Clamor del Pacífico colombiano | El Nuevo Siglo
Lunes, 29 de Mayo de 2017

Cuanto  me duele la situación de nuestro litoral Pacífico. Cuanta ignominia. Cuanto abandono. Cuanto menosprecio por una raza valerosa, que a pesar de los sufrimientos y la falta de servicios para su supervivencia, resiste al olvido de los gobiernos centralistas. ¿Qué hubiera pasado si los conquistadores hubiesen poblado de negros la Costa Caribe y de blancos la costa Pacífica?

Y muy despreciable la manada de oportunistas políticos que sindican solo al actual gobierno de la situación que vive esa hermosa y rica región colombiana. Porque es evidente la desidia en que todos, todos los gobiernos, sin excepción alguna, han tenido frente a esa Costa a la que solo le llegan las migajas del ponqué presupuestal.

Y no solo eso, hay total discriminación para la designación de miembros de la etnia, en los altos cargos del estado. Toda la Costa Pacífica es rica en recursos naturales, en biodiversidad, en minerales como el oro y el platino. Por eso la poblaron con esclavos para explotar esas riquezas, dejando desolación, miseria y grave daño ecológico. Allí la victima de la más bárbara explotación, es el ser humano, destruyendo su alma, su cultura, sus costumbres y su gran riqueza ecológica.

Allí, están todas las necesidades básicas insatisfechas y tienen un mínimo desarrollo industrial. Por ese, abandono del poder central, las poblaciones costeras del Cauca y Nariño, Buenaventura en el Valle  y el Chocó que es el departamento más pobre de Colombia, claman por un plan de desarrollo integral.

Los colombianos desconocemos la gran diversidad de grupos lingüísticos con una gran tradición oral africana e indígena. No tenemos conocimiento de esas zonas ricas y copiosas en el aspecto cultural. Toda la costa Pacífica es merecedora de un gran desarrollo turístico internacional y para eso necesita aeropuertos, vías e infraestructura hotelera ecológica.

A su desgracia de ausencia de Estado, el dominio territorial lo están ejerciendo grupos armados de todos los pelambres, nombres y sobrenombres.  La guerrilla de las Farc se retiró, se desarmó y ante la falta de autoridad, grupos  asesinos están copando ese espacio en vastas zonas de la región, desolando, desplazando y azotando a los pobladores inermes.

El Pacífico no aguanta más, necesita el respaldo de todos los colombianos para acallar ese clamor de atención estatal.

lorenarubianof@gmail.com