Gen controla adaptaciones de mariposas tropicales | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Mayo de 2017

Luego de una investigación realizada durante siete años, los investigadores Carolina Pardo y Camilo Salazar, del programa de Biología de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad del Rosario, identificaron el gen que le permitió a las polillas británicas y a las mariposas  tropicales adaptarse a los cambios en sus respectivos ecosistemas, en colaboración con científicos de la Universidad de Sheffield, Universidad de Cambridge, el Museo de Historia Natural de París y el Smithsonian Tropical Research Institute.

Es bien sabido que tanto para las polillas como para las mariposas, la coloración oscura o melanismo es fundamental para sobrevivir en la naturaleza. Sin embargo, hasta ahora se descubrió que estos dos organismos, quienes se separaron evolutivamente hace más de 100 millones de años, utilizan el mismo gen para producir esta adaptación.  

“Hasta aquí solo identificamos un gen que produce melanismo o color, pero no sabemos todavía cómo se activa, ni cómo funciona la interacción con otras moléculas para generar esos pigmentos”, dijo Carolina Pardo, al señalar que aún queda mucho por descubrir. 

Los investigadores de la Universidad del Rosario explican que este tipo de estudios permiten entender cuáles son los mecanismos genéticos involucrados en la formación de la diversidad biológica y deben ser prioritarios en un país con tanta diversidad como Colombia.  

Además reconocen que estas investigaciones requieren de espacios de cría, donde se pueden hacer cruces controlados que permiten estudiar las bases genéticas y otras características importantes de la supervivencia de los organismos. 

Melanismo industrial en Inglaterra y adaptación natural en el trópico 

En la Revolución Industrial en Inglaterra, la polilla Biston Betularia era primordialmente blanca con manchas negras. Por la cantidad de carbón depositado en la corteza de los árboles durante la industrialización, a esta polilla se le dificultó ocultarse de sus depredadores. Sin embargo, gracias a que ocurrió una mutación en un gen, esta polilla pudo ser oscura, lo cual permitió que sobreviviera mejor porque pudo camuflarse fácilmente.  

“En nuestro estudio descubrimos que el gen, que produce melanismo en las polillas, también actúa como un controlador de múltiples colores en las mariposas Heliconius, que se caracterizan por  tener salpicaduras de rojo y amarillo en sus alas negras. En estas, los colores tienen múltiples funciones, como atraer pareja y advertir sobre su toxicidad a sus depredadores. Es decir, el gen que encontramos es un gen clave en la producción de coloración con valor adaptativo tanto en polillas como en mariposas”, comentó Camilo Salazar, profesor del programa de Biología en la Universidad del Rosario. 

Pardo y Salazar hacen parte de un consorcio internacional de investigadores científicos especializados en evolución, y publicaron esta investigación en la revista Nature, una de las más prestigiosas de ciencia en el mundo.  

De acuerdo con otras investigaciones, la producción de estos rasgos tiene la misma explicación genética: un gen llamado córtex.

Antes de la Revolución industrial, estos insectos eran de color blanco con manchas negras, y después se volvieron completamente negros.

Los dos trabajos muestran que, aunque se separaron de su pariente común hace 100 millones de años, las polillas y las mariposas utilizaron la misma región genética para adaptarse de manera distinta a su ambiente con el fin de sobrevivir.

El córtex promovió la adaptación de las mariposas hace millones de años, en las polillas esto sucedió solo 200 años atrás. El cambio ocurrió en 1819, según determinaron los científicos de la Universidad de Liverpool. Es más: hoy, las polillas blancas con manchas negras están aumentando en frecuencia debido a que ha disminuido la polución, y por ende el hollín en los árboles.