Los electores británicos descontentos con el Brexit podrían olvidarse de filiaciones y buscar refugio en candidatos proeuropeos, pero el sueño de una gran coalición contra la salida de la Unión Europea (UE) difícilmente se materializará.

Encontrar al candidato correcto para los proeuropeos será un ejercicio muy selectivo, porque sólo un partido, el Liberal Demócrata, defiende abiertamente ponerle freno al Brexit o suavizarlo al máximo. La apuesta podría salirle bien, tras la catástrofe electoral de 2015, en que pasó de 56 a diputados a apenas 8.

"Afortunadamente para ellos, se encuentran en la posición de ser el único partido abiertamente antiBrexit", dijo Rob Ford, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Manchester.

"En un montón de circunscripciones hay muchos votantes partidarios de seguir en la UE a los que apelar", añadió Ford, particularmente porque la posición oficial de los laboristas en este asunto "es muy poco clara".

El Partido Laborista, el primero de la oposición, ha dicho que apoyará al gobierno en el Brexit, siempre y cuando se respeten ciertas condiciones, como mantener fuertes lazos económicos con la UE y preservar las protecciones legislativas europeas para los trabajadores y el medioambiente.

En Escocia, el Partido Nacional Escocés es la fuerza dominante, y aboga por un referéndum de independencia para mantener lazos fuertes con Europa.  La jefa del gobierno escocés, Nicola Sturgeon, aseguró que, si la "aritmética parlamentaria" lo permitiera, apoyaría formar un gobierno nacional progresista que apartara del poder a los conservadores de Theresa May.

Pero los analistas estiman que es una posibilidad muy remota, principalmente porque los demoliberales no quieren aliarse con unos laboristas de capa caída, liderados por alguien tan cuestionado como Jeremy Corbyn.

"¿Por qué van a encadenarse a un bloque de hormigón y saltar al agua?", dijo Ford.

El ex primer ministro laborista Tony Blair, que defiende anular la decisión de abandonar la UE, reclamó en el pasado una alianza proUE. Pero, esta semana  suavizó su posición instando a los votantes a optar por candidatos con una "mente abierta" sobre el Brexit.

"Esto tiene que traspasar líneas de partido", añadió Blair, después de que May anunciara el martes su intención de adelantar las elecciones de 2020 al próximo 8 de junio.

Los demoliberales formaron un gobierno de coalición con los conservadores entre 2010 y 2015, una asociación venenosa para ellos que les valió ser aplastados en las últimas elecciones.

En el referéndum de junio de 2016 el partido hizo campaña para que el Reino Unido siguiera en la UE y, desde la derrota de esta opción, ha luchado para suavizar lo máximo posible el Brexit.

Wyn Grant, profesor de Política en la Universidad de Warwick, estimó que podrían recuperar 20 escaños en las elecciones, "si las cosas les van bien".

Rachel Sylvester, columnista del periódico The Times, dijo que la amenaza de los demoliberales debería inquietar más a los laboristas que a los conservadores.

Tras el batacazo de 2015, escribió Sylvester, al partido liderado por Tim Barron "sólo le vale ganar terreno".

Existe potencialmente otra buena noticia para los partidarios de la UE. Si May logra una mayoría absoluta superior a la actual, podría depender menos de la minoría de sus diputados intransigentemente antieuropeos y alcanzar compromisos con Bruselas, dijo Rob Ford.

"Con una mayoría más holgada podría permitirse más deserciones" en sus filas, y ganar "libertad para el compromiso", aseguró el profesor./