a veces centenarias quedó parcialmente devorado por las llamas. Una zona de las murallas de la ciudadela quedó destruida. "Dos tercios del casco antiguo fueron bombardeados e incendiados", según la UNESCO.

El Crac de los Caballeros, una ciudadela de los cruzados cerca de Homs (centro), sufrió daños, al igual que el célebre museo de mosaicos en Maarat al Numan (noroeste). A las fuerzas del régimen también se les acusa de saqueos. 

 

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