Mirando buenas labores | El Nuevo Siglo
Miércoles, 26 de Abril de 2017

Hace algunos días escribí sobre lo que se dice en las calles del Fondo Adaptación. Me he puesto a investigar y no puedo dejar de comentar los resultados, pues sería sesgado de mi parte no hacerlo. En efecto, desde hace algo más de seis meses el Fondo ha venido mostrando y entregando obras que habían sido contratadas para la comunidad y está avanzando en otras que serán de muy importante repercusión social en distintas zonas del país. Después  de tanto tiempo de espera de ocurrida la tragedia de Gramalote el 17 de diciembre del 2010 y las promesas que se habían hecho, por fin se están haciendo realidad las soluciones y es así como ya un gran porcentaje de los damnificados están recibiendo sus nuevas viviendas.

Las viviendas consisten en casas con un bonito diseño y son además realmente útiles para las familias que las habitarán ya que no sólo cuentan con cómodas habitaciones y servicios corrientes sino también con espacios alternativos para poner actividades comerciales. Además se le ha entregado a ese municipio cafetero  una nueva sede de gobierno  que será modelo, pues allí se logró la integración de todas las dependencias tanto de autoridades municipales, como las del Concejo Municipal. Observar la emoción de las familias regresando a su pueblo es un hecho que genera gran complacencia y satisfacción. Ojalá antes de terminar este Gobierno se logre cumplir con la entrega de la totalidad de las viviendas a construir que estoy seguro que, si se desarrollan con la eficiencia mostrada en el último semestre, lo lograrán.

Por otra parte, el objetivo del Fondo de reducir la vulnerabilidad de zonas con alto riesgo y adaptarlas al cambio climático, se están ejecutando obras de gran importancia en el Canal del Dique, en el jarillón de Cali, en la zona de La Mojana conocida ampliamente por sus inundaciones y en otros sectores del país. En este último caso, es fundamental que además de las soluciones de viviendas adecuadas se lleven a cabo obras que impidan las nuevas inundaciones ya que también hay que garantizar la vida de los animales y la protección de los cultivos agrícolas. Lo importante además es que son obras concebidas con visión de soluciones integrales y por ello se incorporan además respuestas en materia de agua y saneamiento básico, educación, salud, transporte y vivienda que lleven a la reactivación económica de estas regiones y sus pobladores.

Y para que todas estas obras se desarrollen dentro de la más estricta transparencia se estableció un mecanismo licitatorio abierto que permita que no sean invitaciones a algunas firmas amigas sino a todos los interesados, donde no se pagan anticipos sino que se cancela sobre obras ejecutadas y así mismo los interventores trabajan sobre la base del balance de obra realizada. Esto permite que, además de estar exigiendo calidad en la obra, se garantice también el rendimiento en el tiempo de los contratistas.

En las actuales circunstancias es prioritario que la comunidad vigile las inversiones y se vuelvan veedores de la contratación y del gasto público. Ojalá ante tantos escándalos de corrupción que se están dando en las distintas entidades se tome el mismo ejemplo de los procedimientos que se han establecido en el Fondo Adaptación y así garanticemos la pulcritud que se requiere en la administración de los asuntos públicos que rescaten la credibilidad de la opinión  en los administradores de las instituciones oficiales. Rescatar los valores éticos y morales debe ser una prioridad. En medio de tanta noticia negativa es bueno encontrar sucesos positivos.