Tumaco necesita mayor presencia del Estado | El Nuevo Siglo
Foto tomada Radio Santa Fe
Sábado, 29 de Abril de 2017
Redacción Nacional

Una mayor presencia del Estado en las áreas dejadas por la guerrilla de las Farc en las cercanías de Tumaco, reclamaron dirigentes políticos de esa región.  Algunos representantes a la Cámara han expresado su preocupación por el orden público y solicitan un encuentro directo con el Gobierno.

Algunos legisladores creen que el tema se soluciona con mayor inversión. El representante liberal Nilton Córdoba manifestó que “lo que está ocurriendo es que la guerrilla del Eln ha ocupado algunos territorios. Entonces es muy probable que se enfrenten a las Bacrim o ‘al clan del golfo’, y estos enfrentamientos producen temor en la población  y desplazamiento”.

Señaló que “la Fuerza Pública lo que dice es que está copando territorios, pero de verdad uno no los ve. Estuve recorriendo corregimientos, y una de las mayores preocupaciones que tiene la gente, además de la falta de oportunidades, es el tema de la seguridad. La gente dice, si somos un corregimiento y hay problema de orden público no va a venir el turista. En los corregimientos hay presencia de Bacrim, es una situación muy compleja”.

Entre tanto, el representante Wilson Córdoba, del Centro Democrático, manifestó que “lo que considero es que falta autoridad administrativa, ese es un tema que falta allá, que llegue la institucionalidad. Ese es un punto que se le ha salido de las manos al Gobierno nacional, y hoy es falta de autoridad administrativa y autoridad policial que ejerza el control que le ha dado la Policía y el Ejército”.

El problema

Informó que el problema es que el Gobierno no los ha escuchado, “no reacciona y no pasa de decir que sí va a mejorar, siempre se le dice en el Congreso pero siempre evaden los temas”.

Por su lado, el senador Guillermo García Realpe anotó que “veo debilidad en la parte nacional y por supuesto mucha debilidad en la parte regional y local. Allá prácticamente no tienen estructura administrativa, el Gobierno nacional viene haciendo esfuerzos con el Ministerio del Posconflicto, se dice que están los resultados, pero esto se debe traducir en acciones y resultados”.

También se refirió a la problemática de los cultivos ilícitos y sostuvo que “en primer lugar diferenciar entre los pequeños cultivadores, los pequeños productores y los grandes productores. En eso debe haber una caracterización para que en cada uno de estos sectores apunte la medida de sustitución o de erradicación forzosa según el caso. Sustitución concertada y voluntaria con los pequeños cultivadores y con la Fuerza Pública, con la erradicación forzosa para los grandes cultivos. Eso es fundamental y se debe mirar en los pequeños cultivadores si son personas que tienen arraigo, son de la zona, son indígenas, son campesinos, son afrodescendientes, y ahí tendría éxito un plan de sustitución de cultivos, porque si solamente son cultivadores trashumantes, itinerantes, gente que hoy está en Nariño, mañana en Putumayo, pues ellos no se van a someter a un plan de sustitución, el tratamiento tiene que ser diferencial”.

 

Los cultivos

A su turno, el senador Manuel Enríquez Rosero, informó que “la situación de Tumaco es tan delicada, tan difícil que tienen hoy todos los problemas, allá tenemos un municipio con el mayor número de cultivos de hoja de coca, los índices de desempleo más altos de todo el país, el índice de necesidades básicas insatisfechas supera el doble del promedio nacional”.

Manifestó que lo que se requiere es una mayor inversión total por parte del Gobierno en todos los órdenes, en el económico social y en la seguridad. Anotó que espera que se adopten por parte del Gobierno las medidas pertinentes.

“Cada día que pasa el problema es más delicado, porque hay una situación que nos preocupa enormemente, que yo he venido planteando y el territorio dejado por las Farc, es claro no lo está copando el Estado, ni el Ejército, sino las bandas criminales”, dijo.

El gobernador de Nariño, Camilo Romero Galeano, rechazó enfáticamente los actos de violencia sobre los cuales se han hecho las debidas advertencias desde hace más de un mes cuando se alertó sobre las acciones que se podrían desatar, mientras no se establezca claridad sobre la estrategia a implementar en Nariño por el tema de los cultivos de uso ilícito.

“En Nariño le apostamos a la paz, no para seguir en la lógica de enterrar a nuestros jóvenes, sino de buscar oportunidades para nuestra gente”, aseguró.

Entre tanto, el gerente del Plan Pacífico, Luis Alfonso Escobar, dijo que “el gran desafío del Gobierno y de los tres niveles de gobierno es hacer que las zonas que han dejado las Farc, prontamente sean copadas por las fuerzas del orden, y sobre todo lo más importante, es que la presencia con la inversión pública se vea. En Tumaco precisamente ese es el gran desafío, una guerrilla que está concentrada, pero deja una zona que son 17 mil hectáreas sembradas en coca y que son fuente de caldo de cultivo para la ilegalidad y los grupos armados, y las acciones del Gobierno tienen que combatir esto por la vía de la sustitución de cultivos ilícitos”.

Y anotó que “yo tengo que programar una reunión con la bancada del Pacífico, para comentarles principalmente lo que tiene que ver con las acciones del gerente del Plan Pacífico en materia de intervención del Gobierno nacional y por supuesto recibiendo recomendaciones”.

 

Situación de Tumaco

Según la Fundación Paz y Reconciliación, la presencia y disputa entre los grupos delincuenciales y las milicias urbanas han caracterizado a Tumaco, y en sus territorios, los actores armados han operado en busca del ejercicio del control territorial; un conflicto armado que ha dejado en este municipio un estimado de 86 mil víctimas hasta la fecha.

Específicamente en la cabecera municipal, por ejemplo las comunas 4 y 5, así como la zona periférica de la comuna 2, han sido consideradas como lugares de alto valor estratégico para los grupos criminales y armados en materia económica y bélica. Esto, gracias a su ubicación sobre el océano Pacífico y características de las que se derivan beneficios para el tráfico de estupefacientes, así como para acciones irregulares tales como la extorsión y la vinculación de menores de edad a actividades ilegales.

La época más violenta en el casco urbano de Tumaco comenzó hace aproximadamente 15 años con la llegada de los paramilitares y la guerrilla de las Farc.