Líder Ayuso arrasó en Madrid con su campaña por la “libertad” | El Nuevo Siglo
La líder conservadora de Madrid, Isabel Díaz Ayuso celebra su victoria con el presidente del PP, Pablo Casado
Foto Europa Press
Martes, 4 de Mayo de 2021
Pablo Uribe Ruan*

“Libertad, siempre, siempre”, dijo Isabel Díaz Ayuso desde el balcón en la Calle Génova del Partido Popular (PP). “Espero que los cavernarios hayan pasado un buen día, porque Madrid es libertad porque no entienden nuestro modo de vida”. La reelegida presidente de la Comunidad de Madrid, que citó a elecciones en marzo ante una posible moción de censura en su contra tras romper el gobierno de coalición, barrió en las elecciones autonómicas y, de paso, retiró de la política a uno de sus mayores opositores: Pablo Iglesias.

Con pandemia y una crispación política que ahuyentaba a los moderados, Ayuso (como se le conoce) obtuvo 65 escaños de los 136 de la Asamblea de Madrid y necesita la abstención de Vox (derecha radical) para conseguir una mayoría absoluta en la Asamblea. “Libertad significa llevar una pulsera que dice libertad sin ocultarla, empezar cada mañana a la manera de cada uno, llevar la bandera que uno quiera”, destacó Ayuso.

Esta defensa férrea a la libertad, que la llevó a enfrentar dos picos (enero y abril) de la pandemia con todo el comercio abierto (sólo un toque de queda desde las 11 A.M), le sirvió para acumular numerosos aliados -hosteleros, comerciantes, taxistas- y el respaldo de Vox, con quien en coalición sumó 77 escaños. En vez de asumir restricciones a la movilidad y el trabajo como el gobierno central, Ayuso, de 42 años, se la jugó por la libertad de “poder decidir”. La claridad de su mensaje inclinó a Maria Ángels Olmedo a votar por la candidata del PP. “Ayuso ha podido compaginar la economía y la salud”, dijo Ángels a EL NUEVO SIGLO.

En cambio, otros partidos del centro derecha española desaparecieron. Ciudadanos, aquel grupo fundado hace 15 años por Albert Rivera, que llegó a definir el rumbo de la política española, no obtuvo un solo escaño en Madrid. La opción moderada, que se califica como “centro”, confirmó la crisis que viene enfrentando y abrió nuevos interrogantes sobre el futuro de esta alternativa, en momentos en que la crispación política aumenta y los ciudadanos, como confirma Madrid, demandan discursos con posiciones más claras y certeras.


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Libertad y polarización

Ayuso pudo leer esta necesidad de libertad en electorado. Tal vez su olfato de periodista -lo ejerció hasta hace 3 años- le dio la fuerza para interpretar qué mensaje era necesario para conectar con los madrileños y dividir a la izquierda. Un viejo conocido suyo, Iglesias, fue su principal víctima. De los debates en la Complutense cuando los dos asistían a la universidad y las tertulias en “La Tuerka” -un programa que dirigía el líder de Podemos- se pasó a los rines de la política. Es que esta elección, como destaca El Mundo, fue sobre todo “polarización, como nunca”. “Comunistas, franquistas, terroristas”. Así se llamaron, unos y otros, por dos meses. Y los calificativos no pararon, pese a que a los candidatos los amenazaron de muerte con paquetes cargados de balas y cartas. Nunca visto en un país que ha intentado en 40 años consolidar una democracia.

La polarización, sin embargo, requiere dos partes y el Partido Socialista Español (PSOE) no se abstuvo de ella. Desde la Moncloa -sede de Gobierno- Pedro Sánchez se la jugó por Ángel Gabilondo, un candidato parco y aburrido que no supo conectarse con los madrileños. El PSOE sacó el peor resultado de su historia en Madrid (24 escaños) y sufrió el sorpasso de Más Madrid, el partido de Iñigo Errejón (ex aliado de Iglesias), cuya candidata Mónica García empató al tradicional socialismo.

Este es el principio de la derrota de Sánchez porque es una especie de camino para el resto de las comunidades”, dijo Gregorio a EL NUEVO SIGLO, un joven que votó por la candidata del PP.  “Ayuso tiene una popularidad a nivel nacional”. El presidente de Gobierno no habló del mal desempeño de su partido la noche del martes.



El que sí lo hizo fue el que llegó a ser su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y quien había renunciado para aspirar a la presidencia de la comunidad de Madrid. “Dejó todos mis cargos”, anunció el líder de Podemos, luego de que su partido sólo alcanzara 10 escaños. “Cuando uno deja de ser útil tiene que saber retirarse”.

En una entrevista al Corriere della Sera la semana pasada había dicho que su “figura estaba desgastada”, pero Iglesias no dio señales de que, por ahora, la política y él no continuaban. Iglesias recuerda a aquel líder del Partido Comunista Español, Julio Anguita, un gran orador y opositor, pero mal gobernante.

Entre tanta derrota y retiro, empieza a quedar claro que la España pluripartidista de la época de Mariano Rajoy está debilitada. Inevitable parece que Ciudadanos termine absorbido por el PP. No es claro aún si Podemos, que tiene en Más País (de Errejón) su aliado natural, se colisioné con el PSOE.

Ayuso, en cambio, respira tranquila. Es hoy la figura política de la derecha por antonomasia. “Ayuso es la reina de Madrid”, concluye Gregorio.

*Candidato a MPhil en la Universidad de Oxford.