Carta abierta al D.N. Conservador | El Nuevo Siglo
Sábado, 14 de Abril de 2018

Apreciado Doctor Andrade:

Con algún grado de sabiduría se suele afirmar que en toda elección democrática se juega el futuro de la nación.

Después de los resultados de la pasada jornada electoral, harto conviene auscultar el destino de nuestra democracia. El notable debilitamiento de los partidos políticos, la emergencia de nuevas fuerzas socialdemócratas, la llegada de 10 congresistas de la Farc con arreglo a un régimen de privilegios, entre otros muchos aspectos que usted conoce mejor, obligan a pensar en el futuro inmediato de nuestro país y sus instituciones.

Con un Congreso fragmentado y sin claras mayorías; con una Constitución Política que alberga la posibilidad de imponer la moción de censura a los altos funcionarios del Ejecutivo por mayoría simple en una u otra cámara legislativa; con la ruptura institucional entre las ramas del poder público; con una corrupción galopante y asfixiante y con una sociedad confesamente fragmentada, resultará difícil hacerle frente a la profunda crisis económica que se empieza a padecer y, en suma, resultará muy complicado afrontar con éxito  las labores de buena gobernanza que el país tanto necesita.

Quizás por ello, hoy más que nunca, conviene enarbolar con fuerza, decisión y ahínco las banderas del Estado de Derecho; del republicanismo patriótico, altruista y convencido; de la autoridad democrática con legitimidad popular; del liderazgo político responsable y apegado a la institucionalidad y la ley. Con más razón que revolución. Una bandera de unidad bajo el propósito del progreso, del desarrollo y de la inclusión social, antes que del odio de clases ventilado en los discursos altisonantes y amenazantes que abrazan el cariño por la violencia, la amabilidad con el delito y cierto grado de tolerancia con los criminales; posturas populistas que tanto empiezan a abundar en nuestras calles.

En nuestra condición y por nuestra extracción empresarial, académica, gremial y sindical, no pretendemos hablar mal de candidatos que cuentan con ejemplares hojas de vida en el sector público; que han demostrado tener capacidad de administración y liderazgo social y que con sus programas de gobierno proponen alternativas de conducción del país desde la Presidencia de la República.

Queremos llamar la atención de un partido político que cuenta con más de 160 años al servicio de la patria; que recoge en su seno una doctrina política universalmente conocida, de tradiciones democráticas y con compromiso histórico para que piense de manera altruista, sincera y desinteresada en colaborar abierta y disciplinadamente con la campaña del Dr. Iván Duque y de la Dra. Marta Lucía Ramirez.

Creemos que esta fórmula es la que mejor encarna los postulados antes mencionados. Creemos que representan unas bases sociales inconformes, a unos pequeños y medianos empresarios desesperados, desalentados y temerosos, así como a todas las gentes, de todos los estratos, sectores y regiones que se niegan a comprar la suerte de la resignación y el derrotismo. Creemos que ellos simbolizan la verdadera estabilidad democrática a través del dinamismo en la acción, la coherencia de pensamiento, así como la limpieza de palabra y obra.

Entendemos que tanto las bases como las más prestantes almas conservadoras se encuentran apoyando al Doctor Iván y a la ex ministra Ramirez en la difícil tarea de salvar a Colombia, pero también consideramos que falta conseguir el decidido y formal apoyo del Partido Conservador en pleno.

Insistimos en estas reflexiones y le solicitamos a su señoría se sirva trasmitirlas al Directorio Nacional Conservador para su deliberación y decisión, la cual esperamos sea favorable”.