La posibilidad de que el Congreso no apruebe algunos puntos del proyecto de reforma política y electoral que radicó la semana pasada el Gobierno son cada vez más vox populi en los corrillos parlamentarios. Por ejemplo, la lista cerrada y bloqueada al Senado no tendría el apoyo de La U, los conservadores, Cambio Radical, el Polo y otras facciones pequeñas. Es claro que a las estrategias políticas y electorales de esas colectividades no les convendría anular para los comicios de marzo la posibilidad del voto preferente, por más régimen de transición que se esté prometiendo por parte del Ejecutivo en un proyecto que, según la exposición de motivos, no fue consensuado con las Farc en la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación del Acuerdo de Paz.

Maduro sí tendría un ‘plan b’

Una crisis tan grave como la venezolana tiene múltiples flancos. Por ejemplo, en las toldas de la oposición ya se hacen ilusiones con los rumores en torno a que Nicolás Maduro sí ha contemplado una especie de ‘plan b’ en caso de que su permanencia en el poder se complique a tal grado que el riesgo de ser depuesto y procesado judicialmente crezca de un momento a otro. Según algunos voceros del anti-chavismo, Maduro ha tomado asesoría de expertos en derecho internacional ante temores de que termine como el dictador panameño Rafael Antonio Noriega, es decir condenado por largos años en Estados Unidos y que sólo regresó a su país ya muy entrado en años y enfermo. Por lo mismo ha indagado sobre opciones de asilo en países que no sólo estén dispuestos a recibirlo, sino que no tengan tratados de extradición con Estados Unidos, pues así como hoy un gobierno de izquierda de alguna nación puede acogerlo, un cambio electoral y político lo pondría en la escalinata de un avión hacia Washington.

La paranoia de Maduro

Y hablando de la crisis venezolana y su coletazo en Colombia, se asegura en Caracas que el gobierno Maduro estaría pensando en aumentar la presencia militar en la frontera y buscará de alguna manera un acto de provocación frente a las fuerzas castrenses y policiales de nuestro país. Si bien no es la primera vez que esta hipótesis se pone sobre el tapete, la diferencia con anteriores escenarios es que la paranoia del mandatario venezolano está llegando a tal punto de que estaría temiendo que el presidente Santos podría intentar contra él una operación parecida a la ocurrida muchos años atrás, cuando en pleno gobierno Uribe el llamado ‘canciller de las Farc’, alias ‘Rodrigo Granda’, fue retenido en Caracas y desde allí transportado en el baúl de un vehículo hasta ingresar a territorio colombiano, en donde fue capturado oficialmente, convirtiéndose en el preso de las Farc de mayor estatus.

El paro de 2016 y el de este año

Aunque el Gobierno ha dicho que la mayoría de las promesas y compromisos que ha asumido frente a los distintos paros cívicos en el Chocó se han cumplido, un dirigente de Quibdó trajo a colación días atrás que la mayor prueba de que esa postura gubernamental no corresponde a la verdad es que a comienzos de junio del año pasado se firmó un pacto con el hoy ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, entidades del orden departamental y representantes de los pueblos indígenas. Pacto que logró poner fin a los bloqueos en las dos vías de acceso al Chocó, en desarrollo de la Minga Indígena Nacional. Hoy varios resguardos indígenas están participando de la protesta en la capital del Chocó, alegando incumplimientos.