La tasa de inversión más alta entre las economías de América Latina, una mayor profundización financiera, la reducción de la pobreza y la buena calificación de su deuda, entre otros factores, genera un alto nivel de confianza entre los inversionistas.

Colombia es una economía mucho más sólida frente a la situación que enfrentaba a comienzos de la presente década, e indicadores fundamentales como su tasa de inversión, su disciplina fiscal, el mejoramiento de las tasas de interés de su deuda interna y la profundización financiera generan una fuerte confianza entre inversionistas nacionales y extranjeros.

La variación acumulada del índice del Producto Interno Bruto, PIB, alcanzó un notable 131,3, superior al 126,8 registrado en la economía mundial y más alto que el 113,2 registrado para América Latina y El Caribe, pese a la difícil coyuntura originada en la caída de los precios de bienes como petróleo, carbón y cobre, que ha impactado duramente a la región.

Mientras que América Latina contrajo su economía en un 1%, con Argentina y Brasil contribuyendo a ese desempeño, el país creció un 2% en 2016, el tercero más alto después de Perú y México.

Tasa de inversión

La tasa de inversión se ha mantenido en un saludable promedio de 28,1% del PIB entre el 2011 y el 2016, similar a la que tenían los llamados “Tigres Asiáticos” y más alta frente al lapso 2003-2010.

Ese desempeño también es el más alto entre las mayores economías de la región como Brasil, Argentina, México y Chile.

De la misma forma, la profundización financiera, medida como el crédito del sector financiero como porcentaje del PIB, alcanzó su mayor nivel en casi dos décadas el año pasado, con un 47%.

Mientras que grandes economías emergentes como Brasil, Rusia y Turquía perdieron su grado de inversión otorgado por las agencias calificadoras de riesgo, el país no solo se mantuvo como un emisor confiable deuda, sino que mejoró su perspectiva, gracias a la disciplina fiscal y a una Reforma Tributaria Estructural que mejora sus ingresos para fortalecer la inversión social.

Confianza

Todo lo anterior se ha reflejado en el mejoramiento de los indicadores de confianza del país, evidenciado en la menor diferencia de tasa de interés de la deuda comparada con la reconocida por los bonos emitidos por el Tesoro de Estados Unidos, los más seguros del mundo.

Su balance en la cuenta corriente espera recortar el déficit a 3,6% del PIB este año, desde el 4,4% el año pasado y el 6,4% en 2015 en plena crisis de precios internacionales de las materias primas.

Gracias al programa “Colombia Siembra”, que incrementó las áreas cultivadas y las cosechas, los precios al consumidor se encaminan a cumplir la meta de incremento de un máximo de 4% este año.

De la misma forma, 5,1 millones de colombianos salieron de la pobreza en los últimos 6 años, y se logró que el indicador multidimensional alcanzara un 17,8% al año pasado, mientras que se dieron muy importantes pasos encaminados a reducir la desigualdad, que en el 2016 llegó a 0,517, frente al 0,560 en el 2010, medida por el Coeficiente de Gini.

Paz, motor de cambio

La elección de Colombia como país del año en 2016 por parte de The Economist no fue una coincidencia: fue el resultado de análisis y de hechos que marcaron un precedente histórico, dijo el editor senior de la prestigiosa revista, Michael Reid, en una conferencia en Bogotá.

“Colombia está en un momento de oportunidad derivado del acuerdo de paz y de las posibilidades de integración intrarregional como la Alianza del Pacífico. El hacer parte del octavo bloque comercial del mundo es una de las respuestas ante las nuevas oleadas de proteccionismo y del nuevo orden mundial”, aseguró Reid en la charla que ofreció al equipo de ProColombia y periodistas internacionales invitados al espacio #BreakProColombia.

“Si se mejora la productividad y se construyen democracias inclusivas, superando los conflictos y la corrupción, América Latina y naciones como Colombia estarían en una verdadera condición de oportunidad, de oportunidad de suplir al mundo”, afirmó.