Entre Trump y Putin | El Nuevo Siglo
Miércoles, 12 de Abril de 2017

El mundo está pendiente de la reunión que celebrarán en pocos días. El presidente Vladimir Putin se ha distanciado de Donald Trump ante el envío de  misiles que  destruyeron la base aérea de Shayrat, en Siria, arriesgada operación  que levanta ampollas, en respuesta  al ataque con gas letal  atribuido al gobierno  que preside  Bashar Al Asad,  en el cual  murieron  ochenta y ocho personas.   

El presidente Putin, así  se le hubiera comunicado la decisión previamente y no se golpeara a miembros de las Fuerzas Armadas rusas en la zona,  considera la acción flagrante violación del derecho internacional y ha suspendido el acuerdo  suscrito con los Estados Unidos para evitar incidentes durante los vuelos  que llevan a cabo las aviaciones rusa y norteamericana contra el grupo terrorista  Estado Islámico.

Varios años lleva el enfrentamiento del gobierno sirio con la oposición armada y simultáneamente  con los yihadistas. La situación es de horror, el gobierno  recuperó lo que quedaba de la  destruida ciudad de Mosul a sangre y fuego, Alepo se encuentra en ruinas,  comete atrocidades,  no existe respeto por los derechos humanos.

El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones (ONU)  delibera,  dicho cuerpo colegiado, en el cual unos Estados tienen el derecho a veto  no logrará resolver el entuerto,  en su seno no llegará a aprobarse  ninguna determinación sin  acuerdo entre Rusia y los Estados Unidos, concertado con el presidente sirio.

El autócrata debería aceptar  la  conformación de nueva administración con participación de  adversarios,  permitir la  coordinación de  las fuerzas contra el Estado Islámico  que no cesa en sus actividades terroristas suicidas, tal el caso de la reciente en Estocolmo, Suecia,  con el uso de un vehículo que de improviso arrolló a tranquilos transeúntes, insólito sistema utilizado en distintas ciudades de Europa.    

Aun cuando vivimos a miles de kilómetros de Siria y esta  columna de opinión  difícilmente trascenderá fronteras, ratifico la certidumbre de que millones de pobladores del  planeta, confían en la civilización. Trump y Putin tienen la obligación de impedir  el hundimiento sirio, un conflicto mundial de impredecibles consecuencias. Que presenten sus argumentos, hay coincidencias,  sobresale la de actuar de consuno hasta derrotar al Estado Islámico. La República Árabe de Siria no se encuentra divida entre comunismo o  capitalismo, sus nacionales no se enfrentan religiosamente  a pesar de ser musulmanes,  merecen  respeto, la opresión debe cesar, el camino es la apertura democrática, el trabajo por la convivencia, la comprensión y ayuda de la comunidad internacional. La escalada militar en Siria hace que la humanidad peligre,  sería pésimo el incremento de diferencias entre Estados Unidos y Rusia.