A pesar de que ya no se alcanza a dejar una reforma a la Justicia, se está trabajando en ella por parte de algunos tribunales para dejar los cimientos a los cambios que se requieren. Es el caso del Consejo de Estado como lo sostiene el presidente de este tribunal, Jorge Octavio Ramírez, quien señala que se ha venido trabajando en unos proyectos que se llaman misión justicia que no solamente está referido a la estructura de la rama jurisdiccional, la ley estatutaria, a la tutela, al reglamento interno, “sino también a cuestiones que sean de conocimientos de la jurisdicción contenciosa, entre ellos un proyecto de Código Electoral”. 

Manifestó el magistrado que se ha venido trabajando en lo que tiene que ver con la organización y el régimen electoral para presentar algunas propuestas. 

Entre tanto, el ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, aseguró que si bien es cierto que se necesita una Reforma a la Justicia, es un tema que se debe hablar con el presidente Juan Manuel Santos. Se debe trabajar con las cortes y su papel. “A las cortes se les debe quitar toda función diferente a la función natural de justicia, las cortes deben hacer y aplicar justicia. No está bien visto que las cortes se desgasten en la valoración de temas dignatarios del Estado, los jueces deben estar serenos y no hacer nombramientos y cuotas burocráticas”, sostuvo Gil Botero.  

Entre tanto, el partido Centro Democrático va proponer un revolcón a la justicia y para ello va a pedir que exista una sola Corte o alto tribunal con cuatro salas especializadas.

El expresidente Álvaro Uribe dijo que “el país requiere una gran reforma a la justicia, nosotros vamos a insistir en que haya una sola Corte que las reúna a todas, con magistrados vitalicios, en una edad mayor, con un gran antecedente en la carrera, para buscar un camino que recupere totalmente la majestad de la justicia”.

Universidades 

De otra parte, una profunda reforma a la Justicia pidieron los decanos de Derecho de las principales universidades del país. Julio Andrés Sampedro, decano de la Pontificia Universidad Javeriana, anotó que “no solamente es viable sino necesaria hoy una reforma para afrontar los retos que la nueva realidad nacional está produciendo en el país y le está generando a todas las instancias públicas y privadas en materia de justicia”.

Frente a los puntos que deberían ir en la reforma, resaltó que “una humanización de todo el sistema judicial y una visión de apuesta por un sentido de justicia restaurativa, tanto en lo ordinario, como en lo transicional, creo que hay que fortalecer el papel de los jueces sin duda como directores de los procesos, como la figura central dentro del sistema judicial”.

Desde la base

A su turno, el decano de la facultad de derecho de la universidad del Rosario, Juan Carlos Forero, indicó que “de cara al posconflicto, de cara a una jurisdicción especial para la paz, uno de los tópicos de la reforma a la justicia tendría que redefinir el alcance de las funciones de la Procuraduría, así como también mirar el rol del Ministerio Público frente al posconflicto. La reforma a la Justicia no solo debe ser integral, sino que debe empezar por la base”.

Recalcó que “el problema es que siempre se ha visto como una reforma de las altas Cortes y de los altos organismos y la reforma debe empezar por la base, es decir por la remuneración, la capacitación de los jueces municipales, de los funcionarios que están más cerca del ciudadano. Entonces los cambios se materializan cuando hagamos una reforma de ciudadanos de a pie”.

Señaló que “en los puntos principales de reforma primero está la cobertura total en el territorio colombiano de operadores jurídicos, la capacitación de los jueces, la materialización de la carrera en la Procuraduría y la Fiscalía que aún debe consolidarse y la creación de justicia de pequeñas causas, es decir los jueces de proximidad”.

El decano de la Universidad de la Sabana, Juan Fernando Córdoba, dijo que “considero que en estos momentos caben los cambios, como sabemos ha estado aplazada en la reforma denominada equilibrio de poderes, se pretendió hacer una reforma estructural que finalmente se fue diluyendo en ese proceso, y también la Corte Constitucional no avaló ese proceso, y desde ese momento se dijo que se tenía que hacer una reforma a fondo”.

Señaló que “es posible que haya nuevamente la pretensión de reformar jurídicamente esa administración de la justicia, por otro lado pienso que es posible dada la coyuntura lo que ha sido la negociación de paz y dependiendo de los resultados de los acuerdos a que se llegue en esto, es muy posible que se presenten reformas estructurales”.

José Gregorio Hernández, decano de la Universidad del Sinú, anotó que “la reforma es una necesidad que tiene el país como se puso de presente en la última reunión en Barranquilla, la Corte Suprema de Justicia adelantó una investigación en la que se plasma todas las necesidades”.

Sostuvo que “creo que la reforma tiene que hacerse pero no necesariamente tiene que ser una reforma constitucional, tenemos que tocar los temas prácticos, que son aquellos que tienen que ver con la necesidad de administración de justicia, el ciudadano del común tiene muchos problemas, muchas dificultades”.     

Por su lado, Alfonso Clavijo, decano de la Academia Colombiana de Abogacía, resaltó que “es necesaria para agilizar los procesos y mejorar el ingreso de la persona y la educación de los jueces para que tengan una mayor educación universitaria”.

Clavijo aseguró que “debe ir la distribución de los poderes, la cooperación entre los diferentes magistrados, acabar la segunda instancia en muchos procesos para que sea más ágil, y un proceso no dure 20 o 30 años”.